Entrenando con el capitán [Priv. Haru]

El capitán y yo habíamos quedado para entrenar en el jardín, ya que este era un lugar bastante tranquilo donde podríamos luchar sin tener que preocuparnos por los rasos del escuadrón, pues no me gustaría que ninguno de ellos resultase dañado por uno de nuestros ataques, dado que no se podría decir que nuestros ataques fuesen débiles. Si por un descuido dañásemos a un subordinado no sé si sería capaz de perdonarme algún día, y sobretodo y lo dañamos de forma grave.

Me senté bajo un árbol a esperar al capitán. Había decidido adelantarme y así poder prepararme un poco para el combate, mis habilidades y las de Haru eran parecidas, pero aún así él me superaba en todo, así que tendría que estar bien preparada si quería conseguir estar a su altura. Yo tenía buenos ataques, lo sabía perfectamente, pero el capitán también, así que eso no era mucho consuelo para mi. Respiré hondo y miré al cielo -Esta será una buena forma de probar hasta donde son capaces de llegar mis habilidades y saber que es lo que debería entrenar- Me dije a mi misma más animada.

En ese momento vi a un raso andar por el jardín. Me acerqué con un shunpo a él, este dio un salto sorprendido -Buenos días, teniente Tanaka- Me dijo cuando se recuperó del susto -Buenos días- Le dije sonriendo -¿Podrías decirle a todos los del escuadrón que no vengan al jardín sin previo aviso? Di que son órdenes de la subcapitana- Añadí. Él asintió y se fue corriendo sin siquiera preguntar la razón de mi decisión. Supongo que recibir una orden directa de la subcapitana no te da motivos para preguntar la razón.

Volví a sentarme bajo el mismo árbol mientras seguí esperando la llegada del capitán. Al menos ahora estaba la certeza de que nadie vendría el jardín en el entrenamiento, así podríamos entrenar más cómodamente y demostrar nuestras habilidades de combate.