Shunko (primer entrenamiento)

Me encontraba en mi despacho de capitán y hacía varios días que mi combate junto a Kaneda, capitán del segundo escuadrón, contra aquella extraña y cobarde mujer había finalizado, ella había dado su vida en un inútil y desesperado de acabar con nosotros. El gran ataque enemigo no me había alcanzado del todo, pero aun así me había pegado la onda expansiva y había conseguido hacerme un daño importante. En ese momento si hubiese tenido la velocidad necesaria, tal ataque no me habría alcanzado, realmente al no poder esquivar tal ataque, no podía ser un digno capitán para el segundo escuadrón, aquel que era reconocido por su gran velocidad. Necesitaba ganar velocidad, pero realmente no tenía mucho tiempo para ello. Se me ocurrió el entrenar una técnica llamada “Shunko”, esta técnica concentra grandes cantidades de poder espiritual tanto en la espalda como en los hombros y le brinda al usuario un aumento tanto de velocidad como de agilidad durante cierta cantidad de tiempo. Realmente no tenía idea de cómo lograr tal técnica, pero supuse que algo se me ocurriría, solamente tenía el dato de la gran concentración de reiatsu en la espalda y en los hombros, supuse que consiguiendo esto, lograría algo. Termine de hacer mis cosas en el despacho, tome mi zampakuto y me dirigí hacia el sector de entrenamiento de mi división, realmente no sabía si el entrenamiento podía salir mal y si podía terminar destruyendo el lugar por algún fallo. En el lugar de entrenamiento por suerte no se encontraba nadie, camine hacia el centro de la habitación, posicionándome lo más alejado posible de las paredes, allí me senté y comencé a aumentar mi reiatsu y a intentar posicionarlo a la altura tanto de mi espalda como de mis hombros, luego de mucho tiempo malgastado y varios intentos fallidos pude comenzar a centrar mi reiatsu en mi espalda. Comencé a sentir como la energía recorría todo mi cuerpo a pesar de ese lugar específico donde se centraba, a pesar de esto mi vestimenta superior no se rompió, sabía que al utilizar el Shunko la vestimenta que se encuentra tanto en la espalda como en los hombros se destroza debido a la gran acumulación de energía espiritual, pero en mi caso no era sí, no sabía que estaba haciendo mal, pensé que podía ser la acumulación de reiatsu, podía ser demasiado escaza. Comencé a aumentar mi energía espiritual nuevamente y a internar posicionarla, luego de un cierto tiempo, lo logre, tanto mi espalda y hombros estaban prácticamente quemándose por la gran cantidad de reiatsu, la vestimenta que estaba a la altura de mi espalda se desintegro totalmente dejando caer la parte delantera de la vestimenta sobre mi pantalón, pero se seguía sosteniendo por mi cinturón, a pesar de este gran logro, hubo un fallo, mi cuerpo se salió totalmente de control destrozando una de las paredes del lugar, a pesar de la gran distancia que tenía con ella. Por este gran error decidí dirigirme hacia el bosque que se encuentra a un lado de la colina del sokyoku, donde ya había efectuado uno de mis entrenamientos. Al llegar allí, ya con la parte superior de mi cuerpo totalmente desnuda, ya que no tenía caso vestirme con otra prenda siendo que esta se rompería nuevamente, fui contra un árbol y apoye mi espalda en él y comencé a centrar mi reiatsu nuevamente, esta vez me fue mucho más sencillo ya que lo había logrado antes, a pesar de lograr controlar mi energía espiritual mi cuerpo seguía saliéndose de control, intento tras intento comenzaba a controlarme cada vez más y más, en un momento lo logre, pude controlar mi cuerpo y dominar el Shunko, o por lo menos una parte de él, mi cuerpo aún seguía algo inestable y no sabía si me iría del todo bien en un combate con esta técnica, pero por ahora no podía saberlo, así que me retire del lugar, algo triunfante. Los días continuaron circulando y en uno de ellos se me informo que efectuaría una misión en el hueco mundo ya que el séptimo escuadrón se encontraba ausente por otros asuntos, en esta misión debía encontrar un grupo de menos grandes con un poder espiritual un tanto peculiar, aniquilarlos y conseguir parte de este poder espiritual, una simple misión de eliminación, nada a lo que estuviese acostumbrado y una buena oportunidad de probar mi shunko. El día de la misión llego y antes de partir hacia el hueco mundo se me entrego una especie de contenedor que según lo que me dijeron absorbería el reiatsu de los hollows en cuanto los eliminara, luego de que me dieran esta información partí directamente hacia mi objetivo. Ingrese al gran senkaimon y me dirigí hacia el hueco mundo, al llegar allí vi nuevamente aquel desolado desierto y recordé aquel fatídico accidente que había sucedido con los soldados del treceavo escuadrón, pero solamente recordando lo fuerte que fueron en su momento, ya que no tenía por qué abrumarme con el pasado, solamente los tontos defienden el orgullo de los muertos. Me encontraba en el desierto infinito, según lo que se me había informado mis objetivos se encontraban allí, pero como su nombre lo dice, es un desierto infinito, no podía saber realmente donde se encontraban. Di muchísimas vueltas en el lugar, hasta puedo decir que me perdí y no una sola vez, luego de tantas vueltas encontré a mis objetivos, eran aproximadamente diez gillians y un adjuchas, no se me había informado de este último pero no sería ningún problema acabar con él, así como se me había dicho este grupo de hollows expulsaban un poder espiritual un tanto extraño y potente. Sin pensarlo dos veces active mi shunko, esta vez fue mucho más rápido y mi cuerpo se desestabilizo un poco, pero no era nada que no pudiera controlar. Me direccione hacia mis enemigos sin perder mucho tiempo y comencé a una feroz batalla contra ellos. Mi velocidad era digna de admiración, nunca me había sentido tan libre, realmente era “El dios de la velocidad”. Aquellos Gillians no fueron gran problema, con ellos no me vi obligado ni siquiera a utilizar mi shikai, y así como me habían dicho, aquel contenedor absorbió el reiatsu de los hollows al acabar con ellos. El Adjuchas fue un tanto más fuerte y resistente, tanto que con el si me vi obligado a liberar mi espada, luego de esto, no fue un gran problema acabar con él, así como termine con su vida, el contenedor absorbió su reiatsu, mi misión estaba terminada. Al acabar con mi misión, abrí nuevamente el portal hacia el seireitei y me retire del hueco mundo. Me dirigí hacia mi escuadrón a hacer el papeleo respectivo de tal misión, termine el papeleo y se lo entregue al séptimo escuadrón junto al contenedor con el reiatsu. Y así, finalmente pude terminar mi misión y dominar el shunko, o por lo menos una parte de el.