jnum, el dios del silencio

Era un día tranquilo como todos en las noches, sin embargo habia algo peculiar en el, podia sentirse a travez del silencio una presencia poderosa nada usual a los reiatsus que los arrancars que habitaban en las noches solian presenciar. Desde este mismo silencio se abrio una especie de fisura dimensional,  desde esta empezo a descender lo que parecia ser un shinigami, vestido con un uniforme de la misma raza solo que este era blanco haciendo juego con su pelo, ojos, zanpakutoh y su tatuaje de luna media que llevaba en la frente haciendo simbolo de quien era en realidad, se iba acercando hacia las torres se paro enfrente de las torres y grito en un tono firme y serio que se notara su presencia y autoridad sobre esta raza que se decia ser impura e inferior ante los dioses de la muerte.-jun que salga el mas fuerte por favor necesito que luche conmigo- al finalizar tales palabra desenvaino su zanpakutoh y elevo un poco su reiatsu para con una peque;a parte de su fuerza cortar en mitad la torre donde parecia habitar la 3ra espada y esperar con calma y en silencio a que esta apareciera mientras su torre caia desborodandose en pedazos.

apariencia:

Estaba sentada, sobre ua estatua o algo parecido, que no era demasiado cómoda, pero que era alta y sombria. Mis anillados cabellos se movian al son de la brisa de Hueco mundo, mientras que pequeños granos de arena de las solitarias dunas se amarraban a mi cabello haciendolo relucir y brillar.
Me relajaba sintiendo el silencio típico en mi hogar cuando un fuerte sonido devido de la destrucción me hizo salir de mi tranquilidad. Con un simple sonido me presenté en los albores del ruido, viendo que un ser despreciable destruía parte de Las noches.
Lo miré impasible, viendo que hacía, cada movimiento, cada cetímetro del suelo que pisaba, era mio, y lo estaba mancillando con su asquerosa murgre de shinigami. Oí que gritaba palabras que serían su perdición, ya que pobre de él, me lo había encontrado yo.
Salté desde donde estaba y me planté secamente delante de él, a unos 5 metros del hombre, dejando que la polvareda sea mi telón para comenzar a actuar. Solo mis brillantes ojos se veían desde detrás de la capa de polvo, lo último que vería amigable de mi.

-Escoria, sal de mi territorio-

Dije con mi erótica voz mientras comenzaba a caminar a través del polvo desenvainando a Fogosa para acabar rápidamente con ese patético ser que hacia mucho ruido. Mi perfecta silueta escondía un fosogo y encendido fuego que solo los mayores gilipollas dipiertan, para al final, acabar hechos cenizas por mi poder.

Una figura se veia entre el polvo, era la sombra de lo que parecia ser por su voz, una mujer, sin duda debia ser la tercera espada como me habian comentado, esta no tenia mucha paciencia con las personas al igual que yo, por lo que la batalla debia terminarse cuanto antes. -A quien llamas escoria?- dije en un tono seiro y molesto mientras contemplaba el cuerpo de la mujer que finalmente habia salido de entre todo ese polvo.  -A diferencia de mis compa;eros yo no tengo mucho tiempo, detesto todo lo que altere la calma y el silencio y segun me han dicho tu eres de las principales en hacerlo, con unos poderes tan destructivos mereces ser sellada en el silencio eterno de la muerte por el resto de tu vida.- al finalizar mi peque;o discurso apunte con mi zanpakutoh blanca como la nieve y brillante como una estrella hacia la unica escoria que habia en el lugar. -Contempla el poder de un dios....- hice una peque;a pausa y empece a liberar una fuerte aura de color azul celeste, que agitaba tanto mis ropajes como los de aquella mujer. -Omachi shite akiramete wa ikenai, Mugen no reigi no tatsujin [Ten paciencia y no desistas, Amo y Señor de la Cortesía Infinita]- Esas palabras desataron todo el poder que se ocultaba sellado en mi, una fuerte luz comenzo a brillar con el mismo tono de mi reiatsu haciendo que fuese dificultoso para la mujer contemplar el cambio que estaba pasando por mi cuerpo en esos momentos.

Tras esa luz apagarse podia verse como todo mi cuerpo y espada eran totalmente diferente a antes, mi poder habia quedado totalmente liberado y no pretendia perder el tiempo aqui, a la vez que se podia sentir mi relajado pero petrificante y aterrador reiatsu tambien se podia sentir todo el ambiente como si estuviese totalmente calmado, aproveche a que esto pudiese despistar a mi oponente y me lance contra ella utilizando mi shunpo atacandole con un corte de forme vertical, seguido de otro diagonal acercandome a ella en caso de que se fuera, un tercero diagonal hacia el otro lado, con el fin de mantenernos con espadas cruzadas y luego alejandome impulsandome desde el mismo aire con los espiritones saltando hacia detras y quedando a 3 metros de ella. -Que comience el juego, escoria- dije en un tono enojado reflejandolo en mi rostro.

Spoiler:

Sentí una gran cantidad de reiatsu shinigami saliendo de aquel ser extraño. Pensé que era uno de los maricas de la sociedad a los que les gusta hablar mucho y no sabe hacer nada más. Pero parece que me equivoqué. De repente el enano ese desapareció tras una “impresionante” transformación en una luciérnaga, mucho brillo para nada.
Me lo encontré en frente mía dispuesto a atacarme con un simple tajo en vertical que fácilmente esquivé echándome hacia la derecha, acto seguido arremetió con un segundo golpe en diagonal que a duras penas me cortó un poco de pelo ya que saqué a Fogosa para pararlo.Justo cuando creí que ya se retiraría a su lugar de inicio, volvió a atacarme otra vez en diagonal.
Este ataque supe que no me daría tiempo a mover a Fogosa por lo que decidí echar mi cuerpo hacia atrás, colocando mis manos en el suelo para dar una voltereta hacia atrás pasando la punta de mi pie por su cara a unos milímetros ya que dio un salto y se alejó de mi. Había cabreado a la espada equivocada.

-Eh! Luciérnaga, te voy a aplastar como el bicho que eres..-

Dije mientras comenzaba a sacudirme el polvo y a mirar a mi alrededor para más o menos, calcular mis pasos. Era obvio que en fuerza estaba en desventaja, pero era más rápida que él, y lo usaría.

Con mi típica y erótica voz y abriendo la chaqueta que llevaba para dejar ver un diminuto corsétt mientras esta caía al suelo dije

-Quema FOGOSA-

Resurrección: Los ropajes de Megumi desaparecen en un mar de llamas que hacen que sus cabellos rosados crezcan y se tiñen rojos ardientes como el fuego. Su pequeña katana desaparece para dar paso a un espadón de tamaño considerable y una armadura negra como el azufre. La armadura solo cubre parte de sus pechos y muy poco el resto del cuerpo. Unas altas botas de tacón alto negro llegan a la altura de sus pantorrillas .

-Ahora vas a saber como se quema un bicho-

Cerré mis ojos, tratando de calmar mi enojo hacia la profanadora del silencio, y pensé en el la manera mas sutil y tranquila de hacerle perder a ella la cordura seria esa la manera en la que decidí castigarla. Pase de ella y del dialogo por un instante percatándome de la poca protección que llevaba la mujer con voz insoportable.

Dio todo lo que tengas por decir en tu corto guion mal estudiado, al finalizar el espectáculo que tienes montado seré yo quien siga brillando en el escenario.

me dirigí tranquilamente hacia ella como si no me interesara dando 2 pasos hacia delante y tras observarla por unos instantes me di la vuelta quedando de espaldas prácticamente indefenso o dándole a ver eso esperando que hiciera algo que la condenara al eterno silencio de la muerte. Tu mujer que atreves a desafiar el orden y la paz con tus ropas tan llamativas y de mal gusto ¿Esperas que te tome enserio de esta manera? - Me quede en silencio sosteniendo mi espada en mi cintura de espaldas para evitar que se percate de algún contraataque sorpresivo. sabia que el único modo de entender el alcance de su poder era probando que tan fuerte podía golpearme físicamente o con su espada, nada de lo que ella mencionase sobre si misma bastaría para darme una idea. No soportaba a este tipo de personas mucho menos si sus técnicas eran tan llamativas y escandalosas, tenia pensado vengarme por hacerme perder la paciencia que me caracterizaba usando todo mi potencial sin tener el mas mínimo reparo por mi integridad.  
Un día conocí a un hombre se esforzó demasiado por mantenerme en silencio y no vio mas modo que hacerme gritar o mostrar mi resistencia al dolor este tipo era mas fuerte que yo, quien apenas tenia pocos años de existencia en este mundo... Él mismo insistió en preguntar, luego de golpearme hasta la agonía, ¿Acaso no sientes nada, no te duele?... y continuo con....- Jnum hizo un freno a su comentario moviendo su cadera lentamente sin dejar de sostener su espada con ambas manos girando levemente ambos pies en dirección opuesta hacia la derecha. sin volver la mirada hacia ella o girar su cuerpo completamente, de espaldas haciendo notar su seguridad y su determinación por acabar esto lo mas rápido posible no pensaba perdonar a la mujer quien le había quitado todo lo que lo caracterizaba su pacifico ser, "El silencio".

Stats:

Tecnica oculta: