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Layton Zephyr [Commander]
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:: Sección Off :: Papelera
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Layton Zephyr [Commander]
Layton Zephyr
Shine bright in the pure Hell
► Nombre: Layton Zephyr
► Sobrenombre: Lay
► Raza: Shinigami
► Sexo: Hombre / Varón
► Edad Real: Desconocido.
► Edad Aparente: Cercano a los treinta.
► División: Primera división, Comandante.
► Sobrenombre: Lay
► Raza: Shinigami
► Sexo: Hombre / Varón
► Edad Real: Desconocido.
► Edad Aparente: Cercano a los treinta.
► División: Primera división, Comandante.
Descripción Física
Imponente.
La primera impresión que una persona se suele llevar de Layton es similar a encontrarse con un ser que demanda respeto de forma alarmante. Obviamente eso es muy general, ambiguo y personal pero por decirlo de alguna manera, se suele dejar en que su físico y su apariencia son llamativos. Posee una mezcla peculiar entre dureza y belleza que pide a gritos ser observado, a veces con recelo desde la inferioridad y otras abiertamente, solamente por el puro placer de contemplarle. Pero nunca, nunca, para subestimarlo.
Para empezar, mide cerca de un metro y noventa y cinco centímetros. Una cosa qua muchas veces le hace más visible que los demás, simplemente por el mero hecho de estar más arriba, una cuestión simple de altura y perspectivas. No solo destaca por esta superioridad, sino que además y por si fuera poco, su cuerpo presenta un físico envidiable. Con un peso cercano a los noventa y cinco quilos de masa muscular, destacan sus espaldas anchas y gruesas (de joven muchas veces era llamado “Platón”) y con un pecho a la par con estas, ligeramente voluminoso pero no en exceso. La barriga es completamente plana y lisa, con abdominales marcados y trabajados, un magnifico y envidiable six-pack. Brazos y piernas rematan el conjunto, siendo a su vez largas pero con una estructura también muy dura y prominente, con músculos a juego y cierto volumen. El color de su piel es de un blanco con detalles cobres o broncíneos, como si el sol hubiera tomado la molestia de prestarle los rayos únicos y exclusivos para que tomara unos tintes ligeramente más oscuros y darle un toque perfecto a su esbelta y suave piel. Es por ello, todo un adonis griego, con una apariencia de atleta o deportista fornido, bello y vistoso. Ese físico que tantos hombres desearían tener para poder encandilar a tantas otras bellas muchachas, por el simple hecho de ser bien plantado y bien parecido.
Su cara tampoco se queda atrás. Presenta una sonrisa perfecta, con dientes bien alineados y de un blanco impoluto (además que pese a las peleas que ha luchado, nunca ha perdido ninguno, por suerte) que invitan a los interlocutores a sonreír con él, nada más verla. Labios finos, ligeros y poco carnosos para ser un hombre que invitan al beso, a las caricias y a promesas cumplidas. Pómulos poco marcados, sin arrugas; nariz recta sin magulladuras o ningún tipo de defecto apreciable. Y sus ojos. Esos ojos dorados intensos, que parece que penetran el alma con un simple vistazo, como si pudieran revelarle a Layton con una mirada todos los secretos más olvidados así como todos los rincones de la persona que tenga delante. Una intensidad difícil de olvidar, aunque si invitan a mantener la mirada, los ojos fijos en el oro de Layton, a quedarse hipnotizados por ellos y por su portador. Finalmente un cabello lacio y largo, que cae libremente, sin orden o concierto por donde quiere, hasta los hombros. Enmarcan su cara como si de un cuadro antiguo se tratase y a su vez tienen un color oscuro, marrón fuerte que con el sol parece ser más claro, tirando a un rubio oscuro o hasta adquirir tintes pelirrojos. Habitualmente realiza movimientos leves pero firmes con la mano para apartar los mechos que tapan su cara. Un gesto muy personal y propio, que suele atraer aún más las miradas.
Finalmente, a modo de conclusión, se puede decir que tiene un porte regio. Pese a su físico que suele ser nombrado como “privilegiado” aunque claro está, en función de los gustos y actitudes subjetivas, Layton no actúa como un supermodelo. Sabe obviamente de su aspecto pero su educación recibida le hace actuar más bien como una persona seria. Si bien es dado a sonreír, sus maneras son más bien decididas que delicadas. La fuerza de voluntad que domina su carácter se representa en sus formas de andar, en sus maneras de tratar a la gente. Todo su cuerpo se hace eco de su personalidad intrínseca para dar a su apariencia unos matices de nobleza alejados pero combinables con la belleza. Cabeza regia, miradas penetrantes, sonrisas alentadoras. Cuerpo esbelto pero nunca apesadumbrado o curvado, con la espalda recta y fuerte, aunque sin sacar pecho. Manos y piernas con gestos cuidados pero decididos, para nada patosos o desgarbados. En general tiene cierta similitud con los antiguos reyes medievales franceses o ingleses, aunque bastante más limpio y educado.
Una mejora sustancial.
Aparte de eso, suele vestir con una armadura tradicional japonesa, siendo quizás de los pocos Shinigamis que desacatan las órdenes dictadas por la cámara del cuarenta y seis sobre vestimenta e indumentaria, portando por ello: una camiseta interior de unos colores gris claro, sin ningún tipo de detalle. Encima de esta camiseta una coraza de tipo peto, que le llega hasta la parte inferior del abdomen y acabando en forma de faldón. Las piernas también van embutidas en sendas perneras de acero, llegando hasta donde la coraza no puede. Debajo de las protecciones habitualmente porta unos pantalones negros, oscuros y de tela resistente también. Sus brazos los lleva al aire, sin ningún tipo de protección, armadura o pieza de tela, aunque el conjunto conste de ellos. Prefiere dejarlos libres para poder actuar mejor con sus armas. Finalmente, por encima de toda la armadura lleva una gabardina de color azul eléctrico, con detalles dorados que combinan con sus ojos y que cubre hasta la mitad de sus piernas. A modo de cinturón, lleva una especie de trapo de color blanco, muy curioso y enrollado encima de la coraza… Pocas son las veces que acude a sus citas con el haori encima de la túnica negra de shinigami y si eso sucede, es por algún motivo de un peso realmente alarmante.
La primera impresión que una persona se suele llevar de Layton es similar a encontrarse con un ser que demanda respeto de forma alarmante. Obviamente eso es muy general, ambiguo y personal pero por decirlo de alguna manera, se suele dejar en que su físico y su apariencia son llamativos. Posee una mezcla peculiar entre dureza y belleza que pide a gritos ser observado, a veces con recelo desde la inferioridad y otras abiertamente, solamente por el puro placer de contemplarle. Pero nunca, nunca, para subestimarlo.
Para empezar, mide cerca de un metro y noventa y cinco centímetros. Una cosa qua muchas veces le hace más visible que los demás, simplemente por el mero hecho de estar más arriba, una cuestión simple de altura y perspectivas. No solo destaca por esta superioridad, sino que además y por si fuera poco, su cuerpo presenta un físico envidiable. Con un peso cercano a los noventa y cinco quilos de masa muscular, destacan sus espaldas anchas y gruesas (de joven muchas veces era llamado “Platón”) y con un pecho a la par con estas, ligeramente voluminoso pero no en exceso. La barriga es completamente plana y lisa, con abdominales marcados y trabajados, un magnifico y envidiable six-pack. Brazos y piernas rematan el conjunto, siendo a su vez largas pero con una estructura también muy dura y prominente, con músculos a juego y cierto volumen. El color de su piel es de un blanco con detalles cobres o broncíneos, como si el sol hubiera tomado la molestia de prestarle los rayos únicos y exclusivos para que tomara unos tintes ligeramente más oscuros y darle un toque perfecto a su esbelta y suave piel. Es por ello, todo un adonis griego, con una apariencia de atleta o deportista fornido, bello y vistoso. Ese físico que tantos hombres desearían tener para poder encandilar a tantas otras bellas muchachas, por el simple hecho de ser bien plantado y bien parecido.
Su cara tampoco se queda atrás. Presenta una sonrisa perfecta, con dientes bien alineados y de un blanco impoluto (además que pese a las peleas que ha luchado, nunca ha perdido ninguno, por suerte) que invitan a los interlocutores a sonreír con él, nada más verla. Labios finos, ligeros y poco carnosos para ser un hombre que invitan al beso, a las caricias y a promesas cumplidas. Pómulos poco marcados, sin arrugas; nariz recta sin magulladuras o ningún tipo de defecto apreciable. Y sus ojos. Esos ojos dorados intensos, que parece que penetran el alma con un simple vistazo, como si pudieran revelarle a Layton con una mirada todos los secretos más olvidados así como todos los rincones de la persona que tenga delante. Una intensidad difícil de olvidar, aunque si invitan a mantener la mirada, los ojos fijos en el oro de Layton, a quedarse hipnotizados por ellos y por su portador. Finalmente un cabello lacio y largo, que cae libremente, sin orden o concierto por donde quiere, hasta los hombros. Enmarcan su cara como si de un cuadro antiguo se tratase y a su vez tienen un color oscuro, marrón fuerte que con el sol parece ser más claro, tirando a un rubio oscuro o hasta adquirir tintes pelirrojos. Habitualmente realiza movimientos leves pero firmes con la mano para apartar los mechos que tapan su cara. Un gesto muy personal y propio, que suele atraer aún más las miradas.
Finalmente, a modo de conclusión, se puede decir que tiene un porte regio. Pese a su físico que suele ser nombrado como “privilegiado” aunque claro está, en función de los gustos y actitudes subjetivas, Layton no actúa como un supermodelo. Sabe obviamente de su aspecto pero su educación recibida le hace actuar más bien como una persona seria. Si bien es dado a sonreír, sus maneras son más bien decididas que delicadas. La fuerza de voluntad que domina su carácter se representa en sus formas de andar, en sus maneras de tratar a la gente. Todo su cuerpo se hace eco de su personalidad intrínseca para dar a su apariencia unos matices de nobleza alejados pero combinables con la belleza. Cabeza regia, miradas penetrantes, sonrisas alentadoras. Cuerpo esbelto pero nunca apesadumbrado o curvado, con la espalda recta y fuerte, aunque sin sacar pecho. Manos y piernas con gestos cuidados pero decididos, para nada patosos o desgarbados. En general tiene cierta similitud con los antiguos reyes medievales franceses o ingleses, aunque bastante más limpio y educado.
Una mejora sustancial.
Aparte de eso, suele vestir con una armadura tradicional japonesa, siendo quizás de los pocos Shinigamis que desacatan las órdenes dictadas por la cámara del cuarenta y seis sobre vestimenta e indumentaria, portando por ello: una camiseta interior de unos colores gris claro, sin ningún tipo de detalle. Encima de esta camiseta una coraza de tipo peto, que le llega hasta la parte inferior del abdomen y acabando en forma de faldón. Las piernas también van embutidas en sendas perneras de acero, llegando hasta donde la coraza no puede. Debajo de las protecciones habitualmente porta unos pantalones negros, oscuros y de tela resistente también. Sus brazos los lleva al aire, sin ningún tipo de protección, armadura o pieza de tela, aunque el conjunto conste de ellos. Prefiere dejarlos libres para poder actuar mejor con sus armas. Finalmente, por encima de toda la armadura lleva una gabardina de color azul eléctrico, con detalles dorados que combinan con sus ojos y que cubre hasta la mitad de sus piernas. A modo de cinturón, lleva una especie de trapo de color blanco, muy curioso y enrollado encima de la coraza… Pocas son las veces que acude a sus citas con el haori encima de la túnica negra de shinigami y si eso sucede, es por algún motivo de un peso realmente alarmante.
- Alen:
- Alen II:
- Alen III:
Personalidad
Forma de ser
Las apariencias engañan. El posado, la rectitud y las elegantes formas de las que hace gala Layton pueden inducir al observador externo a pensar de él que es una persona estirada, severa y egocéntrica, centrada en su físico pero no podrían estar más errados. Total y diametralmente opuesto a esos criterios, la personalidad básica de Layton gira en torno a dos conceptos sencillos. La bondad y la amabilidad. Unos conceptos, claro está que requieren de contexto pues cada cual es capaz de crear una definición propia de la bondad y la amabilidad y que quizás no se ajustasen adecuadamente a lo que realmente el hombre es.
Actitud mental y creencias
Layton fue criado en la fe cristiana original junto con conceptos budistas tras su llegada al Rukongai. Y eso marcó sus enseñanzas, su mentalidad y su personalidad hasta tal punto de ser una persona centrada no en el mundo material y de posesiones sino simplemente en el mundo de la felicidad interior, el conocimiento y la sabiduría. Pero sobretodo la más gran enseñanza era la bondad del espíritu hacía los otros, para actuar siempre correctamente para obtener el bien superior, aquello que permita superar nuestros límites y ser mejores personas. Eso no siempre se ajusta a la “bondad” común, dónde se pretende el bien. La diferencia radia que en ocasiones Layton ha debido hacer y probablemente hará, actos de moralidad cuestionable para cumplir sus propios objetivos de la bondad. Es sabedor de que la ética y la moralidad cambian y son modificados según las épocas, los contextos, religiones y lugares por tanto no tiene remordimientos de ninguna manera en infringir preceptos que para otros puedan ser sagrados en pos de conseguir sus objetivos de elevación personal, ya sea propia o ajena. ¿Pues acaso esta moralidad no es subjetiva y propia y son juicios de valor hechos por mentes ajenas? Siempre, o casi siempre intentará tomar la mejor decisión posible y una vez elegido un camino se necesitará mucho razonamiento para intentar hacer que cambie sus formas de ver las cosas. Empero, aunque pueda parecer que es una persona cerrada y cabezona él mismo tiende a cuestionar, observar y buscar muchas posibilidades para resolver los problemas. Las enseñanzas budistas también ayudan, a mantener su mente abierta. Una de las máximas de LL, que refleja a la perfección su manera de actuar es:
“Déjate llevar por lo que pueda venir, pero agárrate fuerte!”
Muchos son los que por ejemplo en épocas de crisis padecen hambre. Y él nunca ha dado comida a esas pobres almas sino que, por el contrario, su ayuda ha ido enfocada en hacer que pudieran por sí mismos y solos obtener su propia fuente de alimentos. El recurso fácil hubiera sido dar una hogaza de pan, pero él prefirió cambiar la forma de vida y de pensar de esos hombres y mujeres para que, con esfuerzo (en la mayoría de casos) superar sus desgracias y tragedias y progresar en su vida personal.
Asimismo, también en una línea de discurrir similar posee un encanto personal y una amabilidad que una vez superadas las barreras físicas y de prejuicios (o claro esta de afinidad) con su apariencia, destaca por ser amigable. Es una persona sencilla y de hábitos simples pero con mucho que ofrecer y recibir. Siempre dispuesto a conocer gente y a ser conocido, a dar de sí lo mejor.
Carácter y Relaciones Sociales
Alegre, abierto, bonachón, habitualmente se le ve con una media sonrisa en la cara. Tiene facilidad para entablar conversación con otras personas, nunca rehúye el contacto con otros seres y procura mostrarse tranquilo, sereno y sobretodo dispuesto. Le gusta disfrutar de la risa, divertirse con chistes (de cualquier índole, sean de humor negro, verdes, ofensivos o simples) ya que no tiene reparos con demasiados temas ni tampoco comprende demasiado bien la palabra tabú. A su vez es una persona que es dada a utilizar un lenguaje correcto, que prefiere hablar como le venga en gana para expresar adecuadamente lo que desea expresar. Cada momento, cada lugar y cada contexto requieren de una personalidad y unas formas concretas que trata de emplear con sabiduría y astucia. No es una persona hipócrita, no en el sentido estricto de la palabra. Simplemente la vida es un rio, un constante fluir de situaciones. Le han enseñado o han intentado enseñarle que es necesario saber navegar por esas aguas en lugar de echar el ancla y quedarse estancado en un lugar. Pocos son los que le toman por falso o mentiroso, pues la mayoría acaban comprendiendo la verdadera esencia del hombre, quien tampoco la oculta. Simplemente se trata de encontrar ese equilibrio a la par que ser una persona abierta.
Es necesario, pues, mencionar que gran parte de su carácter se centra en una gran capacidad para tomar decisiones propias y actuar, acertadas o no, independientemente de lo que piensen los demás de dichas actuaciones. Tiene una gran confianza en sí mismo, en su capacidad para actuar como cree que debe para prescindir de ciertas opiniones totalmente subjetivas. Las dudas las interioriza a la perfección, esclavas de su voluntad y no a la inversa. El procura dominar su mente hasta el extremo de hacer que el miedo, la debilidad y todas las emociones propias del ser humano sean beneficiosos en lugar de ser negativas.
Por otro lado. Muchos tienden a pensar que Layton es una persona estúpida. Habitualmente crean una correlación directa entre Bondad – Amabilidad – Persona de la que me puedo aprovechar. Nada más lejos de la realidad. Primeramente porque asumir esa relación es un error en sí mismo y la inteligencia del hombre nada tiene que ver con su conducta. Sabe sobradamente como es su personalidad y sobradamente sabe de las tendencias de personas inferiores de abusar de este tipo de bondad. En realidad es astuto y sagaz, altamente observador no solo de lo que se dice o se hace, sino de lo que el cuerpo y su lenguaje intrínseco dictan. Mentalmente es una persona muy hábil. Buen observador, de mente rápida para comprender que sucede a su alrededor. Ligado con su comprensión del cambio eterno y constante, ha dado un paso hacia adelante en términos de intentar adaptarse lo más rápido posible, generando primero una capacidad mental para cambiar, luego para predecir y finalmente cayendo dentro del marco inconsciente muchas veces siendo una intuición de lo que está por venir. Las emociones, las formas que a muchos les permanecen ocultas, a él le son más visibles tras arduos entrenamientos. No es que sea capaz de saber que pasa por la cabeza a la gente, sino que puede intuir mejor las cosas. En segundo lugar porque pese a ello, pese a poder saber que le van a utilizar, procurará usar eso en su favor. Y finalmente porque en muchas situaciones el aura, el encanto, las formas de actuar de Layton acaban afectando tanto o más a la otra persona hasta el punto de hacer que esta sea capaz de replantearse sus bases de actuación. Solamente corazones muy negros y muy oscuros son capaces de superar ese encanto y en esas situaciones Layton no dudará. Hará uso de sus recursos y si se resisten, al llegar a la extenuación dejará que sigan sus caminos. Uno no puede pretender que todos alcancen nuevas cotas personales, pues eso sería creerse un Dios. Deberá seguir su camino, sus objetivos. Se apartará con algunos últimos consejos. Quizás hasta esas personas consigan sus oscuros objetivos pero Lay procurará que se sientan realmente mal por ello, en el último acto de redención posible.
Conocimientos
Ha dedicado gran parte de su vida, no a escalar posiciones jerárquicas o simplemente defender la Sociedad de Almas de los Hollows, sino a fortalecer tanto su cuerpo como su mente. Ya desde ser humano, mostró una gran predilección por aprender, retener e innovar en los conocimientos y la búsqueda de la verdad. Habla diversas lenguas usadas en el mundo humano, como pueden ser el japonés, ingles, ruso o chino. Domina a la perfección el castellano y está aprendiendo árabe a marchas forzadas, cuando su tiempo libre lo permite. Su mente además ha estudiado física y química, tomos y tomos interminables de leyes sobre la energía espiritual creados por los miembros del doceavo escuadrón así como del cuarto o del quinto. En general cualquier ámbito le es válido, partiendo de la literatura, pasando por las ciencias sociales medias y terminando en las ciencias puras. Física, metafísica, economía, leyes y poesía, todo le encanta al hombre.
Y, este hambre voraz que posee, a su vez se transmite en el campo de batalla. Su mente es un revuelto de ideas, idas y venidas, un chispazo de energía vital que le permite actuar de forma normalmente brillante. Aunque su exterior aparezca en una calma constante, su mente es un hervidero, un torbellino incesante que no para de buscar la mejor situación, la mejor estrategia. Ya sea un combate físico, un combate psicológico, una discusión o un mero debate. Su capacidad analítica es portentosa, sumada a una buena velocidad de reacción y una gran capacidad de reacción, que hacen de él un enemigo (o amigo) formidable.
Pensamientos Raciales
Curiosamente siente una gran afinidad por los Hollow, quienes tienen una extraña filosofía cercana a la suya propia. Pese a sus malos actos y devorar almas humanas, procuran en parte, mejorar. Es una forma de ver las cosas similares y que el único acto denigrante es la eliminación de vidas humanas para satisfacer ese elevarse. En realidad sabe que están vacios por dentro, carentes de corazón y que con las vidas de otros solamente pretenden rellenar ese hueco. Una lucha constante entre poder y emoción que nunca suele acabar bien. En ocasiones procura darles la redención que se merecen a la par que intenta hacer que comprendan el porqué. Almas que se encuentran en un purgatorio eterno. Almas que su destino está en el limbo, incapaz de ser llevadas al infierno y a su vez que pugnan por restablecerse y recrearse. Muchas veces les concede el don de la reencarnación poniendo fin a su sufrimiento. Al contrario, los Shinigamis, su propia raza, son seres que no le dicen demasiado. Aún como miembro, sabe que cumplen su función siempre que pueden, tratan de eliminar a los Hollows para evitar la pérdida masiva de vidas. Con ellos comparte únicamente la tarea de defensa de esas vidas, pero no entiende demasiado muchas mentalidades, caracteres y objetivos de sus congéneres. Los encuentra banales, insustanciales y estancados. Pugnan por escalar una jerarquía militar en base al poder del que disponen, pero nunca pretenden elevar sus espíritus más allá. Es en parte, gracias al trabajo realizado para ensalzar su propia vida que llego al tan deseado cargo y no una mera búsqueda de poder.
Curioso caso.
Las apariencias engañan. El posado, la rectitud y las elegantes formas de las que hace gala Layton pueden inducir al observador externo a pensar de él que es una persona estirada, severa y egocéntrica, centrada en su físico pero no podrían estar más errados. Total y diametralmente opuesto a esos criterios, la personalidad básica de Layton gira en torno a dos conceptos sencillos. La bondad y la amabilidad. Unos conceptos, claro está que requieren de contexto pues cada cual es capaz de crear una definición propia de la bondad y la amabilidad y que quizás no se ajustasen adecuadamente a lo que realmente el hombre es.
Actitud mental y creencias
Layton fue criado en la fe cristiana original junto con conceptos budistas tras su llegada al Rukongai. Y eso marcó sus enseñanzas, su mentalidad y su personalidad hasta tal punto de ser una persona centrada no en el mundo material y de posesiones sino simplemente en el mundo de la felicidad interior, el conocimiento y la sabiduría. Pero sobretodo la más gran enseñanza era la bondad del espíritu hacía los otros, para actuar siempre correctamente para obtener el bien superior, aquello que permita superar nuestros límites y ser mejores personas. Eso no siempre se ajusta a la “bondad” común, dónde se pretende el bien. La diferencia radia que en ocasiones Layton ha debido hacer y probablemente hará, actos de moralidad cuestionable para cumplir sus propios objetivos de la bondad. Es sabedor de que la ética y la moralidad cambian y son modificados según las épocas, los contextos, religiones y lugares por tanto no tiene remordimientos de ninguna manera en infringir preceptos que para otros puedan ser sagrados en pos de conseguir sus objetivos de elevación personal, ya sea propia o ajena. ¿Pues acaso esta moralidad no es subjetiva y propia y son juicios de valor hechos por mentes ajenas? Siempre, o casi siempre intentará tomar la mejor decisión posible y una vez elegido un camino se necesitará mucho razonamiento para intentar hacer que cambie sus formas de ver las cosas. Empero, aunque pueda parecer que es una persona cerrada y cabezona él mismo tiende a cuestionar, observar y buscar muchas posibilidades para resolver los problemas. Las enseñanzas budistas también ayudan, a mantener su mente abierta. Una de las máximas de LL, que refleja a la perfección su manera de actuar es:
“Déjate llevar por lo que pueda venir, pero agárrate fuerte!”
Muchos son los que por ejemplo en épocas de crisis padecen hambre. Y él nunca ha dado comida a esas pobres almas sino que, por el contrario, su ayuda ha ido enfocada en hacer que pudieran por sí mismos y solos obtener su propia fuente de alimentos. El recurso fácil hubiera sido dar una hogaza de pan, pero él prefirió cambiar la forma de vida y de pensar de esos hombres y mujeres para que, con esfuerzo (en la mayoría de casos) superar sus desgracias y tragedias y progresar en su vida personal.
Asimismo, también en una línea de discurrir similar posee un encanto personal y una amabilidad que una vez superadas las barreras físicas y de prejuicios (o claro esta de afinidad) con su apariencia, destaca por ser amigable. Es una persona sencilla y de hábitos simples pero con mucho que ofrecer y recibir. Siempre dispuesto a conocer gente y a ser conocido, a dar de sí lo mejor.
Carácter y Relaciones Sociales
Alegre, abierto, bonachón, habitualmente se le ve con una media sonrisa en la cara. Tiene facilidad para entablar conversación con otras personas, nunca rehúye el contacto con otros seres y procura mostrarse tranquilo, sereno y sobretodo dispuesto. Le gusta disfrutar de la risa, divertirse con chistes (de cualquier índole, sean de humor negro, verdes, ofensivos o simples) ya que no tiene reparos con demasiados temas ni tampoco comprende demasiado bien la palabra tabú. A su vez es una persona que es dada a utilizar un lenguaje correcto, que prefiere hablar como le venga en gana para expresar adecuadamente lo que desea expresar. Cada momento, cada lugar y cada contexto requieren de una personalidad y unas formas concretas que trata de emplear con sabiduría y astucia. No es una persona hipócrita, no en el sentido estricto de la palabra. Simplemente la vida es un rio, un constante fluir de situaciones. Le han enseñado o han intentado enseñarle que es necesario saber navegar por esas aguas en lugar de echar el ancla y quedarse estancado en un lugar. Pocos son los que le toman por falso o mentiroso, pues la mayoría acaban comprendiendo la verdadera esencia del hombre, quien tampoco la oculta. Simplemente se trata de encontrar ese equilibrio a la par que ser una persona abierta.
Es necesario, pues, mencionar que gran parte de su carácter se centra en una gran capacidad para tomar decisiones propias y actuar, acertadas o no, independientemente de lo que piensen los demás de dichas actuaciones. Tiene una gran confianza en sí mismo, en su capacidad para actuar como cree que debe para prescindir de ciertas opiniones totalmente subjetivas. Las dudas las interioriza a la perfección, esclavas de su voluntad y no a la inversa. El procura dominar su mente hasta el extremo de hacer que el miedo, la debilidad y todas las emociones propias del ser humano sean beneficiosos en lugar de ser negativas.
Por otro lado. Muchos tienden a pensar que Layton es una persona estúpida. Habitualmente crean una correlación directa entre Bondad – Amabilidad – Persona de la que me puedo aprovechar. Nada más lejos de la realidad. Primeramente porque asumir esa relación es un error en sí mismo y la inteligencia del hombre nada tiene que ver con su conducta. Sabe sobradamente como es su personalidad y sobradamente sabe de las tendencias de personas inferiores de abusar de este tipo de bondad. En realidad es astuto y sagaz, altamente observador no solo de lo que se dice o se hace, sino de lo que el cuerpo y su lenguaje intrínseco dictan. Mentalmente es una persona muy hábil. Buen observador, de mente rápida para comprender que sucede a su alrededor. Ligado con su comprensión del cambio eterno y constante, ha dado un paso hacia adelante en términos de intentar adaptarse lo más rápido posible, generando primero una capacidad mental para cambiar, luego para predecir y finalmente cayendo dentro del marco inconsciente muchas veces siendo una intuición de lo que está por venir. Las emociones, las formas que a muchos les permanecen ocultas, a él le son más visibles tras arduos entrenamientos. No es que sea capaz de saber que pasa por la cabeza a la gente, sino que puede intuir mejor las cosas. En segundo lugar porque pese a ello, pese a poder saber que le van a utilizar, procurará usar eso en su favor. Y finalmente porque en muchas situaciones el aura, el encanto, las formas de actuar de Layton acaban afectando tanto o más a la otra persona hasta el punto de hacer que esta sea capaz de replantearse sus bases de actuación. Solamente corazones muy negros y muy oscuros son capaces de superar ese encanto y en esas situaciones Layton no dudará. Hará uso de sus recursos y si se resisten, al llegar a la extenuación dejará que sigan sus caminos. Uno no puede pretender que todos alcancen nuevas cotas personales, pues eso sería creerse un Dios. Deberá seguir su camino, sus objetivos. Se apartará con algunos últimos consejos. Quizás hasta esas personas consigan sus oscuros objetivos pero Lay procurará que se sientan realmente mal por ello, en el último acto de redención posible.
Conocimientos
Ha dedicado gran parte de su vida, no a escalar posiciones jerárquicas o simplemente defender la Sociedad de Almas de los Hollows, sino a fortalecer tanto su cuerpo como su mente. Ya desde ser humano, mostró una gran predilección por aprender, retener e innovar en los conocimientos y la búsqueda de la verdad. Habla diversas lenguas usadas en el mundo humano, como pueden ser el japonés, ingles, ruso o chino. Domina a la perfección el castellano y está aprendiendo árabe a marchas forzadas, cuando su tiempo libre lo permite. Su mente además ha estudiado física y química, tomos y tomos interminables de leyes sobre la energía espiritual creados por los miembros del doceavo escuadrón así como del cuarto o del quinto. En general cualquier ámbito le es válido, partiendo de la literatura, pasando por las ciencias sociales medias y terminando en las ciencias puras. Física, metafísica, economía, leyes y poesía, todo le encanta al hombre.
Y, este hambre voraz que posee, a su vez se transmite en el campo de batalla. Su mente es un revuelto de ideas, idas y venidas, un chispazo de energía vital que le permite actuar de forma normalmente brillante. Aunque su exterior aparezca en una calma constante, su mente es un hervidero, un torbellino incesante que no para de buscar la mejor situación, la mejor estrategia. Ya sea un combate físico, un combate psicológico, una discusión o un mero debate. Su capacidad analítica es portentosa, sumada a una buena velocidad de reacción y una gran capacidad de reacción, que hacen de él un enemigo (o amigo) formidable.
Pensamientos Raciales
Curiosamente siente una gran afinidad por los Hollow, quienes tienen una extraña filosofía cercana a la suya propia. Pese a sus malos actos y devorar almas humanas, procuran en parte, mejorar. Es una forma de ver las cosas similares y que el único acto denigrante es la eliminación de vidas humanas para satisfacer ese elevarse. En realidad sabe que están vacios por dentro, carentes de corazón y que con las vidas de otros solamente pretenden rellenar ese hueco. Una lucha constante entre poder y emoción que nunca suele acabar bien. En ocasiones procura darles la redención que se merecen a la par que intenta hacer que comprendan el porqué. Almas que se encuentran en un purgatorio eterno. Almas que su destino está en el limbo, incapaz de ser llevadas al infierno y a su vez que pugnan por restablecerse y recrearse. Muchas veces les concede el don de la reencarnación poniendo fin a su sufrimiento. Al contrario, los Shinigamis, su propia raza, son seres que no le dicen demasiado. Aún como miembro, sabe que cumplen su función siempre que pueden, tratan de eliminar a los Hollows para evitar la pérdida masiva de vidas. Con ellos comparte únicamente la tarea de defensa de esas vidas, pero no entiende demasiado muchas mentalidades, caracteres y objetivos de sus congéneres. Los encuentra banales, insustanciales y estancados. Pugnan por escalar una jerarquía militar en base al poder del que disponen, pero nunca pretenden elevar sus espíritus más allá. Es en parte, gracias al trabajo realizado para ensalzar su propia vida que llego al tan deseado cargo y no una mera búsqueda de poder.
Curioso caso.
Otros / Reseñas
► Gustos:
► Desagrados:
- La lectura. Todo tipo de temas, novelas o ensayos. Cualquier escrito creado por un ser con capacidades racionales atraerá el interés de Lay. Los libros son puertas a otros mundos, mundo que quiere visitar y conocer.
- Los animales. En general, pero más concretamente animales alegres y activos. Por ejemplo le gustan más los perros que los coalas. Pueden ser muy monos, pero su escasa actividad no le convence.
- Las plantas. Sí, porque hasta un hombre como él, es capaz de adorar las plantas. Su belleza, su aroma, sus colores. Escuchar el tronco de un árbol, observar el baile de las hojas de un arbusto con el viento, oler las flores. Disfrutar de la naturaleza en su esencia, sea donde sea y en las estación que sea.
- La bebida. Alcohólica y fuerte. Aguanta bastante bien la tirada y no suele llegar a emborracharse por completo pero a veces puede ir un tanto achispado y, si cabe, más desinhibido.
- Las mujeres. No tiene demasiado que decir. Le gustan en general. No tanto el físico, sino el conjunto físico – mental.
- Vivir. En general, vivir entendido como viajar, conocer gente, conversar, pelear. Todas aquellas actividades que pueden hacer sentir a Lay que está realmente vivo.
► Desagrados:
- La cámara del cuarenta y seis. Los abuelitos de la cámara del cuarenta y seis y sus largas listas de normas y criterios a seguir, causan una urticaria total a Lay, quien no soporta estar cerca de ellos salvo por causa mayor.
Gea
A hell full of Life
► Nombre: :
Gea.
► Forma Sellada: :
La forma sellada de la zampakutoh de Lay consta de dos espadas.
Suele pelear con ambas armas gracias a su buena coordinación y su capacidad para manejar los dos lados de su cuerpo como si fueran el mismo, siendo por ello ambidiestro. Entrando en detalles, como se puede observar a simple vista, sus armas no presentan grandes detalles a destacar o mencionar. Tienen un aspecto normal, tradicional, típico y bastante tópico, como la mayoría de las zampakutohs que portan tanto los Shinigamis como los malditos Arrancars. Ambas armas son idénticas en cuanto a su estilo: forman parte de la escuela de forja conocida como Shirasaya, es decir, que no tienen una guarda para proteger las manos. A modo de contraprestación para dicho efecto negativo, son más aerodinámicas, menos pesadas y más livianas, por lo que se pueden mover de forma más ligera, algo que Lay prefiere por su propia constitución y físico. Pero aparte de eso, ambas armas son ligeramente diferentes: como los antiguos samuráis del Japón tradicional, presenta un conjunto de armas llamadas daishō:
Una de las dos espadas, se trata de una katana (daitō) en el sentido estricto de la palabra. Presenta una hoja de cerca de un metro y cuarent centímetros de longitud, de doble filo. La empuñadura mide treinta centímetros y el mango es totalmente negro opaco, de un cuero duro para un mejor agarre. Presenta algunos detalles florales que recuerdan a pétalos de cerezo, con su color rosado, y cabe remarcarse que este es el árbol favorito de la mujer. El pomo es prácticamente inexistente, siendo de unos escasos centímetros, allí donde el cuero del mango no cubre. Tiene un color dorado mate, que no refleja demasiado la luz. Por ello, y haciendo una fácil suma, se puede comprobar que la katana no llega a medir un metro y treinta centímetros, siendo más corta que muchas de sus congéneres pero quizás más manejable.
La otra, se trata de una katana corta o más conocida como wakizashi o shoto. Al contrario que su hermana gemela, la longitud de su hoja no supera los noventa centímetros, aunque si está afiliada por los dos lados y sobretodo en la punta, especialmente para apuñalar / perforar en distancias cortas. La empuñadura tiene igualmente treinta centímetros, haciendo que ambas se comporten igual en cuanto agarre y por lo que puede manejarlas de forma indiferente con ambas manos. Su mango también es negro, pero en ella presenta unos detalles amarillos, con forma de romboides en medio del mar de oscuridad. El pomo, como antes, es prácticamente nulo y también tiene un color de amarillo dorado. A diferencia de su hermana gemela, esta katana no llega a medir ni siquiera noventa centímetros, siendo especialmente apta para el combate en muy cortas distancias, dónde las armas mayores pueden encontrar dificultades para ser blandidas.
Como detalle, el propio Lay no acaba de comprender porque su zampakutoh en forma sellada aparece como armas basadas en ese estilo de combate tradicional japonés, cuando el espíritu de su espada no acaba de definirse completamente de ninguna nacionalidad, tradición o región, y prefiere usar el griego antiguo como idioma antes que el japonés para sus comandos. Presupone que es una ventaja táctica más que una definición de estilo personal, pero no está segura.
► Espíritu::
Apariencia General:
164 centímetros, 54 quilogramos de peso.
Mujer de talla media, con un cuerpo sensual y atrayente, aunque para nada desproporcionado y delicado más que fuerte. Piel clara y suave, bonita de ver, bonita al tacto. Cuidado durante el corto tiempo de vida de la joven, mimado. Sus piernas son delicadas, largas y esbeltas, que parecen no terminar nunca. Su vientre es plano y cuidado, con la piel tersa, con mucha dieta sana y saludable así como trabajo abdominal. Sus pechos son de tamaño medio, sensuales y sexys. No tiene reparos en llevar escote e insinuarlos siempre que lo desea, aunque sea solo para provocar. Sus brazos son similares a sus piernas, largos y delgados, con poco vello.
Finalmente su cara, preciosa. Destaca por su juventud, la belleza en la flor de la vida. Todos los rasgos son suaves, poco marcados. Los ojos grandes con unos colores verde limón claro. Pestañas largas, oscuras y coquetas. Sus labios pequeños, cucos y que dan ganas de besar. Tienen unos tonos rosados, ni muy subidos o muy pálidos de forma natural. Y para adornarlo todo, habitualmente un pelo largo y lacio, hasta media espalda que resalta todos sus atributos.
Psicología general:
La personalidad de Gea está marcada por la apacibilidad, de una forma similar al propio carácter de Layton. De trato agradable y cordial, siempre dispuesta a una sonrisa o a la risa. Es bastante traviesa, buscando molestar en muchas ocasiones, para simplemente terminar riéndose con su portador. Jovial, tiene una mentalidad alegre y muy curiosa con todas las cosas. Siempre está abierta a nuevos retos y desafíos, como a visitar nuevos lugares o de redescubrir viejos paisajes para capturar nuevos matices. Procura pensar las cosas desde muchos ángulos diferentes, para obtener los máximos enfoques y no cerrarse en una terquedad que a veces su portadora si presenta. Por ello gusta mucho de las conversaciones y discusiones, filosóficas y profundas, de caminos o formas de actuación o en ocasiones simplemente de cotilleos sobre gente conocida. Procura mostrar su punto de vista con sutileza y poca rudeza, desde los muchos caminos que se ha dicho para que su portadora pueda alejarse de la ya característica terquedad. Por ello parte de sus motivaciones únicas son las de proteger y cuidar a Layton para que esta, pese a su edad, los años y los kilómetros recorridos juntos crezca fuerte y sano.
La otra parte de sus motivaciones, una muy grande que rivaliza con la de la propia portadora es su adoración por la naturaleza. Le encanta “caminar” y recorrer bellos paisajes [En este caso ser llevada por Layton] y normalmente replicarlos en su propio mundo interior, para poder volver a disfrutar los matices que se hubiese perdido. Ama todo tipo de plantas, pasando por el más pequeño brote o raíz en la tierra como hasta el árbol más viejo sobre la faz de cualquier mundo. Le encanta el tacto del musgo debajo de sus pies descalzos, trepar por ramas y oler cualquier tipo de flor o aroma. Recorrer con los dedos los anversos de las hojas perennes para notar su rugosidad, mimar los troncos de madera dura y en general hablar con toda la flora para que crezca sana y fuerte. Su conexión intima con la vida, hace que también le gusten el sol y las lluvias, ambos requisitos bastante imprescindibles para que sus amadas puedan vivir en perfectas condiciones y cubrirlo todo de verde. Asimismo también Gea presenta diferencias en función de la estación en que se encuentre:
► Mundo Interior::
Toda la belleza del mundo, de los mundos, no puede estar contenida en un solo lugar. Iniciando en los más densos bosques, ya sean de árboles jóvenes con sus brotes nacientes o de ancianos milenarios cuyas ramas son capaces de oscurecer el sol; pasando por las extensas praderas llenas de hierba alta u arbustos bajos llenos de animales que las surcan; ciénagas llenas de vida, pese a sus colores apagados, su aura de podredumbre pero a la vez tan vivida; desiertos dónde la arena azota la fauna y la flora que los habita, sobretodo visibles durante las frescas noches. Finalizando en los confines helados, dónde la tundra permanece inactiva al menos en apariencia en las capas altas del permafrost pero tan verde y fuerte en las subcapas de hielo. No, no hay manera de que todos esos rincones se puedan resumir un lugar concreto. Cada uno, cada cual, tiene sus forma de ser, de actuar y sobretodo de desarrollarse. Imposible apartarlos, imposible de mezclarlos pero todos ellos hijos de una misma fuente, hijos de la vida.
El mundo interior de Gea, a diferencia de la mayoría de mundos espirituales internos de otros Shinigamis, se trata de la vivida representación del contacto íntimo que tienen Layton y Gea con la propia realidad exterior. Una comunión o sincronización entre tres elementos, que se refleja en paisajes cambiantes, todos ellos basados en posibles paisajes naturales. Tan genéricos que podrían bien ser parte de la propia tierra, sociedad de almas, o Hueco Mundo. A la vez, tan especiales como las mentalidades de Shinigami y espíritu sean capaces de imaginar o concebir. Una riqueza de detalles propios, tan alta, que se refleja en cada apartado natural. Cada planta, cada animal o cada metro cuadrado de terreno. El agua, el cielo, el entorno. Todo ello parece ser “un ser vivo”.
Gea.
► Forma Sellada: :
La forma sellada de la zampakutoh de Lay consta de dos espadas.
Suele pelear con ambas armas gracias a su buena coordinación y su capacidad para manejar los dos lados de su cuerpo como si fueran el mismo, siendo por ello ambidiestro. Entrando en detalles, como se puede observar a simple vista, sus armas no presentan grandes detalles a destacar o mencionar. Tienen un aspecto normal, tradicional, típico y bastante tópico, como la mayoría de las zampakutohs que portan tanto los Shinigamis como los malditos Arrancars. Ambas armas son idénticas en cuanto a su estilo: forman parte de la escuela de forja conocida como Shirasaya, es decir, que no tienen una guarda para proteger las manos. A modo de contraprestación para dicho efecto negativo, son más aerodinámicas, menos pesadas y más livianas, por lo que se pueden mover de forma más ligera, algo que Lay prefiere por su propia constitución y físico. Pero aparte de eso, ambas armas son ligeramente diferentes: como los antiguos samuráis del Japón tradicional, presenta un conjunto de armas llamadas daishō:
Una de las dos espadas, se trata de una katana (daitō) en el sentido estricto de la palabra. Presenta una hoja de cerca de un metro y cuarent centímetros de longitud, de doble filo. La empuñadura mide treinta centímetros y el mango es totalmente negro opaco, de un cuero duro para un mejor agarre. Presenta algunos detalles florales que recuerdan a pétalos de cerezo, con su color rosado, y cabe remarcarse que este es el árbol favorito de la mujer. El pomo es prácticamente inexistente, siendo de unos escasos centímetros, allí donde el cuero del mango no cubre. Tiene un color dorado mate, que no refleja demasiado la luz. Por ello, y haciendo una fácil suma, se puede comprobar que la katana no llega a medir un metro y treinta centímetros, siendo más corta que muchas de sus congéneres pero quizás más manejable.
La otra, se trata de una katana corta o más conocida como wakizashi o shoto. Al contrario que su hermana gemela, la longitud de su hoja no supera los noventa centímetros, aunque si está afiliada por los dos lados y sobretodo en la punta, especialmente para apuñalar / perforar en distancias cortas. La empuñadura tiene igualmente treinta centímetros, haciendo que ambas se comporten igual en cuanto agarre y por lo que puede manejarlas de forma indiferente con ambas manos. Su mango también es negro, pero en ella presenta unos detalles amarillos, con forma de romboides en medio del mar de oscuridad. El pomo, como antes, es prácticamente nulo y también tiene un color de amarillo dorado. A diferencia de su hermana gemela, esta katana no llega a medir ni siquiera noventa centímetros, siendo especialmente apta para el combate en muy cortas distancias, dónde las armas mayores pueden encontrar dificultades para ser blandidas.
Como detalle, el propio Lay no acaba de comprender porque su zampakutoh en forma sellada aparece como armas basadas en ese estilo de combate tradicional japonés, cuando el espíritu de su espada no acaba de definirse completamente de ninguna nacionalidad, tradición o región, y prefiere usar el griego antiguo como idioma antes que el japonés para sus comandos. Presupone que es una ventaja táctica más que una definición de estilo personal, pero no está segura.
► Espíritu::
Apariencia General:
164 centímetros, 54 quilogramos de peso.
Mujer de talla media, con un cuerpo sensual y atrayente, aunque para nada desproporcionado y delicado más que fuerte. Piel clara y suave, bonita de ver, bonita al tacto. Cuidado durante el corto tiempo de vida de la joven, mimado. Sus piernas son delicadas, largas y esbeltas, que parecen no terminar nunca. Su vientre es plano y cuidado, con la piel tersa, con mucha dieta sana y saludable así como trabajo abdominal. Sus pechos son de tamaño medio, sensuales y sexys. No tiene reparos en llevar escote e insinuarlos siempre que lo desea, aunque sea solo para provocar. Sus brazos son similares a sus piernas, largos y delgados, con poco vello.
Finalmente su cara, preciosa. Destaca por su juventud, la belleza en la flor de la vida. Todos los rasgos son suaves, poco marcados. Los ojos grandes con unos colores verde limón claro. Pestañas largas, oscuras y coquetas. Sus labios pequeños, cucos y que dan ganas de besar. Tienen unos tonos rosados, ni muy subidos o muy pálidos de forma natural. Y para adornarlo todo, habitualmente un pelo largo y lacio, hasta media espalda que resalta todos sus atributos.
- Gea:
La personalidad de Gea está marcada por la apacibilidad, de una forma similar al propio carácter de Layton. De trato agradable y cordial, siempre dispuesta a una sonrisa o a la risa. Es bastante traviesa, buscando molestar en muchas ocasiones, para simplemente terminar riéndose con su portador. Jovial, tiene una mentalidad alegre y muy curiosa con todas las cosas. Siempre está abierta a nuevos retos y desafíos, como a visitar nuevos lugares o de redescubrir viejos paisajes para capturar nuevos matices. Procura pensar las cosas desde muchos ángulos diferentes, para obtener los máximos enfoques y no cerrarse en una terquedad que a veces su portadora si presenta. Por ello gusta mucho de las conversaciones y discusiones, filosóficas y profundas, de caminos o formas de actuación o en ocasiones simplemente de cotilleos sobre gente conocida. Procura mostrar su punto de vista con sutileza y poca rudeza, desde los muchos caminos que se ha dicho para que su portadora pueda alejarse de la ya característica terquedad. Por ello parte de sus motivaciones únicas son las de proteger y cuidar a Layton para que esta, pese a su edad, los años y los kilómetros recorridos juntos crezca fuerte y sano.
La otra parte de sus motivaciones, una muy grande que rivaliza con la de la propia portadora es su adoración por la naturaleza. Le encanta “caminar” y recorrer bellos paisajes [En este caso ser llevada por Layton] y normalmente replicarlos en su propio mundo interior, para poder volver a disfrutar los matices que se hubiese perdido. Ama todo tipo de plantas, pasando por el más pequeño brote o raíz en la tierra como hasta el árbol más viejo sobre la faz de cualquier mundo. Le encanta el tacto del musgo debajo de sus pies descalzos, trepar por ramas y oler cualquier tipo de flor o aroma. Recorrer con los dedos los anversos de las hojas perennes para notar su rugosidad, mimar los troncos de madera dura y en general hablar con toda la flora para que crezca sana y fuerte. Su conexión intima con la vida, hace que también le gusten el sol y las lluvias, ambos requisitos bastante imprescindibles para que sus amadas puedan vivir en perfectas condiciones y cubrirlo todo de verde. Asimismo también Gea presenta diferencias en función de la estación en que se encuentre:
- Primavera:
La etapa del año dónde se la ve más feliz y radiante. Sus colores de ya por si verdes, se ven intensificados como si el mismo espíritu fuera parte de las plantas y flores nacientes. Su belleza, su juventud y su viveza se muestran en su apogeo. Altamente activa en todas las cosas, moviéndose sin cesar, hablando con su portadora siempre que puede y tiene ocasión. Se la podrá ver cuidando de su portador siempre que pueda, llegando al extremo de ser extremadamente severa y sobreprotectora. - Verano:
Sus colores físicos, se volverán ligeramente más apagados. El verde se tornará de un color más mate, y sus ojos adquirirán unas motas de color dorado. Sus labios empero se verán más rojos, más dulces y maduros. Su estado de ánimo se vuelve más reposado. La apacibilidad flota en ella, hablando en los momentos precisos y concretos, nunca antes. Se muestra igualmente preocupada por su portador pero en ella flota la sabiduría de una madre, de un ser sabio y viejo. Se mueve con tranquilidad, se comporta como una dama. - Otoño:
Predominio del marrón, el rojo y el dorado en tanto su cabello como sus ojos. Ligeramente nostálgica por el fin de la vida, el inicio del letargo que comporta el invierno. Su carácter se nota intranquilo, pasando del reposo de la estación anterior a una falta de ánimos, una apatía generalizada de la que solo se despierta con los combates y situaciones de tensión, como si fueran tormentas que azotan las hojas y muestran aún su potencial. - Invierno:
Como la naturaleza en este tiempo, el espíritu permanece semidormido. Aparenta tener un estado de somnolencia constante. Su apariencia física parece envejecida, con arrugas en el rostro, pero con un gran aire de alta dignidad. Sus cabellos se vuelven de un gris pálido, casi blanco. Sus ojos de un verde lima, tan claro que parecen vidriosos. Apenas habla, apenas se mueve y si lo hace es como si fuera una ramita a punto de quebrarse. Como en la estación anterior, solo parece despertarse en casos de alta necesidad, pero cuando lo hace ataca con la furia de un ser moribundo y listo además para renacer con la primavera.
► Mundo Interior::
Toda la belleza del mundo, de los mundos, no puede estar contenida en un solo lugar. Iniciando en los más densos bosques, ya sean de árboles jóvenes con sus brotes nacientes o de ancianos milenarios cuyas ramas son capaces de oscurecer el sol; pasando por las extensas praderas llenas de hierba alta u arbustos bajos llenos de animales que las surcan; ciénagas llenas de vida, pese a sus colores apagados, su aura de podredumbre pero a la vez tan vivida; desiertos dónde la arena azota la fauna y la flora que los habita, sobretodo visibles durante las frescas noches. Finalizando en los confines helados, dónde la tundra permanece inactiva al menos en apariencia en las capas altas del permafrost pero tan verde y fuerte en las subcapas de hielo. No, no hay manera de que todos esos rincones se puedan resumir un lugar concreto. Cada uno, cada cual, tiene sus forma de ser, de actuar y sobretodo de desarrollarse. Imposible apartarlos, imposible de mezclarlos pero todos ellos hijos de una misma fuente, hijos de la vida.
El mundo interior de Gea, a diferencia de la mayoría de mundos espirituales internos de otros Shinigamis, se trata de la vivida representación del contacto íntimo que tienen Layton y Gea con la propia realidad exterior. Una comunión o sincronización entre tres elementos, que se refleja en paisajes cambiantes, todos ellos basados en posibles paisajes naturales. Tan genéricos que podrían bien ser parte de la propia tierra, sociedad de almas, o Hueco Mundo. A la vez, tan especiales como las mentalidades de Shinigami y espíritu sean capaces de imaginar o concebir. Una riqueza de detalles propios, tan alta, que se refleja en cada apartado natural. Cada planta, cada animal o cada metro cuadrado de terreno. El agua, el cielo, el entorno. Todo ello parece ser “un ser vivo”.
- Mundo Interior:
Shikai
► Comando de liberación (largo):
Όταν η φωτιά του να αρπάξει την καταστροφή έντονος σε όλα, όταν οι ψυχές των κολασμένων pugnen μεταξύ τους για τη λήψη άλλων σε κόλαση, όταν ο θάνατος εμφανίζεται. Οι νεαροί βλαστοί, μεγαλώνει και ζει, Gæa.
Procedente del griego, significa: “Cuando el fuego de la destrucción arrecie para arrebatarlo todo, cuando las almas de los condenados pugnen entre ellas por llevarse a los demás a los infiernos, cuando la muerte aparezca. Brota, crece y vive, Gea.“
► Comando de liberación (corto):
Ζωές, Gæa
Procedente del griego, significa: “Vive, Gea.”
► Aspecto del arma en la forma liberada:
Conforme el hombre pronuncia el comando de liberación (largo o corto, es indiferente) ambas espadas empezaran a recolectar Reiryoku propio. Puede parecer que las espadas absorben las partículas, pero en realidad se trata del proceso inverso, siendo la zampakutoh quien las emana ligeramente en el ambiente. Por el efecto de las partículas emitidas, empezarán a brillar con una intensa luz verde que impedirá al rival ver lo que sucede con las espadas, aunque pasados unos pocos segundos lo sabrá. Cuando finalmente termine de recitar el comando, se causará una leve explosión no nociva, que dará a conocer la forma inicial de la zampakutoh.
La espada larga permanecerá inalterada salvo por algunos matices. Si bien sus colores antes eran oscurecidos con detalles blancos o dorados, y un aspecto metalizado típico de hierro, pasará ahora a ser una espada con bellos detalles verdes y como si estuviera compuesta por infinidad de hojas. Cientos de ellas, que conformaran tanto la hoja, el mango y los detalles anteriores. Cada una de estas hojas, es parte de un árbol diferente con formas diferentes, pero dado su tamaño pequeño es altamente difícil apreciarlo. Sus colores también son diferentes, pasando por toda la gama de verdes, desde el más claro similar a amarillo, hasta el más oscuro pareciendo un negro medianoche. Asimismo, aunque pueda parecer que no, estas pequeñas hojas siguen siendo la propia zampakutoh, por ello tendrán su dureza y resistencia y en los lugares concretos estarán perfectamente afiladas para cortar y dañar. No solo eso, sino que la espada emite un débil brillo verde, que es aumentando cuando le toca el sol directamente. Las hojas parecen moverse con el viento o la brisa, agitadas, pero también cuando es blandida para golpear, creando un sonido altamente reconocible por aquellos que gustan de pasear por arboledas. Por ello en ocasiones puede parecer que la espada, es un ser animado, con vida propia.
En la otra mano dónde antes se encontraba la espada corta, basada en el blanco, con detalles negros y dorados, se puede apreciar que ya no es una espada. Agarrado fuertemente, aparece un látigo. Este látigo, de forma homologa con su espada hermana, tiene una apariencia natural. No está hecho de fibras de cuerda unidas, sino que se trata o aparentemente se trata de una hiedra. Un tronco duro y fibroso [Recordar, es de hierro de zampakutoh y Reiryoku materializado] con colores marrón claro, recubierto de hojas de hieda, ligeramente más grandes en tamaño que las de la espada, pero igual de afilados. El mango, es de madera pulida recubierto por una alfombra de musgo, para que sea de buen agarre. Normalmente el látigo mide unos dos metros de largo, pero Layton puede hacerlo extender usando su energía espiritual llegando a medir entre unos cinco o diez metros como máximo.
► Descripción del Shikai:
Como se puede apreciar la zampakutoh de Layton se basa en el dominio de la naturaleza, más concretamente de la Flora. Al nivel de poder de su espada, no tiene un gran control sobre el entorno que la rodea, sino que la mayoría de técnicas y capacidades deben provenir de la misma mujer. Por ello Lay será el canalizador de los poderes, sin poder aprovechar los entornos de forma completa. De forma básica, los ataques del hombre ya sean con sus armas (látigo, espada o con el cuerpo) o bien manejando las técnicas de carácter natural (técnicas nombradas más abajo), tienen la capacidad de dejar semillas de tamaño microscópico en las heridas causadas. Estas semillas se quedarán fijas en las paredes (Ya sean tejido epiteliales o bien musculares o bien físicas como rocas o barro) y para crecer devorarán como puedan las células colindantes haciéndose más y más grandes con el paso del tiempo. Se podría decir que la herida actúa de huésped para su crecimiento, aunque este crecimiento será mayor o menor en función de los niveles de Layton y el rival. Para ser concretos, se utilizará la Destreza del portador de Gea, enfrentada a la Resistencia rival para determinar los efectos:
Όταν η φωτιά του να αρπάξει την καταστροφή έντονος σε όλα, όταν οι ψυχές των κολασμένων pugnen μεταξύ τους για τη λήψη άλλων σε κόλαση, όταν ο θάνατος εμφανίζεται. Οι νεαροί βλαστοί, μεγαλώνει και ζει, Gæa.
Procedente del griego, significa: “Cuando el fuego de la destrucción arrecie para arrebatarlo todo, cuando las almas de los condenados pugnen entre ellas por llevarse a los demás a los infiernos, cuando la muerte aparezca. Brota, crece y vive, Gea.“
► Comando de liberación (corto):
Ζωές, Gæa
Procedente del griego, significa: “Vive, Gea.”
► Aspecto del arma en la forma liberada:
Conforme el hombre pronuncia el comando de liberación (largo o corto, es indiferente) ambas espadas empezaran a recolectar Reiryoku propio. Puede parecer que las espadas absorben las partículas, pero en realidad se trata del proceso inverso, siendo la zampakutoh quien las emana ligeramente en el ambiente. Por el efecto de las partículas emitidas, empezarán a brillar con una intensa luz verde que impedirá al rival ver lo que sucede con las espadas, aunque pasados unos pocos segundos lo sabrá. Cuando finalmente termine de recitar el comando, se causará una leve explosión no nociva, que dará a conocer la forma inicial de la zampakutoh.
La espada larga permanecerá inalterada salvo por algunos matices. Si bien sus colores antes eran oscurecidos con detalles blancos o dorados, y un aspecto metalizado típico de hierro, pasará ahora a ser una espada con bellos detalles verdes y como si estuviera compuesta por infinidad de hojas. Cientos de ellas, que conformaran tanto la hoja, el mango y los detalles anteriores. Cada una de estas hojas, es parte de un árbol diferente con formas diferentes, pero dado su tamaño pequeño es altamente difícil apreciarlo. Sus colores también son diferentes, pasando por toda la gama de verdes, desde el más claro similar a amarillo, hasta el más oscuro pareciendo un negro medianoche. Asimismo, aunque pueda parecer que no, estas pequeñas hojas siguen siendo la propia zampakutoh, por ello tendrán su dureza y resistencia y en los lugares concretos estarán perfectamente afiladas para cortar y dañar. No solo eso, sino que la espada emite un débil brillo verde, que es aumentando cuando le toca el sol directamente. Las hojas parecen moverse con el viento o la brisa, agitadas, pero también cuando es blandida para golpear, creando un sonido altamente reconocible por aquellos que gustan de pasear por arboledas. Por ello en ocasiones puede parecer que la espada, es un ser animado, con vida propia.
En la otra mano dónde antes se encontraba la espada corta, basada en el blanco, con detalles negros y dorados, se puede apreciar que ya no es una espada. Agarrado fuertemente, aparece un látigo. Este látigo, de forma homologa con su espada hermana, tiene una apariencia natural. No está hecho de fibras de cuerda unidas, sino que se trata o aparentemente se trata de una hiedra. Un tronco duro y fibroso [Recordar, es de hierro de zampakutoh y Reiryoku materializado] con colores marrón claro, recubierto de hojas de hieda, ligeramente más grandes en tamaño que las de la espada, pero igual de afilados. El mango, es de madera pulida recubierto por una alfombra de musgo, para que sea de buen agarre. Normalmente el látigo mide unos dos metros de largo, pero Layton puede hacerlo extender usando su energía espiritual llegando a medir entre unos cinco o diez metros como máximo.
► Descripción del Shikai:
Como se puede apreciar la zampakutoh de Layton se basa en el dominio de la naturaleza, más concretamente de la Flora. Al nivel de poder de su espada, no tiene un gran control sobre el entorno que la rodea, sino que la mayoría de técnicas y capacidades deben provenir de la misma mujer. Por ello Lay será el canalizador de los poderes, sin poder aprovechar los entornos de forma completa. De forma básica, los ataques del hombre ya sean con sus armas (látigo, espada o con el cuerpo) o bien manejando las técnicas de carácter natural (técnicas nombradas más abajo), tienen la capacidad de dejar semillas de tamaño microscópico en las heridas causadas. Estas semillas se quedarán fijas en las paredes (Ya sean tejido epiteliales o bien musculares o bien físicas como rocas o barro) y para crecer devorarán como puedan las células colindantes haciéndose más y más grandes con el paso del tiempo. Se podría decir que la herida actúa de huésped para su crecimiento, aunque este crecimiento será mayor o menor en función de los niveles de Layton y el rival. Para ser concretos, se utilizará la Destreza del portador de Gea, enfrentada a la Resistencia rival para determinar los efectos:
- Tabla de Efectos:
- Resistencia del enemigo Superior en 15 puntos: Las semillas les costará germinar. La piel del rival o los músculos son fuertes y resistentes para ellas, por lo que sus efectos serán menores y muy aislados. Comerán células y avanzaran a un ritmo muy lento, del alrededor de medio centímetro por turno. No detienen el sangrado de la herida, pero la sangre se verá de un color más verdusco, similar a un azul, por la clorofila. Incapaces de penetrar más allá de la capa epitelial. Los daños en el área local, son muy leves y poco constantes. A este nivel son incapaces de crecer hasta un tamaño visible para el ojo humano.
- Resistencia del enemigo Superior en 14 puntos hasta Resistencia Inferior en 9 puntos: Semillas con mayor capacidad para adaptarse al medio, por lo que aún con cierta dificultad podrán crecer a un ritmo más elevado. Capaces de avanzar a un ritmo de entre un centímetro a un centímetro y medio por turno. Las heridas ya no producen hemorragias, pues los restos dejados taponan el sangrado. Son capaces de superar la capa epitelial y pero sin llegar a germinar adecuadamente en el musculo, por lo que los daños serán débiles aunque más constantes. La herida ser verá de un tono verdusco, similar al musgo y se podrá retirar sin mucha dificultad pero la herida seguirá afectada por las semillas internas, que seguirán creciendo salvo que el rival actué de alguna manera para retirarlas.
- Cualquier enemigo con un puntaje en Resistencia con una diferencia entre 10 y 19 puntos menor: A este nivel las semillas son capaces de crecer sanamente, sin muchas dificultades y con abundantes nutrientes del huésped. Pueden germinar sin problemas en tanto piel como músculos, penetrando profusamente en el interior. Se alimentarán y avanzaran a un ritmo alto, a razón de unos tres a cuatro centímetros por turno. Las hemorragias como antes, ya no son presentes, y se notará un dolor medio-intenso en la zona afectada. Se empieza a apreciar conforme pasen los turnos, el crecimiento de una planta, hacia el exterior de la piel, en forma de pequeños brotes verdes, pequeñas hojas y tallos que trepan hacía el exterior como el interior, causando un penalizador ligero al intentar mover la zona afectada. La planta puede ser removida pero como sucede siempre, se debe eliminar la raíz o seguirá creciendo una y otra vez.
- Cualquier enemigo/ataque con un puntaje en Resistencia con una diferencia entre 20 y 29 menor: Gran facilidad para penetrar capas de piel y musculo y por primera vez, con alguna que mayor dificultad para penetrar hasta el hueso con el tiempo suficiente. Ritmo muy elevado de crecimiento, a razón de abrir la herida unos cinco o seis centímetros por turno y con un dolor grande en la zona afectada. Como ya sucedía la hemorragia no aparece y la sangre sirve de alimento para las propias plantas. De forma similar, con mayor velocidad, la planta crecerá y en algunos turnos [En función del rival, clima y sol] se podrán apreciar unos brotes con hojas saliendo de la herida, causando que la zona afectada, de no eliminarse las plantas que van creciendo pueda perder mucha movilidad.
- Cualquier enemigo/ataque con un puntaje en Resistencia con una diferencia de 30 o menos: A este nivel el crecimiento de la planta en la zona afectada es increíblemente rápido. Puede arraigar hasta el hueso aunque normalmente se sitúa en la zona muscular que es más rica en nutrientes, y crecerán a un ritmo de siete centímetros por turno, creando un gran dolor en la zona. La hemorragia sigue sin ser aparente, y las plantas crecen altas y fuertes. En pocos turnos se puede apreciar no solo hojas, sino quizás algunas flores saliendo de la planta que a su vez pueden dejar caer más semillas por la zona colindante (o heridas colindantes). Como antes, si no son arrancadas o eliminadas, crearan impedimentos al rival al luchar, no solo ya por su molestia, sino por su peso, el dolor y el arraigo en los músculos.
- Resistencia del enemigo Superior en 15 puntos: Las semillas les costará germinar. La piel del rival o los músculos son fuertes y resistentes para ellas, por lo que sus efectos serán menores y muy aislados. Comerán células y avanzaran a un ritmo muy lento, del alrededor de medio centímetro por turno. No detienen el sangrado de la herida, pero la sangre se verá de un color más verdusco, similar a un azul, por la clorofila. Incapaces de penetrar más allá de la capa epitelial. Los daños en el área local, son muy leves y poco constantes. A este nivel son incapaces de crecer hasta un tamaño visible para el ojo humano.
Técnicas
οργή του χίλια φύλλα [Formación de las mil hojas]
Con un chasquido seco en el aire, el látigo de Layton se deshace en un revoloteo de infinidad de hojas. Inicialmente todas estas hojas de un tamaño pequeño y ligero revolotearán alrededor del hombre, como si de una lluvia otoñal se tratase. Aunque pueda parecer que eso es puramente estético es un bello contemplar, que puede hacer que el tiempo en la batalla se detenga unos segundos mientras los rivales o aliados contemplan pasmados la caída de las hojas y su leve flotar. Más, esta no es la finalidad de la técnica. El usuario de esta posee un control total sobre las hojas, pudiendo hacer con ellas lo que desee y manejarlas a su antojo con una orden mental. Se mueven, flotan gracias a la energía espiritual que pueden encontrar en el ambiente o que Layton les proporciona, por lo que sus usos son muchos y variados en función de la situación. Obviamente, las hojas poseen aunque pueda que no lo parezca unos bordes tan afilados como el filo de una katana por lo que son capaces de cortar con envidiable facilidad cualquier estructura creada o natural. Las hojas no son indestructibles sino que poseen una resistencia dada por las capacidades de Layton y pueden ser controladas, quemadas o destruidas por los rivales, aunque eso no es problema para el hombre quien puede ir creando hojas y hojas conforme las viejas mueren, siguiendo el ciclo de la propia vida.
En la forma Shikai, las hojas proceden del látigo y su número esta sucinto a este hecho, por lo que nunca tendrá más de un total de 400 hojas para su uso. Se pueden agrupar para crear un ataque muy poderoso o una defensa contra ataques, se pueden dividir en grupos más pequeños para buscar ataques más versátiles o bien puntos débiles. Solo son realmente efectivas en grupos grandes de unas cien hojas, y si usa menos para sus ataques, pueden perder efectividad (Si usa menos de 100 se reduce en 5 puntos el valor de ataque/defensa, si usa menos de 50 se reduce en 10 puntos, y si usa menos de 25 se reduce en 15 puntos). Las hojas y su manejo vienen dado por la Destreza, pero sus daños/defensa por el Reiryoku. Recordar que las hojas pueden dejar semillas allá dónde golpee como todas las técnicas. Las hojas no dañan al usuario de esta técnica.
Αίματος, Sap ζωή [Savia de la vida que corre por mis venas]
Usando el propio Reiryoku y ayudándose del poder de su zampakutoh, Layton es capaz de crear savia de carácter natural para que potencie su propia sangre. Mediante la aplicación de elementos vegetales en mezcla con elementos animales, en una proporción perfecta y estudiada el cuerpo de Layton sufre una mejora evolutiva respeto a ambas especies.
En su primera forma, el shikai, únicamente presenta una capacidad curativa. Las plaquetas y glóbulos blancos junto a la clorofila y la capacidad de limpieza de otros agentes vegetales crean una potente técnica regenerativa y curativa, siendo una de las técnicas favoritas del hombre en sus tratamientos y remedios. Puede crear una cantidad media de esta savia en sus heridas para aliviar dolores, creando una capa a modo de cataplasma en heridas para detener hemorragias, hacer crecer fibras musculares dañadas, aliviar nervios o restaurar huesos y que cuando se retire la cataplasma autogenerada no exista ni rastro de la herida inicial. A su vez puede reducir el nivel de quemaduras de cualquier procedencia como si se tratará de una pomada, eliminar efectos de venenos / ácidos / necrosis puntuales siempre que no sean potentes o de limpiar heridas de cualquier agente nocivo [Siempre en función de potencia enfrentada], creando que realmente Layton posea un sistema inmunológico y defensivo muy potente con grandes capacidades para la supervivencia y curación. Los límites de dicha técnica vienen dados por la propia energía de Layton, así que dicha regeneración se dará en base al Reiryoku y nunca podrá auto curar más de una herida grave por turno o dos medias.
En la Liberación Bankai, el poder de la vida fluye con todavía más fuerza por tanto las venas como por el cuerpo del Comandante. Una mejora sustancial en la forma de curarse, que es capaz de generar miembros perdidos en base a tanto tejido vegetal como animal, creando miembros de colores verdes. No solamente esto, sino que el potencial del hombre es extremadamente elevado. Puede contener con relativa facilidad los ambientes hostiles y negativos que surta su persona. Las temperaturas extremas atentan con menor potencia, las condiciones climáticas generadas por rivales tampoco afectarán con tanto potencial, así como entornos con poca o demasiada luz, sea cual sea su procedencia. El poder de la vida es demasiado fuerte para ser erradicado por agentes nocivos. El poder de la vida fluye por el cuerpo del hombre potenciándolo, mejorándolo. Haciendo que sea realmente un superviviente en mundo de muerte. Como antes, se requiere de un alto valor en Reiryoku para mantener activa esta técnica.
Con un chasquido seco en el aire, el látigo de Layton se deshace en un revoloteo de infinidad de hojas. Inicialmente todas estas hojas de un tamaño pequeño y ligero revolotearán alrededor del hombre, como si de una lluvia otoñal se tratase. Aunque pueda parecer que eso es puramente estético es un bello contemplar, que puede hacer que el tiempo en la batalla se detenga unos segundos mientras los rivales o aliados contemplan pasmados la caída de las hojas y su leve flotar. Más, esta no es la finalidad de la técnica. El usuario de esta posee un control total sobre las hojas, pudiendo hacer con ellas lo que desee y manejarlas a su antojo con una orden mental. Se mueven, flotan gracias a la energía espiritual que pueden encontrar en el ambiente o que Layton les proporciona, por lo que sus usos son muchos y variados en función de la situación. Obviamente, las hojas poseen aunque pueda que no lo parezca unos bordes tan afilados como el filo de una katana por lo que son capaces de cortar con envidiable facilidad cualquier estructura creada o natural. Las hojas no son indestructibles sino que poseen una resistencia dada por las capacidades de Layton y pueden ser controladas, quemadas o destruidas por los rivales, aunque eso no es problema para el hombre quien puede ir creando hojas y hojas conforme las viejas mueren, siguiendo el ciclo de la propia vida.
En la forma Shikai, las hojas proceden del látigo y su número esta sucinto a este hecho, por lo que nunca tendrá más de un total de 400 hojas para su uso. Se pueden agrupar para crear un ataque muy poderoso o una defensa contra ataques, se pueden dividir en grupos más pequeños para buscar ataques más versátiles o bien puntos débiles. Solo son realmente efectivas en grupos grandes de unas cien hojas, y si usa menos para sus ataques, pueden perder efectividad (Si usa menos de 100 se reduce en 5 puntos el valor de ataque/defensa, si usa menos de 50 se reduce en 10 puntos, y si usa menos de 25 se reduce en 15 puntos). Las hojas y su manejo vienen dado por la Destreza, pero sus daños/defensa por el Reiryoku. Recordar que las hojas pueden dejar semillas allá dónde golpee como todas las técnicas. Las hojas no dañan al usuario de esta técnica.
Αίματος, Sap ζωή [Savia de la vida que corre por mis venas]
Usando el propio Reiryoku y ayudándose del poder de su zampakutoh, Layton es capaz de crear savia de carácter natural para que potencie su propia sangre. Mediante la aplicación de elementos vegetales en mezcla con elementos animales, en una proporción perfecta y estudiada el cuerpo de Layton sufre una mejora evolutiva respeto a ambas especies.
En su primera forma, el shikai, únicamente presenta una capacidad curativa. Las plaquetas y glóbulos blancos junto a la clorofila y la capacidad de limpieza de otros agentes vegetales crean una potente técnica regenerativa y curativa, siendo una de las técnicas favoritas del hombre en sus tratamientos y remedios. Puede crear una cantidad media de esta savia en sus heridas para aliviar dolores, creando una capa a modo de cataplasma en heridas para detener hemorragias, hacer crecer fibras musculares dañadas, aliviar nervios o restaurar huesos y que cuando se retire la cataplasma autogenerada no exista ni rastro de la herida inicial. A su vez puede reducir el nivel de quemaduras de cualquier procedencia como si se tratará de una pomada, eliminar efectos de venenos / ácidos / necrosis puntuales siempre que no sean potentes o de limpiar heridas de cualquier agente nocivo [Siempre en función de potencia enfrentada], creando que realmente Layton posea un sistema inmunológico y defensivo muy potente con grandes capacidades para la supervivencia y curación. Los límites de dicha técnica vienen dados por la propia energía de Layton, así que dicha regeneración se dará en base al Reiryoku y nunca podrá auto curar más de una herida grave por turno o dos medias.
En la Liberación Bankai, el poder de la vida fluye con todavía más fuerza por tanto las venas como por el cuerpo del Comandante. Una mejora sustancial en la forma de curarse, que es capaz de generar miembros perdidos en base a tanto tejido vegetal como animal, creando miembros de colores verdes. No solamente esto, sino que el potencial del hombre es extremadamente elevado. Puede contener con relativa facilidad los ambientes hostiles y negativos que surta su persona. Las temperaturas extremas atentan con menor potencia, las condiciones climáticas generadas por rivales tampoco afectarán con tanto potencial, así como entornos con poca o demasiada luz, sea cual sea su procedencia. El poder de la vida es demasiado fuerte para ser erradicado por agentes nocivos. El poder de la vida fluye por el cuerpo del hombre potenciándolo, mejorándolo. Haciendo que sea realmente un superviviente en mundo de muerte. Como antes, se requiere de un alto valor en Reiryoku para mantener activa esta técnica.
Bankai
► Comando de liberación (largo):
Όταν όλα έχουν χαθεί. Όταν το μόνο πράγμα που αφήνεται για το πρόσωπο της γης είναι το φάντασμα του θανάτου. Ένας νεαρός βλαστός, πράσινη ελπίδα. Μια εκκολαπτόμενη ζωή. Η αναγέννηση, Gea.
Procedente del griego, significa: “Cuando todo esté perdido. Cuando lo único que quede sobre la faz de tierra sea el espectro de la muerte. Un brote, una esperanza verde. Una vida naciente. El renacer, Gea.”
► Comando de liberación (corto):
Γεννήθηκε, πάλι Gea
Procedente del griego, significa: “Renace, Gea”.
► Aspecto del arma en la forma Bankai:
Las espadas no sufren ningún cambio apreciable, como tampoco lo sufre el portador. El Bankai de Layton es de tipo Ambiental, afectando al área de combate en lugar de compactar el poder en la propia espada como hacen algunos Shinigamis. En realidad eso convierte a Lay en un oponente formidable, sumando sus habilidades del manejo de la espada junto al poder de Gea de afectar un gran espacio de terreno a voluntad.
► Descripción del Bankai:
Aparte del comando y la pronunciación de las palabras necesarias para liberar el arma a su estadio final, ya sea mediante la metodología corta o la larga, siendo independiente de este hecho, es necesario que Layton clave con fuerza su verde espada en el piso para que surta efecto. Al mismo momento de este hecho, una gran energía será irradiada por la zampakutoh durante unos segundos dejando sin visibilidad por la intensa luz el campo de combate, tiempo en el cual empezará a surtir efecto la capacidad innata de dicha espada.
Gracias al poder de Gea, se mantendrá la capacidad de las técnicas, látigo y espada de implantar semillas en las heridas rivales, pero esta capacidad de causar y crear vida a través de la energía espiritual propia o del ambiente se hace extensiva en la segunda forma. Muy extensiva. En un área de 200 metros por cada 10 puntos de Reiryoku que Layton posea, la vida vegetal hará acto de presencia en el suelo. Da igual si es una sección adversa como puede ser el desierto de Hueco Mundo, las cercanías de un volcán o un lugar poco propicio para la vida vegetal. La hierba será la primera en cubrir todo el piso con su frescor, verdor y suavidad. Vibrante se dejará mecer por el viento y la brisa. Pronto pero en menor medida aparecerán arbustos de tamaño medio por algunas partes del combate así como otros elementos más grandes, algunos árboles de carácter “normal” (sin habilidades, solo arboles creados por la energía espiritual de Layton). Estos árboles y arbustos, son a gusto de la propia Gea normalmente ya que es la que posee una mayor comprensión sobre las plantas y sus tipos. Así que nunca se verán dos formas Bankai idénticas en cuanto a las plantas creadas. Para cuando hayan pasado unos segundos más, el campo de batalla habrá cambiado por completo. Sea donde sea, estese donde se estese, ahora el panorama dominante será una gran extensión de hierba con árboles, un paraje altamente natural, verde y frondoso. En cualquier momento puede crear más arboles aunque resulta improbable que lo haga por el gasto (y por poder crear cosas más útiles).
Cabe destacarse que este paraje natural está alimentado por la energía espiritual, así que no resultará fácil para los oponentes de otras armas ambientales (viento o agua) de destruirlo y alterarlo para sus necesidades. Eso no implica que no puedan realizar sus técnicas, pero dificulta aquellas que creen otros campos artificiales al existir el propio de Layton.
Όταν όλα έχουν χαθεί. Όταν το μόνο πράγμα που αφήνεται για το πρόσωπο της γης είναι το φάντασμα του θανάτου. Ένας νεαρός βλαστός, πράσινη ελπίδα. Μια εκκολαπτόμενη ζωή. Η αναγέννηση, Gea.
Procedente del griego, significa: “Cuando todo esté perdido. Cuando lo único que quede sobre la faz de tierra sea el espectro de la muerte. Un brote, una esperanza verde. Una vida naciente. El renacer, Gea.”
► Comando de liberación (corto):
Γεννήθηκε, πάλι Gea
Procedente del griego, significa: “Renace, Gea”.
► Aspecto del arma en la forma Bankai:
Las espadas no sufren ningún cambio apreciable, como tampoco lo sufre el portador. El Bankai de Layton es de tipo Ambiental, afectando al área de combate en lugar de compactar el poder en la propia espada como hacen algunos Shinigamis. En realidad eso convierte a Lay en un oponente formidable, sumando sus habilidades del manejo de la espada junto al poder de Gea de afectar un gran espacio de terreno a voluntad.
► Descripción del Bankai:
Aparte del comando y la pronunciación de las palabras necesarias para liberar el arma a su estadio final, ya sea mediante la metodología corta o la larga, siendo independiente de este hecho, es necesario que Layton clave con fuerza su verde espada en el piso para que surta efecto. Al mismo momento de este hecho, una gran energía será irradiada por la zampakutoh durante unos segundos dejando sin visibilidad por la intensa luz el campo de combate, tiempo en el cual empezará a surtir efecto la capacidad innata de dicha espada.
Gracias al poder de Gea, se mantendrá la capacidad de las técnicas, látigo y espada de implantar semillas en las heridas rivales, pero esta capacidad de causar y crear vida a través de la energía espiritual propia o del ambiente se hace extensiva en la segunda forma. Muy extensiva. En un área de 200 metros por cada 10 puntos de Reiryoku que Layton posea, la vida vegetal hará acto de presencia en el suelo. Da igual si es una sección adversa como puede ser el desierto de Hueco Mundo, las cercanías de un volcán o un lugar poco propicio para la vida vegetal. La hierba será la primera en cubrir todo el piso con su frescor, verdor y suavidad. Vibrante se dejará mecer por el viento y la brisa. Pronto pero en menor medida aparecerán arbustos de tamaño medio por algunas partes del combate así como otros elementos más grandes, algunos árboles de carácter “normal” (sin habilidades, solo arboles creados por la energía espiritual de Layton). Estos árboles y arbustos, son a gusto de la propia Gea normalmente ya que es la que posee una mayor comprensión sobre las plantas y sus tipos. Así que nunca se verán dos formas Bankai idénticas en cuanto a las plantas creadas. Para cuando hayan pasado unos segundos más, el campo de batalla habrá cambiado por completo. Sea donde sea, estese donde se estese, ahora el panorama dominante será una gran extensión de hierba con árboles, un paraje altamente natural, verde y frondoso. En cualquier momento puede crear más arboles aunque resulta improbable que lo haga por el gasto (y por poder crear cosas más útiles).
Cabe destacarse que este paraje natural está alimentado por la energía espiritual, así que no resultará fácil para los oponentes de otras armas ambientales (viento o agua) de destruirlo y alterarlo para sus necesidades. Eso no implica que no puedan realizar sus técnicas, pero dificulta aquellas que creen otros campos artificiales al existir el propio de Layton.
Técnicas
Δημιουργία του Κόσμου [Creación del Mundo]
Una de las técnicas básicas de la forma Bankai reside en la creación de diversas plantas con características únicas y efectos especiales para el combate. Puede crear estas plantas en todo el entorno que abarque su Bankai, en cualquier lugar que su hierba crezca sana. También podría crearlas en lugares dónde no llegase, pero entonces resultaría una tarea más difícil y ardua, ya que requeriría de mayor energía para ello, al no estar en un entorno tan fructífero como puede ser el creado con anterioridad por sí mismo. La única limitación de esta técnica es que solo puede crear un tipo de planta cada turno y una limitación adicional de como máximo cinco plantas. Crear más podría agotar incluso al comandante en pocos momentos, pues aunque posea una capacidad espiritual envidiable, la vida requiere de bastantes recursos para ser creada de esta manera. Encontramos las siguientes plantas y que se guían por el Reiryoku ajeno para activarse:
Αναγεννημένος [Renacer]
Movimiento final, que cancela el uso del Bankai en su totalidad, aunque solo cuando se dé el efecto. Es una técnica muy especial, ligada a la supervivencia final del portador. Está técnica se puede activar en cualquier momento y cualquier situación aunque el efecto aparecerá en un momento determinante. La muerte del portador de Gea, la muerte de Layton. En el momento que esto suceda y se posea el Bankai activado toda la vegetación creada desaparecerá en cuestión de escasos segundos, marchitándose y pudriéndose como si se tratase de una helada. Más el alma de Layton, en lugar de verse destruida en su totalidad sucumbiendo a la frecuencia espiritual y volviéndose muchas partículas menores para formar quien sabe qué, se verá impresionada en una semilla de tamaño medio. Esta semilla absorberá la energía espiritual del hombre junto a sus detalles de personalidad, todo aquello llamado Alma. La batalla obviamente estará definida a favor del oponente del hombre, pero la semilla saldrá volando, lejos del alcance de estos para posarse en algún entorno seguro. Allí, crecerá mecida por los elementos sin ser interrumpida, incapaz de ser destruida desde el exterior por poderosa energía del Bankai. Conforme llegue a la madurez, no se creará una planta, sino que Layton, tal como fuere en el momento de su muerte, renacerá para seguir con sus quehaceres.
Quizás esté un poco oxidado, eso sí…
Una de las técnicas básicas de la forma Bankai reside en la creación de diversas plantas con características únicas y efectos especiales para el combate. Puede crear estas plantas en todo el entorno que abarque su Bankai, en cualquier lugar que su hierba crezca sana. También podría crearlas en lugares dónde no llegase, pero entonces resultaría una tarea más difícil y ardua, ya que requeriría de mayor energía para ello, al no estar en un entorno tan fructífero como puede ser el creado con anterioridad por sí mismo. La única limitación de esta técnica es que solo puede crear un tipo de planta cada turno y una limitación adicional de como máximo cinco plantas. Crear más podría agotar incluso al comandante en pocos momentos, pues aunque posea una capacidad espiritual envidiable, la vida requiere de bastantes recursos para ser creada de esta manera. Encontramos las siguientes plantas y que se guían por el Reiryoku ajeno para activarse:
- Venus Atrapamoscas: Una gigantesca he extensa Venus Atrapamoscas aparece en el suelo. Su tamaño de alto oscila los 3 metros y de ancho 2 y cuenta con colores bastante apagados, como si fuera un arbusto normal y corriente. Esto forma parte de la estrategia natural de dicha planta, para luego atrapar con mayor facilidad a las presas que pasen cerca y atacar con potentes mordeduras y ácido leve para intentar devorar a sus rivales. Además cuenta con unos látigos que pueden estirarse un máximo de 12 metros que tienen la función de acortar levemente la capacidad para mantenerse en el aire de casi todos los usuarios de reiatsu, atrayéndoles hacía ellas. Tiene una duración de dos turnos antes de marchitarse.
- Cicuta: Del suelo aparece una planta la cual alcanza los dos metros, cuando esta se abre emite en todas las direcciones una importante cantidad de savia que al contacto directo con la piel es capaz de anular las capacidades de control de este, por lo que si cae en un brazo puede evitar que este se mueva, como si de una parálisis se trátese, el tiempo y efecto de la parálisis no tiene nada que ver con la cantidad, pero en cualquier caso, el afectado se verá privado de la parte afectada 2 turnos. Como antes pueden durar dos turnos antes de marchitarse. Tiene un alcance de 5 metros de radio la extensión de la cicuta en el aire.
- Enredadera: Esta planta es bastante peculiar, puesto que es como una enredadera múltiple de un par de metros de alto por cuatro de ancho que se mueve como si no tuviese la necesidad de estar conectada al suelo o a ninguna superficie necesariamente, aunque hay un pequeño hilo el cual conecta a esta y que si es cortado hace desaparecer esta técnica. La idea general de esta técnica radica en atrapar a los enemigos dentro de sus tallos, para lentamente envolverlos y apretarlos como si de una boa constrictora fuera. Tiene una fuerza enorme, capaz de partir huesos si no se hace nada para evitarlo, aunque lleve tiempo para ello. Dado que esa es la actuación principal de los enemigos, posee un movimiento de defensa, adicional. Una vez los tallos que aprisionen al rival sean cortados o separados, la savia resultante se convertirá rápidamente en un ácido potente, capaz de causar quemaduras a las partes afectadas y alcanzadas por el mismo. Puede llegar a durar tres turnos, antes de marchitarse.
- Roble Milenario: El roble es el árbol tradicional en muchos países, de un tamaño y grosos más que considerable. Solo puede crear dos de estos árboles por batalla, pero durarán hasta el final de la misma. Su única tarea consiste en proporcionar sus hojas a Layton, para potenciar la técnica del Shikai [Formación de las mil hojas] dándole la capacidad de aumentar el número total de hojas disponibles en 300 por cada roble. Asimismo los oponentes que toquen dichos robles (cuyo tamaño variará según los deseos de Layton y la batalla) pueden sufrir daños por las hojas, tal y como si hubieran sido afectados por la técnica descrita en el shikai. También posee una dura corteza capaz de proporcionar una defensa extra a quienes se refugien detrás de su tronco o corteza.
Αναγεννημένος [Renacer]
Movimiento final, que cancela el uso del Bankai en su totalidad, aunque solo cuando se dé el efecto. Es una técnica muy especial, ligada a la supervivencia final del portador. Está técnica se puede activar en cualquier momento y cualquier situación aunque el efecto aparecerá en un momento determinante. La muerte del portador de Gea, la muerte de Layton. En el momento que esto suceda y se posea el Bankai activado toda la vegetación creada desaparecerá en cuestión de escasos segundos, marchitándose y pudriéndose como si se tratase de una helada. Más el alma de Layton, en lugar de verse destruida en su totalidad sucumbiendo a la frecuencia espiritual y volviéndose muchas partículas menores para formar quien sabe qué, se verá impresionada en una semilla de tamaño medio. Esta semilla absorberá la energía espiritual del hombre junto a sus detalles de personalidad, todo aquello llamado Alma. La batalla obviamente estará definida a favor del oponente del hombre, pero la semilla saldrá volando, lejos del alcance de estos para posarse en algún entorno seguro. Allí, crecerá mecida por los elementos sin ser interrumpida, incapaz de ser destruida desde el exterior por poderosa energía del Bankai. Conforme llegue a la madurez, no se creará una planta, sino que Layton, tal como fuere en el momento de su muerte, renacerá para seguir con sus quehaceres.
Quizás esté un poco oxidado, eso sí…
Última edición por Alen el Mar Sep 24, 2013 3:56 pm, editado 3 veces
Alen- Shinigami
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Mensajes : 4
Fecha de inscripción : 16/09/2013
Re: Layton Zephyr [Commander]
Historia
Story of Life
¿Su historia no tiene ningún tipo de misterio o de secretos? ¿O sí? La realidad es que mucha parte de su larga vida, tanto humana como shinigami ha pasado en un mito que el propio hombre recuerda con pedazos, como una película a medias, y además, desvirtuada por las acusaciones de otros seres.
Layton nació hace ya una infinidad de tiempo. Poco recuerda el hombre de sus periodos iniciales de vida, dónde dio sus primeros pasos por lo que sería la cruel vida pero a la vez intensas emociones, personas y lugares por conocer. Los detalles, que se quedaron en su mente y perduran hasta data de hoy tienen relación con su lugar de nacimiento. Catalogado por sus padres, en aquellas largas conversaciones cerca de la chimenea en los fríos inviernos, deduce que nació y vivió los primeros compases de su infancia en la tierra llamada Grecia, cercanos a la antigua capital de Atenas. Eran tiempos convulsos pues su bella tierra estaba “infestada” por una comunidad, procedente del otro lado del Adriático y que había conquistado más de medio mundo. Pero no solamente eso, había una nueva fe, extendiéndose por todos los rincones del globo. Una fe que predicaba los conocimientos que haría la base del joven Layton. Predicados por la primera comunidad cristiana, fue educado en base a la nobleza de los sentimientos, de la bondad y del amor. Bondades que procuró demostrar a su hermana, nacida unos años más tarde pero a la que quería y ,en gran medida, aún quiere a día de hoy. Su infancia fue feliz dentro de las dificultades propias de la época. Escasez de agua, alimentos o enfermedades, tiempos difíciles. Pero finalmente llegó el día marcado para la muerte de ambos, junto sus propios ancestros y familiares. Acusados de falsa fe y falsos profetas, fueron declarados como traidores a la patria Romana y crucificada hasta la muerte. Por suerte, los niños corrían otro suerte. Pasados a cuchillo, su garganta fue destrozada con rapidez.
El rojo dio paso al negro y este de nuevo a los colores.
Aquí la mente del joven Layton es difusa. Nunca supo del viaje que realizó del mundo humano al mundo espiritual. Ni de la purificación que sufrió a manos de un Shinigami, hasta muchos años más tarde, hasta que accedió a esa sociedad militarizada. Por el contrario los siguientes trescientos o cuatrocientos años, los pasó en el Rukongai. Una sociedad diferente de la que había vivido. Dura, más dura que la anterior pero mucho menos conservador en otros aspectos. Aquí la fe era otra. Las relaciones eran diferentes. Pronto se acomodo en un barrio pobre, pero tuvo suerte. La tutela de un hombre sabio, seguidor de los dogmas recién fundados del budismo. Perdió a su familia, perdió a su querida hermana pero ganó en algo. En sabiduría pese a su “corta” edad. Sus fundamentos cristianos básicos, primerizos fueron potenciados y reformulados bajo otra perspectiva. La budista en su esplendor. El resultado sería un hombre con un carácter y una decisión extrema, unas capacidades superiores. Más el proceso de maduración llevo un tiempo, un tiempo largo y arduo en el cual aprendió también el valor del trabajo. Tampoco todo era dureza y curro, pues la vida le ofrecía otras cosas: conoció a infinidad de gentes, se mezcló y coló en multitud de lugares. En definitiva una vida completa como la que no había tenido en tiempos de vida.
Pero todo ello cambió. La vida en el Rukongai no esta exenta de riesgos. No solamente de ladrones humanos a los cuales fustigaban y se encargaban de ahuyentar con facilidad. No. Otros llamados Hollows, los devoradores de almas. Layton sufrió uno de sus ataques y solo la intervención de los Segadores de Almas salvó la vida del joven. El daño, pero, estaba hecho. Solo quedaba él, quien había resistido al intento de devorarle. Los hombres y mujeres vestidos de negro se llevaron al joven con ellos, para instruirle en sus ciencias y artes. No fue decisión fácil para ellos, ni tampoco para el joven. Pero a la larga habría sido la mejor decisión.
Superó la academia con notas excelentes, siendo considerado uno de los mejores de su promoción. Pronto entró a formar parte de los escuadrones de la Sociedad de Almas, pero su destino, el destino de todo el Gotei estaba a punto de cambiar. Los cambios al parecer, nunca llegaban solos para Layton. Siendo un raso de la primera división empezó una de las peores guerras que hubieran vivido. Lucharon y lucharon con denuncia contra los Quincys, ancestrales enemigos. Allí aprendió el comando de liberación de su espada, pero parecía que los enemigos nunca acababan. La guerra fue cruenta, dura. Sin cuartel. Miles de sus hermanos shinigamis perecieron. Pero en esa carnicería, encontró algo perdido. Su hermana Neera, su amor fraternal. Espalda contra espalda, espadas cruzadas pelearon con fuerza hasta que el final de la guerra se aproximó. Sobrevivieron gracias a la experiencia de ambos, pero también al poder mostrado por ella, una liberación de carácter superior que la acreditaría para el cargo de Capitana del segundo escuadrón. Todo un orgullo para el joven y que le mantuvo en vilo para seguir trabajando. Empero su carácter había cambiado ligeramente. Se seguían entendiendo aunque su relación había dado un salto evolutivo al encontrarse ambos en la edad adulta. Nada sería nunca como aquellos recuerdos de la infancia.
La secuencia siguiente de eventos fue simple. La reconstrucción de la Sociedad de almas trajo consigo recambios generacionales. Un nuevo comandante tomó el cargo, quien acogió al único superviviente del primer escuadrón bajo su tutela. Layton. Los años pasarían, mientras ambos dirigían la nueva estructura militar. Poco a poco el Zephyr aprendió el arte del liderazgo. Junto a su carácter le hacían perfecto para el cargo, y para el escuadrón. Sus niveles de poder crecieron con rapidez, a la par con sus conocimientos.
Finalmente llegó un día, extraño.
Hace unos escasos setecientos años atrás, el comandante general apareció muerto en su despacho. Las fuerzas internas del Gotei, liderados por su hermana y bajo la tutela de la cámara del cuarenta y seis investigaron el asunto. El resultado era una muerte por asesinato pero nunca se pudo saber el culpable de tan atroz crimen. Layton aguantó su dolor por su mentor, al cual había acogido cierto cariño aunque hubiera discrepancias graves en cuanto a actuación y sobretodo pensamiento en muchos asuntos relacionados con el trato internacional de las razas. Layton fue nombrado sucesor por derecho propio, en lugar de otros capitanes para tomar el cargo. Era ya, pese a su cargo de teniente, un personaje con niveles de poder de un capitán experto. Y, gracias a su capacidad de superación pronto, muy pronto fueron incluso superiores. El cargo de teniente lo estaba estancando. El ascenso a general, en lugar de agobiarlo, fue darle alas para exprimir su potencial. Los años pasaron. Las crisis se sucedieron y siempre, algunas con mejores y otras con peores, resultados, fueron superadas. La gestión de Layton ha sido impecable, pese a las críticas por diversos puntos de vista. El esplendor del Gotei solo ha ido en ascenso e incluso tras épocas oscuras ha sido fácil ver el renacer.
De nuevo, negras nubes cubren el horizonte. ¿Cómo reaccionara, el ya antiguo, Comandante?
Layton nació hace ya una infinidad de tiempo. Poco recuerda el hombre de sus periodos iniciales de vida, dónde dio sus primeros pasos por lo que sería la cruel vida pero a la vez intensas emociones, personas y lugares por conocer. Los detalles, que se quedaron en su mente y perduran hasta data de hoy tienen relación con su lugar de nacimiento. Catalogado por sus padres, en aquellas largas conversaciones cerca de la chimenea en los fríos inviernos, deduce que nació y vivió los primeros compases de su infancia en la tierra llamada Grecia, cercanos a la antigua capital de Atenas. Eran tiempos convulsos pues su bella tierra estaba “infestada” por una comunidad, procedente del otro lado del Adriático y que había conquistado más de medio mundo. Pero no solamente eso, había una nueva fe, extendiéndose por todos los rincones del globo. Una fe que predicaba los conocimientos que haría la base del joven Layton. Predicados por la primera comunidad cristiana, fue educado en base a la nobleza de los sentimientos, de la bondad y del amor. Bondades que procuró demostrar a su hermana, nacida unos años más tarde pero a la que quería y ,en gran medida, aún quiere a día de hoy. Su infancia fue feliz dentro de las dificultades propias de la época. Escasez de agua, alimentos o enfermedades, tiempos difíciles. Pero finalmente llegó el día marcado para la muerte de ambos, junto sus propios ancestros y familiares. Acusados de falsa fe y falsos profetas, fueron declarados como traidores a la patria Romana y crucificada hasta la muerte. Por suerte, los niños corrían otro suerte. Pasados a cuchillo, su garganta fue destrozada con rapidez.
El rojo dio paso al negro y este de nuevo a los colores.
Aquí la mente del joven Layton es difusa. Nunca supo del viaje que realizó del mundo humano al mundo espiritual. Ni de la purificación que sufrió a manos de un Shinigami, hasta muchos años más tarde, hasta que accedió a esa sociedad militarizada. Por el contrario los siguientes trescientos o cuatrocientos años, los pasó en el Rukongai. Una sociedad diferente de la que había vivido. Dura, más dura que la anterior pero mucho menos conservador en otros aspectos. Aquí la fe era otra. Las relaciones eran diferentes. Pronto se acomodo en un barrio pobre, pero tuvo suerte. La tutela de un hombre sabio, seguidor de los dogmas recién fundados del budismo. Perdió a su familia, perdió a su querida hermana pero ganó en algo. En sabiduría pese a su “corta” edad. Sus fundamentos cristianos básicos, primerizos fueron potenciados y reformulados bajo otra perspectiva. La budista en su esplendor. El resultado sería un hombre con un carácter y una decisión extrema, unas capacidades superiores. Más el proceso de maduración llevo un tiempo, un tiempo largo y arduo en el cual aprendió también el valor del trabajo. Tampoco todo era dureza y curro, pues la vida le ofrecía otras cosas: conoció a infinidad de gentes, se mezcló y coló en multitud de lugares. En definitiva una vida completa como la que no había tenido en tiempos de vida.
Pero todo ello cambió. La vida en el Rukongai no esta exenta de riesgos. No solamente de ladrones humanos a los cuales fustigaban y se encargaban de ahuyentar con facilidad. No. Otros llamados Hollows, los devoradores de almas. Layton sufrió uno de sus ataques y solo la intervención de los Segadores de Almas salvó la vida del joven. El daño, pero, estaba hecho. Solo quedaba él, quien había resistido al intento de devorarle. Los hombres y mujeres vestidos de negro se llevaron al joven con ellos, para instruirle en sus ciencias y artes. No fue decisión fácil para ellos, ni tampoco para el joven. Pero a la larga habría sido la mejor decisión.
Superó la academia con notas excelentes, siendo considerado uno de los mejores de su promoción. Pronto entró a formar parte de los escuadrones de la Sociedad de Almas, pero su destino, el destino de todo el Gotei estaba a punto de cambiar. Los cambios al parecer, nunca llegaban solos para Layton. Siendo un raso de la primera división empezó una de las peores guerras que hubieran vivido. Lucharon y lucharon con denuncia contra los Quincys, ancestrales enemigos. Allí aprendió el comando de liberación de su espada, pero parecía que los enemigos nunca acababan. La guerra fue cruenta, dura. Sin cuartel. Miles de sus hermanos shinigamis perecieron. Pero en esa carnicería, encontró algo perdido. Su hermana Neera, su amor fraternal. Espalda contra espalda, espadas cruzadas pelearon con fuerza hasta que el final de la guerra se aproximó. Sobrevivieron gracias a la experiencia de ambos, pero también al poder mostrado por ella, una liberación de carácter superior que la acreditaría para el cargo de Capitana del segundo escuadrón. Todo un orgullo para el joven y que le mantuvo en vilo para seguir trabajando. Empero su carácter había cambiado ligeramente. Se seguían entendiendo aunque su relación había dado un salto evolutivo al encontrarse ambos en la edad adulta. Nada sería nunca como aquellos recuerdos de la infancia.
La secuencia siguiente de eventos fue simple. La reconstrucción de la Sociedad de almas trajo consigo recambios generacionales. Un nuevo comandante tomó el cargo, quien acogió al único superviviente del primer escuadrón bajo su tutela. Layton. Los años pasarían, mientras ambos dirigían la nueva estructura militar. Poco a poco el Zephyr aprendió el arte del liderazgo. Junto a su carácter le hacían perfecto para el cargo, y para el escuadrón. Sus niveles de poder crecieron con rapidez, a la par con sus conocimientos.
Finalmente llegó un día, extraño.
Hace unos escasos setecientos años atrás, el comandante general apareció muerto en su despacho. Las fuerzas internas del Gotei, liderados por su hermana y bajo la tutela de la cámara del cuarenta y seis investigaron el asunto. El resultado era una muerte por asesinato pero nunca se pudo saber el culpable de tan atroz crimen. Layton aguantó su dolor por su mentor, al cual había acogido cierto cariño aunque hubiera discrepancias graves en cuanto a actuación y sobretodo pensamiento en muchos asuntos relacionados con el trato internacional de las razas. Layton fue nombrado sucesor por derecho propio, en lugar de otros capitanes para tomar el cargo. Era ya, pese a su cargo de teniente, un personaje con niveles de poder de un capitán experto. Y, gracias a su capacidad de superación pronto, muy pronto fueron incluso superiores. El cargo de teniente lo estaba estancando. El ascenso a general, en lugar de agobiarlo, fue darle alas para exprimir su potencial. Los años pasaron. Las crisis se sucedieron y siempre, algunas con mejores y otras con peores, resultados, fueron superadas. La gestión de Layton ha sido impecable, pese a las críticas por diversos puntos de vista. El esplendor del Gotei solo ha ido en ascenso e incluso tras épocas oscuras ha sido fácil ver el renacer.
De nuevo, negras nubes cubren el horizonte. ¿Cómo reaccionara, el ya antiguo, Comandante?
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Re: Layton Zephyr [Commander]
Debo decir, que he disfrutado leyendo la ficha, por lo pronto la única corrección que tiene cabida es el número de técnicas, que contando la pasiva del shikai son 6 y el límite son 5 a dividir entre Bankai y Shikai.
Toro Marracruz- Arrancar
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Re: Layton Zephyr [Commander]
Editado de nuevo.
Alen- Shinigami
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Re: Layton Zephyr [Commander]
-Aceptado-
Toro Marracruz- Arrancar
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