Sound garden

¿Que era eso? ¿Un zumbido? por que era molesto y consistente en especial sobre su oído izquierdo ¿era ya de día? quien sabe ¿cuanto tiempo paso desde la ultima vez que Fuggo salio afuera? quizas unos años, quizas mas. El quien estaba dentro de su laboratorio trabajando poco se preocupaba del tiempo que había pasado o que iba a pasar si es que no salia de su reclusión voluntaria que ya llevaba bastante tiempo en pie. Después de todo ¿a quien le importa? ah claro.. El era uno de eso.. de esos.. ¿capitanes? Si es esa la palabra que buscaba para poder describirse a si mismo, en su cargo debía ser un poco mas atento a las necesidades de las personas en ese lugar o algo por el estilo, pero es que últimamente nadie le llamaba la atencion, ciertamente este mundo parecía hacerse demasiado aburrido fuera de su confiable laboratorio ¿entonces que? bueno no tenia demasiadas opciones mas que quedarse y seguir investigando o salir para ver si algo había cambiado en estos últimos años.

Fue entonces que decidió mejor no salir, el mundo era aburrido ¿para que esforzarse en salir de todas formas? Alzo sus hombros sin darle importancia a la idea , quizas en otros diez años volvería a preguntarse lo mismo y saldría. Fue entonces que camino hacia la mesa de experimentos, reviso las jaulas que habían cerca y noto lo  peor... No tenia mas conejos. Quienes son,actualmente, su fuente de experimentación principal dado a que no salio en bastante tiempo. Noto esto con leve incomodidad y rapidamente cayo en la desesperación de no tener sujetos para experimentar ¿habría cerca algún distraído Shinigami o algo por el estilo? ¿aun era ilegal ir al mundo humano y secuestrar personas? Bueno... Después de todo parecía que iba a ser necesario que saliera de su obscuro laboratorio.

Aun que dudo un poco abrió las grandes puertas y un haz de luz entro tan fuerte que hizo que cayera al suelo y girara en el mismo mientras gritaba. No se esperaba que en diez años de no ver el sol fuera tan fuerte de repente, luego de unos minutos de gritar y arrastrarse en el suelo, se levanto como si nada hubiera pasado. Se limpio la ropa sacudiendo el polvo y comenzó a caminar por el lugar. Que de hecho no estaba vació como se esperaba ya que se encontraban múltiples personas y Shinigamis mas que nada, pero parecían mas doctores que otra cosa.. Claro el era parte de la div de investigaciones, tenia sentido. Algunos lo miraban sorprendidos otros ni si quiera lo habían llegado a conocer, era la primera vez en diez años que salia de su laboratorio y se notaba por el hecho de que los huesos se notaban a simple vista en su estomago o en sus brazos, que cabe aclarar no estaban tapados dado a su vestimenta tan ... extravagante.

Tenia una misión y solo una: Conseguir mas conejos. Y en su lógica trabada y un tanto adormilada por el letargo de diez años en encierro, algo le dijo que el área abierta del lugar era donde los conejos estaban. Ese jardín grande que poseía el lugar lleno de muestras de plantas exóticas y animales extraños recogidos por los años de investigación del centro. Seguramente algún que otro animal mamifero conejil encontraria ¿verdad? No perdía nada en intentar y como ultimo item intentaría pedirlo a un subordinado ¿para eso estaban? quien sabe , seguramente. El solo se quedo en el jardín agachado muy cerca del césped, casi arrastrando su cara por el mismo investigando, buscando huellas, pistas y hoyos donde encontrar futuras victimas, conejos mejor dicho ¿o si eran victimas? bueno quizas ambas, seguramente. Por el momento solo se concentraba en ignorar el mundo y buscar conejos, seguramente no encontraria, vamos ¿cuales son las posibilidades? pero al menos estaba haciendo algo que no fuera destripar a alguien para saber como es por dentro, por ahora.

Llegué al cuartel de la decimotercera división algo cansada después del día que llevaba. Esperaba poder llegar y descarsar un poco en mi cuarto, pero no fue así, unas personas me llamaron impidiéndome ir a mi cuarto y me dijeron que tenía que ir al cuartel de la doceava división para preguntar más información sobre algunos campos. Decidí apuntar todo lo que me dijeron en un papel -¿Y por qué tengo que ir yo?- pregunté algo apenada y molesta, estaba cansada jo ¿ni descansar podía? ellos me respondieron que eran las órdenes y tenía que ir. Suspiré -Está bien, iré ¡Pero luego me tendréis que invitar a una comida, y de las buenas!- dije bromeando mientras empezaba a correr hacia la salida. Al parecer esos shinigamis no estaban al tanto de las bromas que solía hacer, ya que de verdad se creyeron que tendría que pagarme una comida, por lo cual se podía deducir que eran nuevos reclutas, yo me reí un poco por la cara con la que se habían quedado y seguí mi camino.

No me costó demasiado llegar a mi destino, pues por suerte me conocía bastante bien Gote 13 y sabía las ubicaciones de los diferentes cuarteles, o al menos sabía más o menos donde estaba cada uno. Me atendré en el cuartel, pero en ese momento me di cuenta de un pequeño problemilla que podría empeorar mi misión, y ese problema era que no conocía para nada el interior de este cuartel y para mi desgracia su distribución es totalmente diferente a la del mio. Estuve bagando varios minutos por el lugar, así que paso lo iba conociendo. Muchas de las personas que estaban allí llevaban una bata blanca propia del laboratorio, lo que tampoco es que fuese muy raro, dado que aquí era donde se encontraban todos los laboratorios. Muchas de las personas que estaban allí me miraban con curiosidad ¿es que nunca habían visto una teniente de la 13ª división perdida?... no, supongo que mi situación, al igual que yo, no era lo habitual.

Al final acabé llegando a las puertas de un jardín, era muy bonito, y como al fin y al cabo solo daba vueltas decidí salir y tomar un poco el aire. Cuando salí pude ver a un hombre, decidí acercarme a él -Hola ¿busca algo? si quiere le puedo ayudar, estaba buscando algún laboratorio, pero ando algo perdida, así que tampoco es que tenga nada mejor que hacer- dije con una risa nerviosa, no me gustaba admitir que me había perdido -Por cierto, mi nombre es Yami Tanaka, teniente de la 13ª división- me presenté con una sonrisa.

Había sido una larga mañana en el dojo del onceavo escuadrón, como era habitual para nosotros nos pasábamos las primeras horas del día entrenando, desde que me habían encomendado la tarea de ser el capitán del onceavo escuadrón yo me encargaba de dirigir dichos entrenamientos, lo que solía ser un tanto aburrido, no encontraba con quien verdaderamente pudiera pelear, lo que era un tanto desilucionante, en mi escuadra sobraba el espíritu y la fuerza de voluntad, pero eso no siempre alcazaba, habían muchas barreras a las cuales el poder de la mente no podía sobrepasar.
En fin, el día estaba soleado y mis ocupaciones se habían acabado ya, cargaba con mi haori reglamentario de capitán sobre mis hombros y mi zampakuto colgaba de mi cintura, buscaría algo con lo que me pudiera entretener, después de todo no me convocarían a la acción a menos de que se despliegue una batalla importante. Caminaba distraído por el seireitei sin un rumbo fijo, tal ves podría comer algo o confrontar a algún otro shinigami fuerte de manera amistosa, pero algo llamó mi atención, algo fuera de lugar, un conejo blanco estaba saltando libre en las frías calles del seireitei, estaba cerca del doceavo escuadrón y tenía entendido que ellos realizaban experimentos con estos animales, podría devolverlo y conocer a el misterioso capitán del escuadrón de investigación y desarrollo del que tan poco se sabía, era una figura enigmática que hace mucho tiempo no se veía. Arranqué con la punta de mis dedos una larga y afilada astilla de madera ( esta tenía al rededor de 15 ctm de largo y unos 3 de ancho ) de una estructura que se encontraba junto a mi, era una especie de puesto de vendedores ambulantes vacío construido a partir de finos pero fuertes troncos, la coloqué en mi boca, sosteniendola suavemente con mis labios, tenía los ojos entrecerrados mirando a el pequeño conejo, este se había quedado quieto, ya que yo no lo seguía ni me acercaba no se sentía amenazado, respiré profundamente a través de mi nariz y luego exhalé, convirtiendo mi astilla en un poderoso proyectil que atravesó la capa de piel del lomo del conejo, dejándolo clavado contra la pared que estaba a su lado, el indefenso animal pateaba y chillaba asustado, pero yo estaba seguro de que no había tocado ninguno de sus puntos vitales, solo fue como jugar al tiro al blanco con un objetivo móvil.
Lentamente caminé hacia el, arranqué la madera de su cuerpo con mis manos y lo tomé de las orejas,  dejándolo colgar en mi mano derecha, iba a devolverlo a su escuadrón cuando escuché unos gritos cerca de mi, dichos gritos provenían del jardín del sector de investigación y desarrollo, usando mi shumpo escalé la muralla de piedra que dividía la edificación con el exterior, enseguida pude notar dos presencias, a la primera la pude reconocer inmediatamente, se trataba de la nueva joven maravilla del seireitei, la teniente del treceavo escuadrón, solo la conocía de vista, pero por lo que me habían contado era una formidable shinigami con un enorme futuro por delante, podía sentir que su poder espiritual era inclusive superior al mío y la otra ... fácilmente podía darme cuenta que era la fuente de los gritos que había escuchado, pero también era la fuente de otra cosa, de un inmenso poder, su nivel de reiryoku volaba por los aires, podía olerlo como si se tratara de un horrible veneno que amenazara mi vida.  Sonreí emocionado y me acerqué a ambos, era un encuentro casual el cual seguramente no tenía ninguna razón importante, pero sin duda alguna era el encuentro de dos figuras que se habían ganado mi interés.

Aloha teniente Tanaka.- Di un ligero salto para caer sutilmente con la punta de los pies en el terreno del jardín del escuadrón para comenzar a caminar en línea recta hacía los dos shinigamis que tenía adelante.  No pensaba atacar ni ser agresivo, solo quería entablar un poco de dialogo, por ahora, también solté las orejas del conejo dejándolo libre dentro del escuadrón.  Puede presentarme a su amigo? parece una persona interesante. Dije en mi tono normal, amistoso, para nada intimidante con las manos en mi cintura, manteniendo una corta distancia con estos, casi un metro.

Su búsqueda, implacable si se puede agregar, No parecía rendir frutos. No encontraba rastro u pista alguna de el pequeño animal mamífero peludo de cuatro patas herbívoro conocido como conejo. No importaba que se concentrara en encontrarlo o que pareciera serio mientras se aseguraba de que su atencion fuera desviada en absoluto a el cateo de las hierbas o al escrutinio de las huellas animales. Pero obviamente no iba a rendirse dado a que necesitaba al menos un especimen de este animal no obstante, su atencion fue desviada drasticamente por una voz que no llegaba a reconocer.

Aun en el suelo, giro lentamente arrastrandose un poco para poder mirar hacia la persona que estaba ahora de frente a el. Una señorita que se presentaba como una teniente.


Dijo mientras se reía de una manera muy extraña dado a que era entrecortada entre las palabras que decía y de hecho hacia seguramente muy difícil entender sus palabras. Sus manos gesticulaban señalando, constantemente. Pero claro una presentación era necesaria al menos por respeto a que ella le dijo nombre ,puesto y por poco la combinación a la caja fuerte de su hogar, interesante como la señorita no dejaba pasar el hecho de su importante cargo.

-Bueno yo soy un Shinigami, un gusto.

Acoto para volver a girar en el suelo apoyando nuevamente su pecho sobre el césped y continuar su búsqueda, pero nuevamente era interrumpido por una sensación conocida. Un poder espiritual de hecho no tan elevado pero una voz que le llamo su atencion, por ubicación y mas que nada por la seguridad. El hombre que se movía con total confianza con Shunpo aparentemente , dado a la velocidad. Por un momento ladeo su cabeza, pero se puso de pie tan rapido que pareció gracioso el hecho de que perdiera el equilibrio por unos segundos casi cayendo al suelo de cual acababa de levantarse.- Díganme, sinceramente y en serio quiero la verdad..¿Realmente creen que este lugar es de libre acceso?.. Por que estoy casi seguro de que hay que ser de este lugar para entrar como si... Oh dios tu vas a darme ese conejo... Pero tanto conejo para mi. Se apresuro a dar pasos cortos pero rápidos para acercarse al hombre, escasos 4 o menos pasos los separaban ahora mientras extendía ambas manos hacia delante moviendo sus dedos apresuradamente en obvia señal de estar reclamando el conejo.


Decía rapido, muy poca distancia entre palabra y palabra pareciendo casi una rápida y consistente, seguramente molesta, suplica. Y como era de esperarse de el, le era imposible mantenerse callado por mas de unos segundos.- Tu , teniente ayúdame, dile conejo a mi: Bien. No conejo a mi: Mal.- No tardo en replicar a la teniente que se acababa de presentar minutos antes, que aparentemente tenia conocimiento de la existencia de este otro hombre. Seguramente de otro lugar de este gran reino de almas parlantes, por el momento su mirada estaba demasiado fija y clavada en el peludo animal de grandes orejas que parecia asustado de la presencia y la forma de hablar de Fuggo, que ciertamente hacia bien.

Asentí a lo que dijo aquel hombre, tampoco quería revelar un secreto ni meterme en problemas y menos con una persona como aquel hombre, cuyo poder espiritual era enorme. Aunque esto de tener que guardar un secreto podría ser divertido, podría decirle a la gente que sé una cosa que ellos no saben y que no la puedo decir porque es un secreto. Bueno, aunque si lo piensas bien muchas cosas pueden ser divertidas si sbes como hacerlas divertidas, y hacer las cosas más divertidas se me daba bien, no estaba dispuesta a aburrirme nunca.

Después el hombre me dijo que era un shinigami, no era lo que yo llamaba una presentación, pues que era un shinigami es algo que me suponía, yo me esperaba que en dijese algo que me diese mas información, como su nombre o algo parecido, pero no me dio tiempo a preguntar nada, pues rápidamente llegó otro chico, por la rapidez con la que se acerco tuve claro que había usado el shampo. Dicho chico me saludo, parece que me conocía ¿pero de que? Tarde unos segundos en darme cuenta, y cuando me di cuenta me morí de vergüenza ¡Él era el capitán de la onceava división! -Hola, capitán- dije con una pequeña reverencia de cabeza estando algo avergonzada de no haberme dado cuenta antes de quien era.

Me dijo que si podría presentarle a mi nuevo amigo lo siento señor, pero no es mi amigo, solo vine y hable con el por si necesitaba ayuda y lo único que me dijo es que era un shinigami- le respondí. En ese momento me di cuenta de los torpes movimientos del shinigami, al parecer no solo hablaba de forma rara -¿está usted bien?- le pregunte al observar que casi se caía. Luego empezó a decir que solo podríamos entrar aquí si eramos de esta división, me dispuse a responder que yo había venido a buscar información, pero antes de que pudiese hacerlo se fijo en lo que traía Soujiro en la mano, al parecer estaba buscando conejos.

Mire a Soujiro creó que dice que le tiene que dar el conejo, señor- dije al escuchar al otro hombre, no lo había entendido tampoco demasiado bien debido a su extraña forma de hablar -Disculpe ¿podría decirnos su nombre? Es que parece ser alguien importante, pero me temo que no nos conocemos- le dije sonriendo y con algo de curiosidad. Por desgracia era muy curiosa, siempre me lo decían, pero bueno, no le podía hacer nada.

Mire a soujiro por cierto, señor ¿que hace usted por aquí? Parece ser que llegó en el momento preciso, pues al parecer estaba en busca de un conejo- dije refiriéndome al otro hombre. Luego miré al otro shinigami -supongo que ese conejo sera para sus experimentos ¿verdad?- le pregunte sonriendo.

Las cosas se tornaban con un tinte extraño, el poderoso shinigami se estaba literalmente revolcando en el suelo, me pedía desesperadamente el conejo que había traído desde el exterior, mientras que la teniente me hacía de traductora. La primera impresión que ambos me dieron fue un tanto " menos seria " de lo que me esperaba, la teniente tanaka parecía un poco insegura y el otro extraño shinigami parecía rozar la locura, estos aspectos no eran para nada malos, si no que podría llegar a volverlos mas interesantes, personas a las cuales tal ves valdría la pena conocer, tomé el conejo nuevamente de las orejas y se lo lancé a las manos a quien lo reclamaba, su pelo blanco estaba notoriamente manchado con su sangre.

Bien, yo solamente pasaba, no tenía nada mas que hacer, podría decir que mi escuadrón es el menos solicitado de todos, a menos de que un enemigo poderoso invada o se desate una batalla importante en algún lugar del mundo de los vivos o el espiritual no tenemos nada mas que hacer que entrenar. Caminando por allí me llamó la atención unos gritos que escuché, los cuales supongo que eran de alguno de ustedes dos, por lo que vine y de paso traje ese conejo que me encontré en la calle. Sonreí poniendo mi cabeza de costado, mirando fijamente a los ojos de la persona desconocida.- A caso tu eres miembro de este escuadrón? Tu reishi es impresionante, parece incluso mayor que el de la teniente Tanaka, puedo sentirlo claramente.

Hice un segundo de silencio mientras miraba a mi alrededor, no podía notar ninguna presencia, tampoco podría asegurar que hubiera nadie dentro de las instalaciones del escuadrón,  lo que seguramente se daba por que ninguno de los presentes tenía una fuerte presión espiritual.

Creo que olvidé presentarme, mi nombre es Soujiro Seta, capitán del onceavo escuadrón de protección de la sociedad de almas, mucho gusto. Dije haciendo una corta reverencia al frente, manteniendo los brazos al lado de mi cuerpo. Quiero contactarme con algún miembro importante de este escuadrón para consultar algunas cosas ... Y teniente se me acaba de ocurrir que podría llegar a ser interesante un viaje a el mundo de los vivos, tal ves podramos luchar contra algunos hollows allí, me encantaría que me acompañara, ya que sin su autorización no podría ir allá, claro debería ser mas tarde, preferiblemente en la noche.

Luego de un proceso de silencio donde prácticamente ignoro todo lo que dijeron por el simple hecho básico de que lo único que le importaba ahora mismo era ese conejo, se pudo notar su alegría cuando el hombre arrojo al conejo a sus manos, no obstante el conejo cayo al suelo y mas o menos unos 6 segundos despues Fuggo intento atraparlo, pero claro ya había caído al suelo y solo hizo un intento a la nada mientras el conejo volvía a correr en el césped del lugar. -¡Maldita descincronizacion temporal!- Dijo mientras se daba vuelta para empezar a perseguir al pequeño animal peludo por el lugar, escucho las palabras de los dos pero ciertamente hizo caso omiso a las mismas mientras intentaba atrapar a este espécimen necesario para el. Aun que claro no tardo demasiado en atraparlo y con el animal en sus brazos, se noto mas relajado, de hecho pareciera que ya era una persona diferente dado a que de repente se noto absolutamente serio en su mirada hacia las personas que se encontraban ahora al menos a unos 3 metros de el ya que se alejo para atrapar al animal.

-Ah si, Reiatsu necesario para controlar el tiempo: Alto, nadie puede superarme en eso quizas igualarme ¿superarme? imposible.

Empezando a hablar realmente rapida, acoto sin esperar mucho a una respuesta.

-Ya les dije soy un Shimdinagui como ustedes.

Obviamente pronuncio por lejos muy mal esa palabra ,pero casi sonaba como si lo dijera bien. Lo peor es que lo dijo increíblemente seguro como si no se hubiera equivocado en lo mas mínimo de ello. Con el conejo en su mano derecha sosteniéndolo como si fuera una bolsa comenzó a caminar hacia el pasillo que llevaba fuera de este jardín. -¿Que hacen aquí?, no tiempo para perder hablen rapido, concreto y preciso.- En su parte el hablaba rapido pero se le podia entender si se estaba atento a cada palabra que dijera. Su paso era corto, daba pasos realmente cortos pero a rápida velocidad. No se preocupo en el hecho de que quedaran atrás o que no lo siguieran, tampoco seria raro que hablara solo pero es que ahora que poseía el conejo no tenia nada que hacer afuera de ese lugar.

Comenzó a caminar hacia el único lugar de este sitio que le agradaba :Su laboratorio. Mientras arrojaba al conejo hacia arriba y lo atrapaba en sus manos nuevamente mientras seguía caminando apresurado hacia las grandes puertas de su laboratorio. Al entrar estas se abrieron sin necesidad de que el hiciera gesto alguno y permanecieron abiertas tras el, podrían pasar si es que querían seguirlo pero no había luces ahí dentro y todo estaba bastante oscuro a excepción de la mesa de experimentos y alguna que otra lampara pequeña que iluminaba lugares donde se veía algún que otro manchon de sangre y utensilios de experimentación. Una vez dentro no tardo en poner al pequeño conejo sobre la mesa de experimentos y lo aferro con pequeñas cuerdas para que no pudiera escaparse de su lugar, seguramente iba a comenzar en breve con sus asuntos.

Souji me respondió, al parecer se había pasado por aquí porque no tenía nada que hacer. Yo lo entendía, cuando no tengo nada que hacer siempre busco algo rápido para no acabar aburriendome, la gente dice que no para quieta ¿y que? al menos así no corro peligro de aburrirme, como esa gente que solo está quieta y se aburre un montón, no sabía como era gente era capaz de soportar esos niveles tan extremos de aburrimiento, aunque supongo que también era yo que no soportaba aburrirme ¿quien sabe? tampoco me iba a romper la cabeza con eso.

A aquel shinigami desconocido se le había caído su conejo y lo estaba intentando atrapar, por lo cual supuse que no nos estaba haciendo ningún caso a Soujiro ni a mi. Aquel shinigami era un tanto extraño, su poder espiritual era muy alto, pero se movía y hablaba de una forma muy extraña ¿a que se refería con desincronización temporal? ¿era lo que usaba para decir lo torpe que era? o mi capacidad para entender era muy baja o lo era su capacidad de expresión, pero de todos modos hablaba de forma rara. Aquel shinigami tardó un rato en atrapar al conejo, pero cuando lo hizo su semblante cambió por competo y nos miraba a Souji y a mi de una forma fría. Luego volvió a decir que era un shinigami -Eso no es el nombre- dije susurrando mientras suspiraba, supongo que con shinigamis como aquel no se podía entablar una conversación normal.

Miré a Souji al escuchar su idea -Claro, me parece una buena tiene mi permiso para ir al mundo humano, pero con una condición, tengo que ir yo con usted por si acaso hace falta hacer algún funeral del alma, y por favor, no cometa ninguna locura, que si algo pasa la que se responsabiliza soy yo- dije lo primero sonriendo y lo segundo con algo de preocupación, a demás era un rango mayor que yo y no estaba acostumbrada a decirle eso a ningún capitán, pero en serio no quería meterme en líos -Por cierto, me puede tutear si quiere, yo soy menor que usted en edad y rango- le dije recuperando mi tono alegre.

En ese momento me di cuenta de que e shinigami desconocido se alejaba -¡Eh! ¡Espere!- dije algo molesta. Miré a Soujiro -Perdóneme, capitán, pero me enviaron aquí en busca de información y creo que ese sujeto es el adecuado para preguntarle- le dije con tono de disculpa. No quería faltar el respeto a un superior aunque fuese de otro escuadrón, el único con el que a veces bromeaba era con el capitán de mi escuadrón, pero con ninguno más.

Seguí a aquel shinigami hasta llegar a una habitación muy oscura donde tenía un montón de herramientas de laboratorio, yo anduve con cuidado para no tropezar con ninguna, tampoco quería montar un desastre. El sujeto empezó a prepararlo todo para su experimento, pobre conejito, lo iba a pasar realmente mal a partir de ahora. Aunque podía ver poco, podía ver perfectamente que aquel conejo estaba asustado, muy asustado. Me seguí acercando hasta que estuve a una distancia suficiente para hablar -Disculpe, pero usted parece una persona interesante y su laboratorio tiene un tamaño considerable ¿podría decirme quien es usted? me refiero a algo que no sea que usted es un shinigami, eso lo sé de sobra- le dije con un semblante más serio, pero mi voz sonaba algo tranquila y alegre ¿que le podía hacer? era mi tono de voz natural.

La teniente Tanaka había accedido a mi petición, se mostraba amable e inclusive se había ofrecido a acompañarme únicamente para satisfacer mis ganas de alguna pelea, la pequeña comenzaba a agradarme, si su capitán no se ponía en contra la molestaría seguido, la sociedad de almas a veces se volvía aburrida, el mundo de los humanos donde se producía la mayor cantidad de encuentros entre los distintos tipos de seres espirituales era un lugar mas entretenido. Me pidió que la tratara de manera informal, por lo general prefería seguir usando los códigos naturales entre los shinigamis de rangos superiores, pero esta ves haría una excepción, después de todo esta chica sería una especie de solución a uno de los estigmas mas importantes de mi vida, la monotonía. Está bien, prometo comportarme como debo, tu nombre ? o prefieres que te llame Tanaka chan? a mi puedes llamarme Souji, Soujiro o como quieras. Dije con una sonrisa mientras nos disponíamos a seguir a el el extraño shinigami del escuadrón doce, supongo que como no se sentía para nada hostil, no nos preocupabamos aunque nos guiara por un lugar oscuro en el que poco podíamos ver, despejaba mi camino pateando las cosas que se me atravesaban por delante, no enviandolas lejos, solamente corriendolas para poder pasar. A donde estaba yendo? estaría consiente de que lo seguíamos?, en realidad yo no tenía ningún tema que hablar en el escuadrón de investigación y desarrollo, simplemente quería saber mas de este shinigami con enorme poder espiritual y mas aún quería llegar a conocer a el lider de este escuadrón, seguramente podría ayudarme en algún futuro.La cosa amarró a el conejo a una mesa, parecía que le realizaría alguna cirugía, seguramente sería un espectáculo interesante, coloqué mi codo sobre el borde de la meza mientras apoyaba mi cabeza sobre mi mano, miraba a el shinigami con atención esperando a que pusiera manos a la obra. Nos mostrarás algo interesante ? Dije con una gran sonrisa, estaba contento, la ciencia siempre había llamado mi atención,ya cualquier cosa podría llegar a pasar, solo podía llegar a intuir por los manchones de sangre de las paredes que el pequeño roedor no iba a pasarla bien.

Por un momento le sorprendió la confianza del Shinigami que se proclamaba capitán dado a que se apoyaba sobre su mesa de experimentos como si fuera de el, como si fuera lo mas normal, Como si no le molestara en lo mas mínimo. Por un momento la mirada de ojo verde y violeta se poso sobre el hombre que parecía lo mas cómodo preguntando que es lo que le iba a mostrar, subiendo una ceja abrió levemente la boca y negó lentamente con su cabeza solo para alzar su voz levemente así estar seguro de que ambos le escuchara.

-Ustedes dos tienen serios problemas de respeto sobre zonas personales, primero entran al lugar sin permiso, luego me siguen a mi laboratorio cuando no les dije que lo hicieran... Realmente debe ser algo especial soportarlos en la vida cotidiana ¿verdad? por ejemplo ¿me dejarían ir al baño sin estar mirando?

Aun que sus palabras seguramente no importarían en lo mas mínimo estos sujetos parecían disfrutar de la invasión a la intimidad ajena de los Shinigamis de este escuadrón. Pero se escucho la voz en tono serio de la señorita, aparentemente se había hartado de que el no diera nombres o rangos ¿si tanto molestara no le parecía raro seguirlo para todos lados? Pero bueno, había disfrutado de su anonimato lo máximo posible dado a que seguramente le llevaría a problemas continuar con su juego de identidades y palabras. En especial contra el Capitan America y Bucky. Fue por eso que de hecho primero dudo, comenzando a titubear y a hacer ruidos extraños mientras se daba vuelta para mirar hacia atrás. Empezó a girar su dedo en duda sobre decirlo o no , pero se iban a dar cuenta de todas formas, uno venia buscando información y otro estaba para conocerlo se iban a dar cuenta o lo iban a oír en algún punto del dia. -Panacotta Nerencia Fuggo Di Giotto, es que a algunos nos gusta no gritar nuestra importancia para los Shinigamis como primera cosa, de hecho Señorita parece bastante presumida cuando lo primero que dice es : "Soy teniente"... Muy pomposo.- Con sus labios se pudo escuchar que hizo un *Plop* Antes de volver al conejo mientras que con su dedo indice parecía dibujar sobre el peludo abdomen del animalito, casi parecía que jugaba con la pancita del animal pataleante. No obstante estaba mas que atento a marcar con su memoria los diferentes puntos del animal necesario para su investigación.

- Ey capitancito, eres nuevo no fui a la fiesta de bienvenida estuve un poco... ¿Ocupado? si de todas formas puse unos tóxicos en las bebidas de esa noche para concerté un poco mas, si vomitaste un poco esa noche si , mi culpa pero fue bueno para saber que eres muy fuerte físicamente.

Hizo una pausa y le miro con su ojo izquierdo cerrado y susurrando.

-Pero deberias entrenar mas tu energía espiritual.

Al final nuevamente hizo el mismo gesto con los labios pero esta vez se alejo de la mesa solo para acercarse a la pared y luego de golpear mas de doce veces la pared en diferentes lugares encontró el interruptor de la luz. Una vez encendido se pudo ver el desastre desordenado de lugar y que solo la mesa de experimentación ademas de unos dos o tres lugares mas eran los únicos donde no había casi rastros de sangre, ya que el resto del lugar estaba completamente lleno de esto. No obstante Fuggo comenzó a alzar su voz mientras que se tocaba el oído izquierdo. -¿Entonces que quieren?.. ¡Maldita sea ese estúpido zumbido!- Decía mientras con palma abierta se golpeaba la cabeza repetidas veces, sinceramente no entendía como estos dos sujetos no se molestaban de ese zumbido que había en su cabeza ¿o era algo que solo el escuchaba?, fuera lo que fuera eso no iba a evitar que volviera a la mesa de trabajo donde levanto un pequeño elemento, muy parecido a una aguja. Y parecía apuntarla sobre el ojo izquierdo de la cabeza del conejo.

A Souji le pareció bien lo de que me tutease -Está bien, te llamaré Souji ¿porque no te importa que te tutee yo también, no?. Y me puedes llamar Yami- le dije con una sonrisa. Lo cierto era que este capitán me caía muy bien, era muy simpático.

Soujiro me siguió, pero él o tuvo cuidado de no tirar las cosas del laboratorio, pues a cada cosa que se le interponía en su camino la pateaba, lo que hizo que llegase a la mesa algo antes que yo. Aunque aquel shinigami se merecía que le diese patadas a cada cosa que encontraba, se estaba comportando de una forma muy antipática -Bueno, en realidad yo sí tengo permiso para estar en el interior de este escuadron- le respondí -Y obvio que no iríamos con usted al baño- le dije algo sorprendida, no me esperaba que dijese eso ¿que se creía que éramos? nosotros solo buscábamos información, nada más, pero parecía que este shinigami no lo entendía ¡Nos estaba tomando el pelo!

Al fin aquel shinigami nos dijo su nombre, el cual era verdaderamente muy raro, era Panacotta algo, a mi eso me sonaba a pan. Pero lo que me molestó fue lo que dijo después -Yo solo intentaba presentarme como es debido- dije algo ofendida y enfadada por lo que ese pan había dicho -Y tu nombre me suena a pan, seguro que no lo querías decir por eso- le dije para molestarlo un poco. No quería ser la única molestada, por eso le devolvía la jugada, quien las pide las recibe como se suele decir.

Luego empezó a hablar de forma que no logré entender ¿cómo que no pudo ir a la fiesta de bienvenida?. Miré confusa a Souji -Souji ¿sabes de lo que está hablando? porque yo no me entero de absolutamente nada- le pregunté con una mezcla de confusión y curiosidad. En serio que ese tipo era bien raro y hablaba de forma casi inentendible, como si estuviese hablando en un idioma parecido al nuestro pero con el orden de las palabras totalmente alterado.

Luego le empezó a decir que era fuerte, pero su poder espiritual era débil -Panacotta, debería respetar a Souji, él es capitán, es de un rango superior- le dije al shinigami. No podía ser que faltasen al respeto a un shinigami de rango superior como lo era Souji.

Sonreí cerrando mis ojos y tapando mi boca, este shinigami intentó ofendernos o por lo menos eso pareció y la teniente Tanaka había caido ante esto, me resultó un tanto tierno, si tan solo nos hubiera pedido que nos quedaramos afuera lo hubieramos echo, por lo menos no estaba en mi el querer "invadir" otros escuadrones, pero el esperó a que llegáramos adentro para decirnos esto, a lo mejor quería que lo siguiéramos pero no quería admitirlo, o simplemente quería pelear con otros. La mente humana era un enigma, mas la de este hombre que parecía bastante perturbado, me daba la impresión de que era bastante sabio y culto, sin embargo también parecía presentar algunas actitudes un tanto inmaduras propias de un niño, como sería a la hora de pelear? una persona impulsiva ? alguien que se dejara llevar por la ira ? un miedoso ? alguien especulador ? o un verdadero guerrero? ... En algún momento debía probarlo, seguramente sería una experiencia increible el lidiar con su enorme presión espiritual. Seguía las conversaciones que se estaban llevando a cabo sin levantarme de donde estaba, observaba a el pequeño conejo que cada vez estaba mas nervioso, si el pequeño animal sobrevivía le pediría a Fuggo el poder llevarmelo a mi escuadrón.

No te preocupes Yami chan, no me ofende, puede que tenga un poco de razón en lo de que estamos invadiendo su espacio personal, tal ves sea un poco mas tímido de lo que parece y si Fuggo de gioto san, mi presión espiritual es una o la mas débil de la sociedad de almas, no se por que será, pero esa es una rama en la cual no puedo progresar, pero realmente me vendría bien el aumentar mis cantidades de reiryoku, tal ves una porción de tu poder podría ayudarme ...

No desviaba mi mirada del conejo, quien parecía ya haber aceptado su muerte, puesto que había dejado de patalear, simplemente se había quedado quieto esperando, podía sentir como ya había perdido su espíritu de lucha. Por mi parte esperaba impaciente ver que tipo de índole tendría este experimento, que podría hallar el shinigami Pannacota en los ojos de este roedor ?.

Muy tranquilo aun mirando al conejo fijamente, con ese extraño instrumento en mano escucho lo que la mujer decía, la miro seriamente y negó con su cabeza.

-Pensé que eras cortita de mente.. pero no tanto.. ¿Pan? ¿Es realmente lo mejor que se te ocurre?

Mordió su labio repitiendo el gesto de negra con la cabeza. No obstante aun quedaba un pequeño item a discutir -Y para que sepas..-Menciono al aire, libre de si quiera intención de decirlo.

Mencionado este tema, solo pudo notar que el capitán tampoco sabia quien era el, Bueno aparentemente hoy se encontraba rodeado de personas que no llegaban a ... Alcanzar cierto nivel cognitivo. No iba a remarcar mas de lo necesario este hecho claro pero le parecia tan raro que ambos dos siendo de cargos influyentes en la sociedad de almas no lo conocieran, dado a que a pesar de haber estado encerrado unos cuantos años el era el fundador de este mismo lugar, hasta su nombre estaba en la entrada o eran ciegos o les gustaba jugar a ser tontos. -Bueno veamos capitán, dudo que pudiera ayudarte dado a mi nivel espiritual si liberara mi espada para ayudarte, con tu nivel actual pues te desmayarías por la presión espiritual.- Fue entonces que simplemente clavo este extraño instrumento en la pancita del conejo hundiéndolo cuanto pudo y lo retorció un poco solo para jugar con el animal, finalmente el mismo parecía haber muerto.

-¿¡Ahora quien quiere ver un truco!? Solo tienen que poner sus manos en mis hombros y verán la maldita magia!- Alzo su vos fuertemente en un tono bastante alegre y circense, dejando sus pulmones vacíos de aire, no obstante rapidamente volvió a hablar en un tono realmente rapido y serio.-En serio tienen algo así como 10 segundos para poner sus manos sobre mis hombros o se van a morir...- Alzo sus cejas con el conejo en su mano derecha mientras que su mano izquierda libre tenia el pulgar hacia arriba y el indice apuntando al conejo, esperando que pusieran sus manos sobre los hombros de el , o no. Realmente solo había bromeado con lo de morir aun que lo dijo en un tono exageradamente serio y creíble. Solo que si no ponían sus mano sobre sus hombros se iban a perder algo bastante gracioso.

Miré mal a Panacotta, que nos estuviese tomando el pelo aún pasaba ¡Pero no que me insultase! -¡Oiga, tampoco es para que me insulte! y para su información tarta de crema con fresas es peor que pan- le dije algo molesta al principio, pero con tono de burla al final. Pan aún era algo pasable, pero es que tarta sonaba totalmente ridículo, aunque mirando el lado bueno de todo esto ya tenía una forma de llamarlo cuando lo quería molestar a pesar de que molesta r a ese shinigami no sería fácil, pero al menos pasaría el rato, a demás que no me caía tampoco demasiado bien.

Souji afirmó lo que había dicho Fuggo -Lo siento, Souji, es que eres de rango superior y no estoy acostumbrada a que un shinigami le diga eso a un capitán- Le dije disculpándome al capitán de la undécima división. Miré a Fuggo al escuchar su respuesta, quería decir que eso no era verdad, pero no podía, lo cierto es que había gran diferencia de poder espiritual entre esos 2 shinigamis. Fuggo tenía como 4 veces más poder espirutual que Souji y el doble que yo.

Abrí los ojos sorprendida ante las palabras de Fuggo ¿Morir? ¿Nos iba a dejar morir? No creía que fuese para tanto, seguramente sería una broma de mal gusto. Suspiré y puse mi mano sobre su hombro, al fin y al cabo si lo había dicho sería por algo ¿que era la magia que decía que nos enseñaría? -¿De que magia se trata la que nos enseñará, señor "tarta de crema con fresas"?- le pregunté para fastidiarle un poco, era muy divertido fastidiar a la gente. En ese momento me fijé que el conejo había dejado de moverse -Creo que el conejo está muerto, podría haber tenido más cuidado y darle un poco de anestesia al pobre para que no sufriera tanto- Le dije a Panacotta sin quitar la mirada del pobre conejo -A demás no es que haya tenido unos buenos últimos momentos de vida- Dije algo disgustada, puede que fuese algo tonto, pero al fin y al cabo un conejo también es un ser con alma, y al menos se merecen que lo traten lo mejor posible, aunque sea para examinarlo.

Miré a Souji y luego al shinigami raro ¿Que clase de magia nos enseñaría? Esperaba poder salir viva y entera de aquí, me gustaría poder llegar a mi escuadrón más tarde sin tener que pasar primero por el cuarto -Por cierto Souji, a mi este hombre no me parece muy tímido- Le dije por lo que había dicho un rato antes.

Off:

Con unas pequeños saltitos me posicioné al lado de Fuggo y puse suavemente mi mano sobre su hombro, alguna maldad nos tenía planeada, pero jugaría su juego, tal ves así se sentiría menos solo o simplemente le sacaría una sonrisa. No me subestime taicho, puedo llegar a ser muy fuerte - Dije manteniendo mi mueca alegre, luego volteé a mirar a la teniente Tanaka. Para mi si lo es, aunque se está esforzando por superarlo, ves que estaba encerrado solo en su cuarto? eso en parte debe ser por que le tiene miedo a el exterior y a las demás personas, no creo que alguien del escuadrón doce quiera limitarse solo a lo que hay dentro de su escuadrón, aunque para mi este lugar es realmente interesante, me intriga el saber que pueden hacer con las almas de estos animales, tiene que ser algo realmente importante como para torturar un alma inocente. Mis pies se aferraron al suelo dicimuladamente, estaba listo para reaccionar ante algo inesperado y dañino, si mis cálculos no me fallaban con un shumpo podría ser capaz de tomar a Yami por la cintura y salir corriendo a través de la puerta principal,no debía precipitarme, aunque posiblemente todo aquí sea peligroso, hasta su hombro ... No dejaba mostrar ninguna seña de que la tensión se apoderara de mi cuerpo, pero estaba preparado para reaccionar. Adelante señor pastel de frutillas, muéstrenos su magia. ¿Podría llamarme yo un paranoico o sería normal el que mi cabeza volara con la presión de este ser volando en los aires?. Respiré de manera inenterrumpida a través de la nariz y luego liberé ese aire sin hacer ningún tipo de mueca y de manera calmada, lo mas probable es que solo se quiera divertir con nosotros de manera poco agradable pero amistosa.

Realmente no podia esperar demasiado a que estos dos le tomaran los hombros, solo tenia diez segundos para hacerlo. Por suerte para ellos tomaron su hombro, ciertamente esto era un experimento y anciana saber que iba a pasar, entonces lo hizo. Arrojo el conejo muerto hacia el aire y como si fuera una pequeña pistola sus dedos "dispararon" al conejo que exploto pero no totalmente, no se podria explicar como o por que pero instantaneamente se encontraba el en frente de su conejo aun vivo con el instrumento aun en mano estando a punto de apuñalarlo como previamente.-¡Oiga, tampoco es para que me insulte! y para su información tarta de crema con fresas es peor que pan-Exclamo instantáneamente , al mismo tiempo que la mujer lo decía, el sabia que iba a decirlo, claro paso 10 segundos antes. No obstante ellos dos no mostraban señal de haber pasado el mismo efecto.. claro.. Ellos no estaban conscientes , así no funcionaba su bomba. Al menos ahora lo sabia. No obstante ahora detrás de ellos había un conejo muerto y quemado, literalmente explotado el cual miro y señalo.


Entonces volvió su mirada hacia la mujer que seguía hablando.

-¿Sabes cortita? hace 10 segundos habías sido un poco mas cool... Pero ahora...

Negó con su cabeza liberando al pequeño conejo que estaba vivo el cual se fue corriendo, seguramente escapaba una vez mas. Lo permitiría por ahora. Y se acerco al que estaba quemado en el suelo, muerto obviamente. -Yo también me escaparía si me hicieran verme a mi mismo quemado así jaja Uuuuhhhh.- Se limpio una lagrima del ojo ¿realmente encontraba eso tan gracioso? aparentemente. Suspiro finalmente y se froto los ojos, era momento de pedir explicaciones y ponerse serio ante cada tontería que había hecho y dicho los últimos minutos.


Era aburrido tener que admitir su cargo , pero no importaba ya se había divertido lo suficiente. Si estaban en este lugar por algo debia ser, al fin y al cabo era tiempo de "hacerse cargo de sus responsabilidades" y atender a las dudas de estas dos personas con las que había bromeado ya demasiado, obviamente esto no significaba bajo ningún punto que iba a detenerse sobre bromear pero al menos ahora iba a ser un poco mas serio con lo que necesitaran ¿verdad? Posiblemente.

Miré a Fuggo con cara extrañada ¿De que estaba hablando? No recordaba ninguna magia, seguro que ese hombre estaba perdiendo cada vez más la cabeza, como siguiese encerrado en este laboratorio por más tiempo se volvería loco de verdad. Me negué a decirle nada, seguramente me volvería a insultar, y si perdía la cabeza lo podía llamar loco, aunque eso no estaba bien ¿Que debería hacer? No quería hacer cosas malas, pero es que el señor tarta se portaba mal conmigo. Mas mi cara se volvió aún más confusa cuando dijo que hace 10 segundo había sido más cool -¿De que está hablando?- Pregunté al fin, no aguantaba más la intriga ¿De verdad se estaría volviendo loco? ¿O es que estaba pasando algo de lo cual no estaba enterada.

Pude ver como dejaba el conejo escapar corriendo y como se acercaba a otro ahora muerto en el suelo. Me sorprendí mucho al verlo, no recordaba que ese conejo estuviese allí antes -¿De donde salió ese conejo? no recuerdo haberlo visto antes ahí- Dije sorprendida -¿Y como que ese conejo y el que se escapó son el mismo? ¿Los clonó?- Añadí algo confundida ¿Que acababa de pasar aquí?

Luego se presentó. Mis ojos se abrieron como platos al escuchar sus palabras -¿Es usted el capitán de la división?- Pregunté algo sorprendida, lo había escuchado perfectamente, pero ese dato me había tomado por sorpresa -Siento mis faltas de respeto anteriores, señor- Dije con un intento de que no me odiase tanto, no me apetecía ganarme el odio de los capitanes. Luego me dispuse a responder su pregunta -Bueno, yo vine por orden del capitán a buscar más información sobre nuestros enemigos- Le respondí sonriendo. Ahora que sabía que era el capitán no lo llamaría siempre "pan" o "señor tarta", pero de lo que no se libraría sería de mis bromas.

Miré a Souji, me preguntaba si él también se habría sorprendido por el dato que nos acababan de dar -Souji ¿Por qué si Fuggo es capitán no apareció a ninguna reunión y no se dio nunca a conocer?- Le pregunté con curiosidad, él era capitán, así que algo tendría que saber ¿no?

Acababan de suceder una serie de echos increíbles, cosas que no podía comprender y que tampoco me esforzaría en entender, solo podía decir que por lo visto había sido afectado por un misterioso poder, sería esta extraña situación el poder de fuggo san? si así fuera en algún momento este tendría que haber liberado su zampakuto, sin embargo nunca sentí ningún aura diferente a la que venía sintiendo desde que llegué. Lo único que podía decir es que había sido algo impresionante, este se presentó como el capitán del doceavo escuadrón, lo que en parte era un alivio, el saber que no había alguien mas fuerte que el en el doce era tranquilizante.

La verdad que no tengo ni idea Yami, como te dije supongo que debe ser por que es un tipo tímido, para serles sincero a ambos yo no tenía ningún motivo para estar por aquí, simplemente quería curosear un poco.

Dije con mi sonrisa descriptiva mientras mantenía ahora una distancia de unos pocos centímetros del capitán del doceavo, ya no tenía mucho que hacer en el lugar y personalmente prefería irme a dormir, lo bueno es que por lo menos ahora conocía a otro capitán, el mítico Pannacotta Fuggo del que tanto se hablaba, en las reuniones del seireitei.

Bueno chicos, tengo que irme, hoy llega un nuevo miembro a mi escuadrón, por fin tendré teniente y estoy un tanto emocionado jaja.

Empecé a marchar hacia la puerta irme a mi escuadrón, acababa de recordar la carta de esta mañana en la cual me reportaban la llegada de un nuevo miembro del onceavo, tenía que marcharme cuanto antes para preparar todo. Recuerde lo que me prometió teniente Tanaka y capitán Fuggo un gusto conocerlo, hasta luego!. Dije para marcharme de la sala caminando tranquilamente.

Se despertó su curiosidad y se rió de manera bastante malvada al escuchar las disculpas de la cortita, era gracioso como se acordaba la cadena de mando. De hecho, que conveniente por fin a Fuggo le servia la cadena de mando para algo. Pero claro el señor capitán se retiraba, este hombre que había llegado por curiosidad ahora se iba del lugar Fuggo, hizo una pausa y sonrió al escuchar sus razones para partir. Mientras decía las razones, el simplemente sonreía mirando hacia otro lado bastante concentrado en no hacer nada.

-Si puedes traerme una muestra de sangre y lagrimas de esa mujer podría darte mis agradecimientos, en serio...


Pero claro, no se dio cuenta si no hasta que el hombre se alejo que el se iba a quedar solo... Con la mujer... Instantaneamente empezo a correr al hombre y se tiro al suelo rogando una vez este abandono el lugar.


Empezó a señalar a Yami.

- No quiero morir aun, no a las manos de esta mujer! me va a contagiar sus germenes!


Obviamente esto era acompañado por un dramático llanto desconsolado y su voz quebrándose. Se revolcó en el suelo unos segundos mas hasta que solo se quedo acostado mirando hacia arriba sin decir nada mas, quedándose completamente quieto, luego de unos minutos simplemente se puso de pie como si nada hubiera pasado. -¿Entonces que quieres tu? ¿quieres dinero? Te puedo prestar dinero...¿Quieres... Drogas?...- Cuestiono por ultimo acercándose rapidamente hacia ella , mirándola muy sospechoso y esperando respuesta de su parte, Obviamente no tenia drogas... ¿O si?... Respetaba nulamente el espacio personal en este mismo momento dado a que su mirada por poco y estaba a centímetros de ella. Pero finalmente solo se alejo mientras volvía a su mesa de estudio.

-Vete ahora mismo, ocupado , asuntos.. .Que no te importa, ¿tu presencia?: Innecesaria.

Agito su mano un par de veces indicándole que se fuera y volvió a la mesa de experimentación donde abrió una pequeña caja en la que empezó a trabajar, no dijo una palabra mas, ni si quiera volvió su mirada hacia la mujer. Dejo en claro que no necesitaba que esta mujer estuviera presente, claro aun que lo dijo increíblemente rapido pero claro, palabras necesarias pero nada mas.- Adios Cortita.- Ultimas palabras antes de que se pusiera sus lentes oscuros y pequeños con los cuales trabajaba. Las luces comenzaban a apagarse en el lugar, le convenía a la señorita retirarse lo mas pronto posible.

Souji se había ido -Chao Souji, que te vaya bien. Y no te preocupes, no lo olvidaré- Le dije sonriendo. Este capitán me había caído muy bien, no era como yo me esperaba para ser el capitán de la 11. Mientras tanto Fuggo estaba haciendo un numerito de niño pequeño. Lo miré extrañada, un adulto no se comportaba como él. No pude evitar reirme un poco hasta que escuché lo que dijo ¿Que yo tenía gérmenes?  -Oye, que no tengo gérmenes, eso lo tendrás tú por estar todo el día en este laboratorio infestado de yo que sé- Le dije molesta, yo no tenia gérmenes mortíferos ni nada de eso. Lo miré más extraña cuando volvió a hablar ¿De verdad me estaba preguntando si quería drogas? ¡Claro que no quería! -No quiero nada de eso- Le respondí una vez se había alejado un poco de mi, en serio este hombre era muy raro.

Me dispuse a irme cuando escuché sus últimas palabras, no es que a mi me apeteciese quedarme mucho más tiempo aquí. Empecé a marcharme cuando escuché sus últimas palabras -Chao, Fuggo. Y no eres muy adulto al pelearte con una niña de 14 años- Fue lo último que dije antes de irme. Había decidido tutearle por todo lo que me había insultado, sabía que era de mala educación tutear a un superior, pero es que Fuggo me había sacado de mis casillas.

Seguí avanzando hasta llegar a mi escuadrón, el día de hoy había aprendido que el capitán de la 12 no me caía bien, pero que por el contrario el capitán de la 11 era una persona muy simpática y agradable.