Nuestro encuentro con un ser extraño. Priv. Kyobimaru/haru/Soujiro/.

Amaba los combates por la tarde, por lo general era el momento donde la menor cantidad de individuos se hacía presente por lo que se volvía algo realmente cómodo, nos daba espacio para todo, explayarnos a nuestras anchas de manera libre y que nuestro acero resuene con los movimientos de nuestros brazos. Nos habían enviado a mi y a el capitán Yusei a investigar una fuerte señal de poder espiritual que llegó a los puntos de control de la sociedad de almas, personalmente estaba un tanto entusiasmado pero a la ves mantenía mi guardia alta, lo único que sabíamos era que se trataba de un enemigo poderoso, no de los hollows que uno habitualmente se podría llegar a encontrar por estas áreas, este fue el motivo principal por el cual nos eligieron a nosotros para cumplir con esta tarea y no a otros shinigamis de niveles mas bajos. Caminábamos por uno de los bosques mas lejanos a la ciudad de Karakura, hogar de almas de los viajeros que se solían perder por aquí y que nunca lograban encontrar nuevamente el camino a casa, por mi parte no sentía nada fuera de lo normal y si seguíamos así no me iba a quedar otra que recurrir a los poderes de mi shikai.

Espero que nada nos ataque por la espalda y nos rebane la cabeza sin avisar, realmente sería algo muy triste.

Le decía en tono de broma a el capitán Yusei quien estaba a mi lado, esperando a que algo saliera de algún lado a luchar con nosotros, mantenía mi mano derecha en el mango de mi espada para reaccionar apenas viera algún movimiento extraño, sin duda nuestro enemigo tenía la capacidad de anular o por lo menos ocultar la presencia de su reiatsu en ambiente.

Spoiler:

Era un dia soleado y aparentemente feliz, habia decidido a dar un paseo con Kranz en un bosque muy lejos de la ciudad, no era mas que un simple dia de picnic, solo que con una botella de vino, dos copa, un ramillete de algunas 50 uvas y un queso de cabra para degustar en nuestro paladar. -Veamos Kranz sirve las cosas el sol esta casi ocultandose por lo que estas horrendas aves deben de estar por irse jeje- le dije en un tono amable mientras miraba hacia Kranz hacer lo que le pedi, agarrando con mucha delicadeza mi sombrilla negra tampandome del sol.

-No lo sentiste o solo lo ignoraste?- me pregunto en un tono serio cuando termino de poner las cosas. -Se estan acercando asi que no veo por que salir a buscarlos jejeje- dije en un tono un poco burlon con una sonrisa en la cara. -Estan cerca- sus palabras fueron una alarma, inmediatamente me aviso que venian me sente y acomode en el suelo, Kranz me siguio el jeugo y sirvio ambas copas de vino y saco de la canasta el queso y las uvan poniendolas en la sabana de cuadron rojos y blancos que teniamos tirada debajo de nosotros.  

Poco segundos despues de estar acomodados pude escuchar dos personas acercarse lo cual me llamo la atencion, eran seres espirituales y no de cualquier tipo, sino capitanes , sus haoris los delataba pero yo muy tranquila decidi hacerme la sorda, ciega y muda esperando a que Kranz les llamara la atencion con su apariencia un tanto "peculiar". -Ah que buen vino...-  dije agusta con lo que tomaba tras tomar un sorbo de la copa que Kranz sirvio.

Había sido elegido para viajar al mundo humano, se había detectado un poderoso poder espiritual en el lugar y debía investigar el motivo. La otra persona asignada a la tarea fue el Capitán Soujiro, lo conocía bien, ya que habíamos sido compañeros cuando ambos éramos miembros del onceavo escuadrón. Era bueno poder cumplir con la tarea que había sido asignada contando con el apoyo de un viejo camarada y amigo. A mi parecer habían elegido a la persona ideal para el trabajo cuando solicitaron mi colaboración, me encargaba a diario de la protección del mundo humano, sabía bien como movilizarme en ese entorno.

Caminaba junto a mi acompañante por uno de los bosques de las afueras, antes de ir allí había ordenado que todo shinigami del treceavo escuadrón evitara ir al área, no quería arriesgar la vida de mis subordinados innecesariamente. Mantenía mi guardia alta, al igual que Soujiro, no sabíamos que podíamos llegar a encontrarnos allí. Sonreí ante el comentario que escuche y mire al capitán para luego hablarle.  –No creo que ser decapitado sea una buena experiencia.- Reí un poco. –No podría usar sombrero.- No era algo que usara, tal vez algún día lo hiciera para ver que tal me quedaban. Mi mente estaba desvariando sobre cómo me vería usando un sombrero, lo que hizo que mi guardia se esfumara y apenas me diera cuenta de la mujer que estaba frente a nosotros. La mujer era acompañada por un extraño ser con la apariencia de un niño, no lograba reconocer que eran. Lleve mi mano a la empuñadura de mi zanpakutoh, esta estaba colgando en mi cintura. –Souji ¿Ese chico tiene alas?- Dije mientras señalaba con un dedo a la extraña criatura, había dejado de caminar en el momento en el que los vi. Me mantenía atento, no quería que me tomaran por sorpresa si intentaban algo.

Off rol: