El capitán y la teniente ( Yami Tanaka ) (Antes de la saga de Anubis) [Finalizado]

Una pila de papeles llenaba su escritorio, siempre que parecía que estaba por terminar de llenarlos todos de algún lado más aparecían. La peor parte de ser capitán era el papeleo, todo tenía que ser registrado, más de una vez hacer eso le pareció innecesario, pero ordenes eran órdenes y tenía que hacerlo. Autorizar patrullas y compras era lo más común, el mismo planeaba las patrullas y las guardias que se llevaban a cabo en el mundo humano, después de todo era su responsabilidad. Dejo la pluma y los papeles listos en la mesa, parecía que por fin todo el trabajo estaba terminado. Se tomó un tiempo para admirar la oficina, la mayoría del mobiliario estaba hecho por metal que el mismo manipulaba, eso le brindaba un toque personal al lugar.

Ahora que se había desocupado debía encontrar algo con lo que entretenerse, la mañana apenas había avanzado un poco, eso era lo bueno de levantarse temprano para trabajar, todo el resto del día quedaba para él. Es ese momento estaba vistiendo su clásico uniforme de capitán, lo usaba la mayor parte del tiempo. Se paró y camino alrededor de la habitación mientras estiraba las piernas, estar sentado por tanto tiempo las había entumecido un poco. Se quedó parado por un tiempo, al lado del escritorio, luego volvió a sentarse. Miraba fijamente a la puerta de la oficina, esperaría un tiempo por si alguien requería de él o deseaba visitarlo, si eso no ocurría se iría algún otro lugar.

Desde que me había despertado hoy en la mañana no sabía que era lo que podía hacer. No había ninguna programación ni ningún entrenamiento, entonces me estaba aburriendo porque todos tenían algo que hacer -Jo, todos tienen algo que hacer menos yo, no me parece bien- protesté molesta. No me parecía justo que todos se divirtiesen menos yo, era muy muy injusto. Como no tenía nada mejor decidí ponerme a dibujar ¿que dibujaría? pues... ¡Ya sé! Dibujaría la escena que tenía delante. Dicho y hecho, a los pocos segundos ya me encontraba dibujando, se hacía más difícil dado que las personas que pasaban por allí no se quedaban quietas, pero bueno, no era algo imposible, pocas cosas en esta vida son imposibles al fin y al cabo.

Seguí dibujando un rato hasta que lo acabé. No era que hubiese quedado muy bien, pero bueno, por lo menos había conseguido pasar media mañana haciendo algo, aunque... ¿que haría el resto de la mañana? aburrirme no, eso estaba completamente tachado de mi lista que quehaceres diarios "¿y si le hago una visita al capitán?" pensé con una sonrisa pícara. Sí, le visitaría y le haría también alguna broma, así me divertiría un rato.

Dicho y hecho, guardé mis utensilios de dibujo y me fui al despacho del capitán. Quería asustarlo por la espalda, por eso me llevé una decepción cuando lo vi mirando a la puerta -Jo, si estás mirando la puerta no te puedo dar mi ataque sorpresa- dije bromeando y con una sonrisa -Veo que tú tampoco tienes nada que hacer ¿a que es muy aburrido estar sin nada que hacer?- le pregunté para luego suspirar, estaba muy muy aburrida. Lo miré de nuevo, pero esta vez más animada, pues recordé que no le había enseñado mi dibujo al capitán -Haru ¿sabes que? como estaba tan aburrida hice un dibujo des escuadrón ¿quieres verlo? no me salió muy bien, pero te lo puedo regalar por... 10 euros- dije esto último bromeando, si quería se lo regalaba, pero un regalo de verdad, sin nada a cambio.

No tenía muy claro si morir de aburrimiento era posible, de serlo se estaba acercando bastante a lograrlo. Se había encargado de todo su trabajo, esa era la ventaja de despertar temprano. Miraba fijamente a la puerta esperando la llegada de alguien, fue entonces cuando su teniente ingreso. Una sonrisa lleno el rostro del capitán al verla, pasar un tiempo con Yami lo haría divertirse. -Es exactamente por eso que miró fijamente a la puerta.-- Dijo luego de una leve risa.  -Te va a costar mucho encontrar a un capitán con la guardia baja.- Se paró de su asiento y camino hasta situarse al lado de ella. Ambos se trataban como si fueran familia, mientras estaban solos no guardaban las formalidades que solían tener un capitán y su teniente. Entre los dos había un aire de confianza, eso se extendía también a todo el escuadrón. Toda la división está dispuesta a luchar y morir por sus compañeros, era algo que se les inculcaba a diario. Puso una de sus manos sobre el hombro de su teniente mientras le hablaba - Efectivamente, lo único que tenía para hacer era mirar a la puerta hasta que alguien entrara. No te imaginas como me estaba aburriendo, ya hice todo el papeleo que tenía y no me queda ninguna tarea. - su tono de voz no mostraba para nada seriedad, al oírlo hablar se podía notar la confianza y el cariño que sentía por ella. Miro el dibujo que le enseñaron. – Es muy bueno, cada día dibujas mejor, sigue esforzándote. Me encantaría que me lo regalaras. – Notaba con facilidad que estaba bromeando con respecto al precio. –Yami, ya que estamos aburridos ¿te gustaría que hiciéramos algo? – espero a la respuesta de su teniente.

El capitán dijo que era difícil encontrar a algún capitán con la guardia baja -Sí, pero seguro que alguna vez encuentro a alguno, ya verás, y entonces le podré hacer mi súper ataque sorpresa- Dije entre risas. Estar con el capitán siempre era divertido y él me cuidaba mucho, teníamos una muy buena relación, pero eso no era ningún secreto para nadie, todas las personas que nos conocían sabían que nuestra relación era como la de hermanos en vez de como la de teniente y capitán.

Le di mi dibujo a Haru, pero no sin antes firmarlo -Si alguna vez me hago famosa podrás decir que tienes un dibujo mío- Dije sacando la lengua y volviendo a reír. Luego me senté sobre su mesa con las piernas cruzadas. No estaba seguro de si ahora mismo era famosa o no ¿La gente me conocería si voy por el Seireitei? Era posible que sí, pues soy subcapitana, pero no lo sabía con exactitud, aunque estaría genial que así fuera.

Haru me preguntó si me gustaría que hiciéramos algo -¡Claro! Pero.. ¿Qué podríamos hacer?- le pregunté pensativa, había muchas cosas divertidas que hacer, pero antes de pensar en ellas decidí deshacerme de mi primera duda -Haru ¿Tú crees que se me conoce por el Seireitei?- Le pregunté, sabía que los del 13º escuadrón me conocía, pero... ¿Y el resto de los shinigamis? ¿Ellos también me conocerían? Me recosté apoyando mis manos en la mesa -Por cierto, tu mesa es muy cómoda para sentarse- Dije para fastidiarlo un poco antes de levantarme de un salto -Oye, todos están entrenando ¿y si hacemos lo mismo?- le pregunté con una sonrisa.

Tomo el dibujo que le dieron y lo observo detenidamente. - Voy a guardarlo muy bien, seguro que valdrá fortuna cuando seas famosa.- Ríe al decir lo último. -Es broma, no pienso venderlo. Espero que en el futuro me regales otro.- Dobla cuidadosamente el dibujo y lo guarda en un bolsillo interior que posee su  shihakusho. Tal vez en un futuro lo hiciera enmarcar para ponerlo en su escritorio, verlo le recordaría la alegría de su teniente y le ayudaría a pasar tantos días aburridos llenando papeles. Nunca se puso a pensar cómo es que ambos llegaron a ese tipo de relación, le encantaba poder llevarse bien con su teniente. En cierta forma ella le recordaba a su hermanita, aquella que hacia un buen tiempo que había perdido de vista

La duda de su teniente le dio curiosidad. -Claro que se te conoce en el Seireitei, eres la capitana de uno de los escuadrones más importantes.- Hizo una pequeña pausa para pensar, mientras se rascaba la barbilla. - Puede que algunos shinigamis fuera del escuadrón no sepan quién eres, pero estoy seguro que algún día lo harán.- Camino hasta la mesa y se sentó al lado de Yami. -Tienes el potencial para convertirte en una gran capitana, si ese día llega todos dentro y fuera del Seireitei sabrán quien eres.- Le sonrió mientras puso una de sus manos en el cabello negro. - Pero no es necesario que seas  una capitana, tu eres la que siempre debe decidir qué hacer, algunos no están hechos para estar sentados tanto tiempo en un despacho.- Él era una de esas personas, lo único que lo hacía querer quedarse en el puesto era su deseo por proteger a todas las personas indefensas del mundo humano.

-¡Claro!- Respondió animado ante la propuesta. -Nunca esta de mas entrenar, siempre es bueno estar preparado. Me gustaría que escogieras el lugar. Estaba dispuesto a seguir a su teniente a cualquier lugar que seleccionara para el entrenamiento.

Asentí, claro que le regalaría otro dibujo. Regalarle mis dibujos al capitán era mejor que guardarlos yo, ya que conservar papeles por un largo periodo de tiempo no se me daba bien, por eso siempre acababa perdiendo mis dibujos y me quedaba triste. Sin embargo cuando los tenía el capitán no se perdía ni un solo dibujo, pero es que claro, el capitán estaba muy acostumbrado a guardar papeles, algún día le tenía que preguntar como se hacía para no perder los papeles ni los dibujos.

Sonreí al escuchar al capitán, al parecer sí se me conocía en el Seireitei -¡Eso es genial! Pero yo no quiero ser capitana, tú eres buen capitán y no tengo paciencia para estar sentada con tantos papeles, seguro que los pierdo todos- Le dije sonriendo y con una pequeña risita. Ser subcapitana me gustaba, sabía que mi cargo era importante y si el capitán se ausentaba yo quedaría al mando, pero lo bueno es que no solía tener mucho papeleo, aunque puede ser porque cuando me toca papeleo siempre me escaqueo para no hacerlo ¿quien sabe? Era lo más probable ¡Pero es que hacer todo el papeleo es aburrido! Yo prefería entrenar o jugar, eso si era divertido.

Me levanté de la mesa de un salto -Espera, voy a por mi zanpakuto y elijo un lugar- Dije mientras me disponía para irme a buscar mi zanpakuto. Como no quería gastar mucho tiempo usé mi shunpo, así a los pocos segundos estaba de vuelta con mi zampakuto enganchada a mi cintura -Ya estoy lista, Haru- Le dije sonriendo. Luego empecé a pensar donde podríamos ir, a la zona de entrenamientos mejor no, seguramente habría gente ahí y no quería interrumpir su entrenamiento o que les diese alguno de nuestros golpes sin querer, podrían resultar heridos. Miré al capitán -Haru ¿que te parece si vamos al jardín? Seguramente allí no habrá nadie, por lo que no hay peligro de molestar ni dañar a otros shinigamis- Le dije sonriendo. Yo pensaba que era una buena idea, pero mejor preguntarle también a él.