Historia Vizard.

por **Megumi** Sáb Dic 27, 2014 10:14 pm

Trece shinigamis de diferentes escuadrones guiados por la capitana del Undécimo; Megumi, Fueron enviados a una expedición de reconocimiento a Hueco Mundo para descartar posibles ataques....
Tras tres fatigosos días perdidos por hueco mundo fuimos atacados por un hollow gigante, con unos tentáculos que supuraban de su sangre y fluidos. Contando con todos los que eramos pensamos que no nos costaría matarlo... Qué equivocación.
Tras una ardua batalla en la que todos salimos heridos comenzamos el regreso a casa, cosa que fue imposible ya que todos caímos desmallados casi al instante.
No sabemos cuanto tiempo estuvimos sumidos en ese sueño, pero al despertar, ya no eramos los mismos.
Volvimos a la Sociedad de Almas cabizbajos y malheridos esperando una bienvenida calurosa y agradecida...
Sonaron las alarmas en toda la S.S nada más pisarla nosotros y miles de shinigamis nos atacaron.
Tras pasar por la cárcel y por innumerables torturas y experimentos llegamos a la conclusión que todo fue un plan urdido por el Comandante y el Capitán del 12vo escuadrón. Huimos de la prisión donde nos tenían y tras cientos de batallas, llegamos al salón del trono donde se encontraban el capitán Comandante y el capitán del 12.
Combatimos a fuego e hierro contra los dos capitanes, asesinando al capitán del doce con bastante facilidad.
Del Capitán Comandante, ya malherido de haber luchado contra todos me encargué yo.
Mientras me acercaba a él en mi rostro se iba formando la mascara hollow característica de nuestra nueva raza. Ya no eramos shinigamis, pero tampoco eramos espadas. Entre risas y cortas explicaciones nos explicó el motivo de esta traición. Tener la escusa para iniciar una guerra con hueco mundo por el asesinato de su mujer. La ira nos corroía por dentro.
Mi katana atravesó la garganta del capitán mientras se reía a carcajadas de nosotros...
Trece shinigamis entraron en hueco mundo para hacer una expedición de reconocimiento y lo que de ahí salió no fueron shinigamis, fueron Vizard.
La hija de este nos declaró la guerra. La había criado como a mi hermana y sin buscar explicación nos mandó matar.
Buscamos la manera de huir y encontramos un portal que nos llevaba a miles de años en el pasado al mundo humano, el lugar perfecto para escondernos de los shinigamis. Mientras atravesábamos el portal, uno tras otro, no miramos atrás, solo oí como la nueva comandante gritaba mi nombre mientras entrabamos en el portal. Ahí comenzó la nueva era Vizard en un mundo que ni nos necesitaba, ni nos quería en él.

Llegamos a las puertas de la ciudad de Karakura, pero era muy extraña de como la recordábamos. Parecía que estábamos en casa de nuevo...
Nos fuimos a un páramo apartado y comenzamos a crear nuestro hogar. Una extravagante mansión de proporciones exageradas. No por parece mas que nadie, si no por la seguridad de que nadie entraría a examinarla. Los habitante de Karakura nos tenían como a demonios. Tal vez lo eramos.
En los 500 años siguientes intentamos llevar una vida tranquila, más o menos normal, aprendiendo a controla los nuevos poderes de los que eramos poseedores. Me hice responsables de ellos ya que fue mi culpa que estuviesen en esa situación.
Con la libertad de ir a donde querían pero con la obligación de pasarse por la mansión, los vizard vivimos tranquilos alejamos de la sociedad... Por el momento.