2 técnicas por 1

Me encontraba entrenando nuevamente. Y como casi siempre que entrenaba, me encontraba en la sala de entrenamiento. Aunque claro, era lógico que entrenase aquí puesto que esta sala estaba preparada para eso, tal y como su nombre lo indica, está preparada para que los shinigamis tengamos un sitio donde entrena. Negué con la cabeza -No es hora de estar pensando en tonterías, será mejor que empiece a entrenar ya- dije mientras empezaba a prepararlo todo. ¿Qué técnica podría entrenar hoy? esa era la pregunta que me rondaba por la cabeza desde hacía un buen rato. Empecé a repasar mentalmente todas las técnicas que había aprendido hasta ahora -¡Eso es, entrenaré una técnica de defensa!- exclamé alegre, al menos ahora sabía qué clase de técnica quería entrenar -Entrenaré... el Bakudo 39, ese podría servirme- me dije a mi misma sonriendo. Menos mal que en aquella sala no había ninguna otra persona, pues seguro que me habrían tomado por loca, bueno, tampoco creo que tanto, se me conocía bastante por estos lares, así que ya no sorprendía a nadie, pero bueno, yo me divertía siendo como soy.

Busqué algo que me pudiese servir para mi entrenamiento. Y al parecer había tenido suerte, pues había un lanza-pelotas entre todos los trastos. Lo coloqué en medio de la sala -Venga, es hora de comenzar- dije yendo a mi posición -Aunque antes de activar la máquina es mejor que intente materializar el escudo, ya que si no me acabaré dando contra todas y cada una de las pelotas que se dirigen a mí- dije razonando, pues no tenía mucho sentido no poder concentrarme con los impactos de las pelotas, porque por los susodichas nunca acabaría dominando la técnica y eso no estaba para nada bien.

Decidí empezar primero por concentrarme, como este bakudo no tenía nada que recitarse supuse que sería más fácil aprenderlo, o por lo menos memorizarlo. Me senté en el suelo y me concentré en intentar condensar mi energía espiritual para así poder formar un escudo, pero solo conseguí materializarlo unos segundos -Bueno, supongo que no está tan mal para el primer intento- dije tratando de animarme a mí misma. Aunque era verdad, este bakudo no era el más difícil que había entrenado. Volví a concentrarme, pero esta vez condensé más energía espiritual para que así el escudo tuviera más consistencia. Conseguí aguantarlo un poco más que antes, pero desapareció rápidamente. Respiré hondo -Yami, nunca subestimes a un bakudo, eres teniente, deberías saberlo- me regañé a mí misma para luego intentarlo de nuevo, pero esta vez no usé más energía que antes, sino que la que había usado antes la presioné más entre si creando un escudo rígido el cual no se rompió. Sonreí feliz -Bueno, ahora toca probar con las pelotas- dije mientras ponía la máquina en marcha y activaba el escudo. Había tenido suerte, pues el bakudo que acababa de aprender no se rompió por los impactos -Sí, lo logré- dije feliz, ya podía añadir un bakudo nuevo a mi lista mental de técnicas.

Me disponía a guardar todo, pero entonces me di cuenta de que tenía tiempo de aprender una técnica más -Será mejor que aprenda otra técnica de defensa, sino estaría muy vulnerable ante los enemigos y eso sí que no quiero que pase- volví a decirme a mí misma. Si estaba visto, al final iba a acabar volviéndome loca de tanto hablar sola. Aunque tampoco era culpa mía, la culpa la tenía la sala en la que estaba por estar tan extremadamente bacía jo, no era mi culpa que aquí no hubiese ni un alma, o al menos yo no recordaba haberle dicho a nadie que no entrase, solo que me iba a entrenar sola, y… ahora que lo pienso puede que sea lo mismo decir eso que decir ”quien venga a la sala de entrenamientos a molestarme tendrá que luchar contra mi” aunque no pensaba que fuese eso, tal vez simplemente no querían venir.

Me dispuse a entrenar otra nueva técnica, pero esta sería el Bakudo 37, el cual consiste en crear una red de seguridad de energía espiritual, cosa que me podría ser de mucha ayuda en alguna batalla, al igual que el escudo, y también como este esta técnica no tenía versos de ningún tipo, pero no iba a tener el mismo error que la otra vez, no pensaba juzgar un bakudo solo por cómo se veía, aunque era consciente de que este bakudo iba a ser más fácil que el anterior, pues era un bakudo de menor rango, pero no por eso menos útil.

Decidí subir a un lugar que estuviese bastante alto con pelotas de muchos tipos -Lo siento, pelotitas, pero no me apetece tirarme yo desde aquí y que no sea capaz de hacer el bakudo a la primera- me disculpé con las pelotas. Intenté visualizar el lugar donde quería que apareciese la red y luego materializar mi poder espiritual en ese lugar, formado así una red. Tiré una pelota de tenis, pero la red no pudo con el peso de la pelota, y para mi desgracia se rompió dejando caer la pelota al suelo -Esta técnica puede parecer que tiene una estructura igual a la anterior, pero no es cierto, es distinto, en la anterior era masa sólida, ahora es masa elástica- me expliqué en alto a mí misma, ya que nadie lo hacía y tenía que averiguar todo sola no me venía mal decir las cosas en alto para memorizarlas mejor.

Volví a intentar hacer la técnica, pero esta vez construyendo la red de forma diferente y lancé la pelota, al parecer esta la red no se rompió, así que me dispuse a lanzar una cosa que pesaba poco menos que yo y la red también aguantó -Esta técnica fue bastante más fácil que la otra- dije mientras me lanzaba a la red, la cual paraba suavemente mi caída -Y lo mejor es que la red funciona- dije alegre.

Bakudo 37 - Tsuriboshi:

Bakudo 39 - Enkosen:

aceptados