Espadas de madera. / Priv. Sheru/

Ya habíamos dejado el despacho, caminábamos por las instalaciones del escuadrón entre sus corredores, dirigiéndonos a nuestro " Dojo " o por lo menos nos gustaba llamar así a nuestro sector de entrenamiento techado, no era un día lluvioso pero usaríamos ese lugar por comodidad, solo para no tener público que no perteneciera a nosotros, ya que solíamos encontrarnos con shinigamis de otros escuadrones y por lo general terminábamos por encontrarnos en peleas las cuales no eran programadas para el entrenamiento.Una pregunta de Sheru me gustó bastante, ya que me preguntó el por que los shinigamis llevaban espadas de madera en lugar de sus zampakutos, era un tanto obvio que hiciera esa pregunta ya que si era un tanto raro que justamente los hombres del onceavo que se jactaban de los demás tachándolos de cobardes usaran espadas de madera, esto era solo una norma de protección impuesta por mí, ya que con las zampakutos normales siempre terminábamos con alguíen desmembrado y eso nos atrasaba en el entrenamiento.

Pues, las espadas de madera es una regla impuesta por mi con el simple propósito de poder entrenar mucho mas que con las zampakutos normales, un fuerte golpe con una espada de madera puede ser terrible, puede romper costillas, hacer contuciones, desarticular extremidades, por ende no le quita realismo a la pelea ya que ellos intentarán matarse unos a los otros, estamos en épocas en que la Sociedad de almas está en reconstrucción, por ende no podemos permitirnos el perder el tiempo, ni a el escuadrón 4 por miembros perdidos. Contesté con una sonrisa a Sheru mientras caminábamos delante de los demás shinigamis del escuadrón los cuales ya se estaban mirando entre si como perros y gatos. Nuestros pasos retumbaban en el suelo de madera, pero de golpe esa melodía desordenada se detuvo, habíamos llegado a el lugar que para nosotros era un santuario,  la mayoría de las horas de nuestras vidas nos la pasábamos aquí, las paredes y los suelos tenían incontables marcas de golpes fallidos y manchas de sangre que representaban la fiereza con la cual se entrenaba en este sitio, yo personalmente tenía un cariño enorme por el nuestro dojo privado.

Bien hemos llegado, nosotros llamamos a este lugar " Nuestro dojo privado ", " El dojo privado " o simplemente " El dojo " de la manera en que lo llames los demás integrantes del escuadrón entenderán de que hablas.

Dije a Sheru con una vos amistosa y en un volumen moderado, tomé un poco de aire de una gran bocanada para poder hablar con un poco mas de fuerza y que me escuchará todo el escuadrón, era el momento de explicarles en que consistiría el entrenamiento de hoy, yo basaba mis prácticas en las prácticas del clan Seta con las cuales mi padre me había enseñado.

Bien chicos ya saben no paren hasta que ya no puedan pararse den todo de si, luchen como si dependiera de sus vidas, tomen este entrenamiento sien por siento en serio ya que el dia de mañana cuando peleen en el desierto de plata de el hueco mundo serán las cosas que aquí aprendan las que les salvarán la vida. Hice una pequeña pausa para volver a tomar aire y formular lo que iba a decir. Bien ahora dividance en grupos de tres! supongo que saben lo que eso significa, dos contra uno! cuenten su tiempo cinco minutos y luego cambian de puesto!

Todos los shinigamis hicieron una pequeña reverencia y volvieron a exclamar fuerte - Si señor ! - Rápidamente todos los shinigamis corrieron dentro del lugar y se dividieron como dije en grupos de tres y empezaron su entrenamiento.

Bien Sheru tu tarea de ahora es simplemente vigilar lo que hagan muchas veces pueden apacionarse mucho y no darse cuenta de que deben parar, tu tienes que detenerlos en el caso de que alguien no pueda mas. No les temas, yo estaré aquí por si alguno se propasa.

Le di algunas indicaciones a Sheru mientras me adentraba en el lugar y me situaba en el centro del mismo la posición mas cómoda que encontraba para poder verlos a todos.

Nuestros pasos resonaban en los pasillos del escuadrón, caminaba junto a Souji enfrente de los demás shinigamis, mi pregunta recibió una respuesta que en cierta parte me hizo arrepentir de haber preguntado, las katanas de madera eran como un modo de proteger a los shinigamis durante el entrenamiento y a la vez para que pudierar entrenar más tiempo, con la katana de madera nadie salía herido gravemente sin embargo la respuesta del capitán fue algo más especifica de lo que me habría gustado mencionando brazos cortados que hicieron que un escalofrió recorriera mi espalda al imaginarlo involuntariamente, sacudí la cabeza impidiendo más pensamientos parecidos que tarde o temprano terminarian apareciendo, tenía experiencia peleando pero eso no impedía que la idea de ver shinigamis o seres humanos cortados me dieran miedo y escalosfrios, el sonido de los pasos se detuvieron mientras observaba un dojo, con voz amistosa Souji lo presento con diferentes nombres pero que dejaban ver que era especial para ellos, lo observe algo curiosa mientras él giraba y hablaba a los demás, escuche las instrucciones mientras giraba levemente para observarlos, las palabras iban cargadas con fuerza que entusiasmaban a todos, incluso a mi me daban deseos de entrenar, me quedé quieta mientras con una última indicación todos realizaron una reverencia y empezaron a dividirse en grupos de tres, una vez formados los grupos empezaban a pelear dos contra uno.

Un pequeño suspiro escapó de mis labios pensando en que no habría nada interesante que hacer pero la voz de Souji interrumpio ese hilo de ideas dando algunas indicaciones, debía vigilarlos y detenerlos si alguno ya no podía, la primera parte era facil, la segunda era como detenerlos cuando se veían tan entusiasmados, aun así asentí mientras hablaba suavemente.

De acuerdo.

Una vez terminadas las indicaciones Souji se adentró en el lugar ubicandose en el centro del mismo, me quedé quieta unos momentos y empezé a caminar entre los shinigamis, el sonido de las maderas chocando resonaba, algunas veces parejo, otras veces más rápido para luego detenerse, en mi pequeño paseo encontré lo que andaba buscando una katana de madera tirada en el suelo y sin dueño, me agache para recogerla y empezé a moverla en mi mano de manera distraida observando a los shinigamis, sus ataques eran directos, cargados de fuerza aprovechando su tamaño, considerando mi propia fuerza dudaba poder detenerlos con una sola mano, un sonido peculiar atrajo mi atención, un golpe constante de maera chocando sin ningun descanso, dirigí mi vista buscando el lugar de donde procedía el sonido, un grupo algo alejado donde dos de ellos atacaban a su compañero, algo normal sino fuera porque el que peleaba solo, se encontraba agachado sin defenderse bien, los observé más cuidadosamente sin querer meterme en una pelea, pero era claro que el joven no podia defenderse de la secuencia de golpes de sus dos compañeros, di unos pasos rápidos sujetando la katana, uno de los ataques de los shinigamis descendio hacia el joven en dirección a su cuello por el lado izquierdo, en un reflejo me apresuré apareciendo frente al joven y usando mi katana para detener el golpe, la sujetaba con mi brazo derecho de manera que el filo apuntaba al suelo, mi mano izquierda servía de apoyo, retire mi katana con algo de fuerza obligando al shinigami a apartar su propia katana y retroceder, mientras lo miraba fijamente y hablaba con voz decidida sin sonar demasiado autoritaria y algo amable.

Su compañero necesita descansar, vayan entrenando ustedes dos por ahora y luego vuelven a continuar los tres.

El joven al que me refería se levantó y caminó hacia una de las paredes mientras los otros dos empezaban a pelear entre ellos, un suspiro escapó nuevamente mientras me alegraba de que todo hubiera salido bien, sentia algunas miradas pero preferí no prestar atención, de la misma manera dirigí una rápida mirada a Souji, tratando de ver si había cometido algun error o estaba bien lo que hice.