Meeting new people (entrenamiento) [Priv. Izumi]

Me encontraba en la sala de entrenamientos supervisando a los shinigamis que allí se encontraban -¡Venga chicos, a dar lo mejor de nosotros! ¡Demostremos que somos dignos de la protección del mundo humano!- dije con alegría para animar a todos. A mi también me gustaría poder entrenar como ellos, no es que no me gustase supervisar, pero es que eso no era tan divertido. Me senté en una silla que era lo suficientemente alta para poder ver a todos los shinigamis que allí se encontraban. Poco tiempo después pude ver que un shinigami estaba atacando demasiado fuerte a su compañero, el cual ya se había rendido a causa del cansancio. Usé mi shumpo para llegar rápidamente a donde se encontraban y detuve el próximo golpe de aquel sujeto -No sigas más, busca otro compañero y sigue entrenando ¿sí? él ya se rindió, así que está fuera del combate- le dije con gesto amable y alegre, pero aún así autoritario. Agarré al chico del suelo por la mano y lo ayudé a levantarse. Él me miró con vergüenza, seguro que sabía que no debía haberse rendido, yo le sonreí para que no se preocupase -Mira, sé que a veces piensas que no vas a poder más, pero nunca te puedes rendir, si esto fuese una batalla real estarías muerto, los Hollows no tienen compasión y si te rindes cuando crees que no puedes más estarás perdido de verdad, lo que tienes que hacer es luchar con todas tus fuerzas y aunque creas que estás agotado y que no puedes seguir vuelve a levantarte y lucha de nuevo, así podrás ganar- le expliqué con una sonrisa mientras le ayudaba a sentarse y trataba sus heridas.

Miré de nuevo al grupo de shinigamis que estaban entrenando, todos parecían ya cansados -¡Muy bien, chicos! ¡Ahora descansad un poco y reponer energías, luego seguiremos con el entrenamiento!- les dije a todos sonriendo. Todos los chicos se fueron yendo del lugar hasta que quedó la sala de entrenamientos bacía, al final hoy tampoco entrenaría, y eso no me gustaba nada, sabía que mi obligación era proteger a los de rango menor ¿pero eso significaba que no podría mejorar yo? necesitaba entrenar, y es cierto que en mis tiempos libres lo hacía, pero no me llegaba, yo quería medir mis fuerzas con alguno de los shinigamis de mi escuadrón para ver cuanto habían mejorado, pero supongo que eso no era posible, al menos no por ahora. Me levanté de mi sitio y empecé a entrenar contra unos muñecos de madera con una espada del mismo elemento, ya que si usaba mi zampakuto la cortaría y no podría entrenar nada de nada. Sabía perfectamente que este entrenamiento no me serviría para mucho, pero es que tampoco creía que una persona iba a entrar por la puerta dispuesta a entrenar conmigo, eso era poco menos que imposible e improbable.