La mejor manera de aprender es la practica (Entrenamiento de técnica)

Un buen capitán debe ser fuerte, no tiene que tener cabida para la debilidad. La fuerza se consigue mediante el entrenamiento, con la suficiente dedicación hasta el hombre más débil puede transformarse en algo grande. A su parecer un shinigami no debe dedicarse únicamente a  perfeccionar un solo modo de combate, si conoce varios puede tomar por sorpresa a su enemigo de múltiples maneras. Su deseo por mejor hizo que pasara varios días estudiando sobre un kido en particular, uno que le podía ser de bastante utilidad contra oponentes fuertes. El tiempo que paso en el onceavo escuadrón evito que aprendiera muchas técnicas de kido que podían servir, debía remediarlo. Ya poseía todo el conocimiento teórico que podía obtener, lo que ahora faltaba era algo de práctica. A su parecer para que un entrenamiento funcionara tenía que ponerse en verdadero peligro y ya sabía cómo hacerlo. Todos sus asuntos como capitán estaban por ese día, era la hora del entrenamiento.

El avistamiento de un hollow había sido informado, al parecer estaba merodeando por la plaza de la ciudad Karakura.  Encargarse de la protección del mundo humano era prioridad de su división. Sería un enemigo fácil de derrotar, demasiado para su gusto, pero era una oportunidad para probar su nueva técnica, así que decidió ir el mismo al lugar del hecho. En situaciones diferentes habría enviado a un shinigami de su escuadrón, pero si lo hacía no tendría la oportunidad de mejorar sus habilidades, además ya no le quedaba trabajo por ese día en la sociedad de almas. No dudo un segundo en decidir que el sería quien se encargara del hollow.

Cruzo de la sociedad de almas hacia la ciudad de Karakura, antes de hacerlo se le fue colocado un sello como hacían con todos los capitanes y tenientes, el objetivo de ello era sellar su poder. El poder de un capitán  en el mundo humano podía causar grandes estragos, fue por eso que en el pasado se tomó la decisión de sellar el poder de aquellos shinigamis de alto rango que viajaran al mundo humano por asuntos que no eran emergencias. No consideraba a un simple hollow como una emergencia, por esa razón no tuvo ningún problema en que sellaran su poder. De todas formas, su poder sellado seguía siendo suficiente para acabar con la mayoría de los enemigos con los que pudiera llegar a encontrarse, o eso pensaba él.

Karakura parecía tranquila, era el mediodía y el sol estaba en el punto más alto. Sobre la plaza flotaba el capitán del decimotercer escuadrón, vestía el clásico uniforme de capitán y en su cintura colgaba su zampakuto. Miraba hacia todas las direcciones, sus ojos buscaban a aquella amenaza de la que había oído, pero ahora no parecía haber peligro alguno. De pronto pudo ver a un plus, un alma que aún no había llegado a la sociedad de almas, era el de una mujer que podía rondar los veinte años. Corría desesperada, como si algo estuviera intentando dañarla, fue en ese momento que el hollow se manifestó. Desde dentro de la tierra comenzó a surgir el monstruo enmascarado, primero su cabeza y luego el resto del cuerpo, parecía medir con facilidad tres metros y su cuerpo estaba repleto de grandes músculos. El hollow tomo a la mujer con uno de sus brazos, lentamente comenzó a dirigirla hacia su boca abierta, eso hizo que el capitán reaccionara acercándose a ellos a una gran velocidad. Con un rápido movimiento de espada pudo hacer que el brazo del monstruo se desprendiera de su cuerpo, liberando así al plus. El invasor comenzó a lanzar horripilantes alaridos de dolor, acompañados con una carga contra el shinigami, este contesto tomando al alma en sus brazos y alejándose del lugar a gran velocidad. Una vez que ambos estuvieron a salvo toco la frente del plus con la base de su zampakuto, le deseó un buen viaje antes de volver a la plaza.

El hollow había vuelto a desaparecer cuando volvió al lugar donde lo enfrento, todo estaba en silencio otra vez. Sostenía su katana con firmeza, esperando que su enemigo volviera a aparecer. No tuvo que esperar mucho hasta que eso pasara, el hollow se manifestó detrás de él, volviendo a salir por el suelo, esquivo la embestida que el recién llegado intento darle. Haru se dio un salto para alejarse del hollow, el momento preciso para probar su nueva técnica había llegado. Su enemigo rugía desde el suelo, el brazo que antes había sido cortado había vuelto a crecer. Mientras el salto lo alejaba del suelo envaino su zampakuto, luego comenzó el encantamiento previo al hado - "La cresta de la turbidez, se filtra hacia fuera. Un buque de la locura insolente. Hervido, negar, entumecimiento, parpadeando, obstruyendo el sueño. La princesa de acero que se arrastra. El muñeco de barro, cada vez se desintegra. Unida! Oponiéndose! Llenado de la tierra, conoces tu propia impotencia!".- Mientras terminaba de pronunciar las últimas palabras el hollow había saltado hacia el buscando atacarlo. - ¡Hado 90 Kurohitsugi! – Un cuadrado de oscuridad total surgió rápidamente alrededor de su enemigo, encerrándolo. Cuando desapareció revelo a un hollow con el cuerpo lleno de profundos cortes, el monstruo cayó al suelo y momentos después murió.

Luego de tan entretenido día volvió al cuartel de la división trece, había logrado cumplir su objetivo, con su nuevo hado estaba un paso más cerca de conseguir el poder necesario para proteger a todos los que quiere.

Técnica aprendida: