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Unfolding Time — Priv.
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Unfolding Time — Priv.
Unfolding Time
— Soujiro & Aika Fuwa
— Soujiro & Aika Fuwa
Al principio le había resultado complicado, al principio no sabía por donde comenzar, no sabía como avanzar, era literalmente, un alma perdida en la oscuridad. Pero, le habían dado lo que necesitaba para seguir adelante, el valor necesario para continuar, el saber que no estaba sola y que siempre habría tenido quién le extienda la mano en los peores momentos. Ella lo había creído, había confiado ciegamente en ello y, hasta ahora nunca le habían decepcionado. Logro salvar aquél hombre que se había convertido en un padre para ella y, había creado lazos con el espíritu de su Zampakuto, había logrado ser una teniente y había partido desde la nada. Por eso le resultaba aun vagamente extraño, no se acostumbraba a tener a tantas personas a su alrededor, preguntándole, esperando que le dijera algo ¡Ella no sabía que! Nunca había sido buena tratando con las personas y, a penas estaba empezando, pero, también se estaba divirtiendo lo suficiente como para desear seguir con ello. Claramente, todo cambiaba cuando se quedaba sin deberes que realizar, como en aquella ocasión. Siempre había odiado el aburrimiento y, siempre estaba dispuesta a escaparse de él, de cualquier forma ¡intentaría lo imposible! Estaba aburrida y, ese fue el principio de todo: su aburrimiento.
Un paso acompañado por otro, el caminar no era más que un proseguir de pasos que lentamente te llevaban donde la mente tenía pensado. ¡¿Dónde se dirigirá?! Se preguntarán, pues bien, Aika no tenía muchos lugares que visitar, así que, simplemente decidió pasar de cuartel en cuartel, pensando que, aquél hombre que habitaba su Zampakuto se hubiera decantado por ir a pasear por los alrededores de uno de ellos, sí, Muramasa había desaparecido y seguramente estaría deambulando por la sociedad de las almas en una completa despreocupación, también sabía que, si lo hubiera llamado él aparecería ante ella, pero, eso le quitaba toda la diversión a aquél peculiar asunto. Quizás tuviera algo interesante que hacer y ella, simplemente no quería tener que obligarlo a acudir por su simple curiosidad, pues bien sabía lo molesto que llegaba a ser. El problema era que no lo había encontrado, ni en el primero, ni en el segundo, ni mucho menos en los que le sucedían. Tomando uno por uno, saludando a los que se encontraba por allí y, saliendo con la misma despreocupación, llegó hasta el décimo primero escuadrón, uno que, no acostumbraba mucho a visitar, ya sea porque poco los unía al quinto y a él, quizás únicamente porque hacía poco que había llegado a ser teniente del mismo, quizás porque usualmente era fácil que se entretuviera con nimiedades y por ello, nunca había llegado tan lejos.
Cuando tocó territorio del onceavo escuadrón sonrió para si y sin mucho preámbulo entró en los jardines con una deslumbrante sonrisa en sus labios. Algunos shinigamis paraban, la saludaban con cordialidad, otros, parecían reacios a hacerlo, pero, lo hacían, únicamente porque poseía un titulo, el de teniente. Estaba acostumbrada, por ello, bajo ningún concepto escondió la sonrisa que se había ido formando en sus labios, aquella genuina amabilidad que demostraba ante cualquiera, sin excepción. Balanceó su cuerpo hacia atrás y dejó que su recogido cabello se balanceara antes de volver a permanecer quieta ¿qué podía hacer ahora? No había mucho, seguía sin saber como encontrar al espíritu de su Zampakuto pero, supuso que como siempre él se aparecería en algún momento, solo esperó que sus poderes no causaran demasiados desastres, de hecho, mejor que no lo hicieran para nada, porque sino, se metería en problemas que realmente no deseaba. Caminó hacia una de las bancas y se sentó, dejando su espada a un lado, apoyada cerca de ella y, sin tener algo mejor que hacer simplemente se quedó observando a los Shinigamis hacer sus deberes diarios, tan diferentes y algunos tan iguales a lo que en su escuadrón hacían. Por otro lado, estaba ya aburrida de ir de un lado a otro, simplemente se tomó un pequeño descanso.
Aika Fuwa- Shinigami
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Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Unfolding Time — Priv.
Cargaba en mis manos un pequeño balde de agua caliente, aunque pareciera increíble las instalaciones de agua estaban rotas/tapadas en nuestro escuadrón, según los rasos que se encargaban de arreglarlas las cañerías estaban tapadas por incontables cantidades de bolas de pelos y sarro, lo del pelo lo comprendía puesto que había hombres en el onceavo que parecían practicamente osos por lo peludos que eran, pero ¿ Sarro ?, pensaba que esa pesadilla era solo una cosa que las escorias vivientes del rukongai debían soportar. Ahora todos nos turnábamos uno a uno para ir a traer agua caliente y ahora me tocaba a mi, teníamos que cargarla en la mochila de agua que había afuera del baño para que pueda usarla quien se valla a duchar ahora. En mis corridas pude encontrar una figura misteriosa en el jardín de mi escuadrón, resaltaba completamente puesto que en el escuadrón de las líneas de delantera no había ni una mujer, era una cuestión levemente machista, pero por lo general las mujeres no se fijaban en estas cosas, solían acreditar que estaban para cosas mas intelectuales. Me acerqué lentamente a ella de frente, era un tanto " ilegal " el que esté en nuestro escuadrón sin haber pedido mi autorización y mas aún teniendo en cuenta su rango, una ves que la tuve de frente me di cuenta que se trataba de la teniente Fuwa, encargada de la quinta división, por lo que sabía también aún ese escuadrón no contaba con un capitán por lo que ella era la figura de autoridad máxima en el escuadrón de kido, seguramente aún no había logrado ascender tal ves por no dominar el bankai o por que simplemente no cumplía con los estándares mínimos que pedían la general y la cámara de los 46.
Hola teniente Fuwa, que la trae por aquí? Espero que tenga una buena excusa para estar pisando mi pasto, si no me convence puede empezar a despedirse de su puesto de teniente. Dije con mi sonrisa característica manteniendo una distancia de 1 metro con ella y aún con mi balde de agua caliente entre mis manos, no estaba hablando en serio, pero quería ver como reaccionaba la teniente ante mi provocación, tal ves podría llegar a divertirme un poco.
Hola teniente Fuwa, que la trae por aquí? Espero que tenga una buena excusa para estar pisando mi pasto, si no me convence puede empezar a despedirse de su puesto de teniente. Dije con mi sonrisa característica manteniendo una distancia de 1 metro con ella y aún con mi balde de agua caliente entre mis manos, no estaba hablando en serio, pero quería ver como reaccionaba la teniente ante mi provocación, tal ves podría llegar a divertirme un poco.
Re: Unfolding Time — Priv.
Buenos días, Capitán. —Pronunció con una dulce voz al notar la presencia ajena. Su mirada se volteó en su dirección y, en cuanto Soujiro paró, ella se levantó de la banca, quedando de pié frente a él. ¿Qué le estaba preguntando? ¿Necesitaba una excusa para hacer eso? Miró el suelo, tapizado por la verde hierba, después, volvió a levantar la mirada hacia el otro. ¿Esperaba acaso que se asustara por aquella advertencia o quizás amenaza? Poco le importó, pues la sonrisa no dejó de danzar en sus labios. Dio un paso hacia atrás y realizó una reverencia, una un tanto inapropiada para una dama, pues resultaba demasiado caballerosa con su mano apoyada en su pecho.— Aika Fuwa, teniente del quinto escuadrón. Estoy a su disposición... Siempre y que sea coherentes. —Dicho eso volvió a incorporarse. ¡Error al pensar que lo hacía porque él era un cargo elevado a ella! Aika lo hacía únicamente por pura diversión, siguiendo sus proprios criterios, sus ganas de jugar del momento.— Me pregunta algo muy lógico, Capitán. —Con su mano libre agarró su Zampakuto y la volvió a sujetar de su cintura, al lado izquierdo, después, dio varios pasos a un lado, sin acercarse al capitán, mas que nada, por seguir manteniendo aquél espacio personal que cada uno poseía.— Seguramente si dijera "nada sospechoso" sospecharía aun más, así que, le diré la verdad. —Quizás resultara una actuación infantil, pero, ella solo daba la vuelta a las cosas, pronunciando la verdad en todo momento, sabía bromear cuando era momento y ser seria cuando necesario. Las apariencias engañan y ella era el claro ejemplo de ello.
Vine buscando a mi Zampakuto, pensé que habría encontrado algo entretenido que hacer... Y debo admitir que el décimo primero escuadrón es uno peculiar, supuse que estaría aquí. Pero quizás esté equivocada, aun así, no puede culparme que el paisaje me haya raptado. —No tenía a qué temer, porque cuando era momento de hablar las cosas, habían incontables posibilidades y ella era un ser absolutamente honesto, eran raras pues las ocasiones en las que una mentira habían escapado de sus labios. Sus ojos de un violáceo color bajó hasta el bolde de agua que llevaba en las manos, supuso que estaba caliente pues podía notar el vaho escaparse del mismo.— Pero usted es aun más sospechoso con eso. —Y sin miramiento señaló con su barbilla a lo que se refería.— ¿Planea cocinar? —Inquirió y aun así se movió, dejando el paso libre.— Le aconsejo que se de prisa antes de que se enfríe. —No iba a dar ordenes, por ello solo consejos, principalmente porque sabía los reproches que se llevaría en caso de hacerlo, después de todo, era un capitán y ella, una teniente. Por un escaso momento se preguntó si su escuadrón no estuviera causando ningún problema, pero, confiaba en ellos y ellos sabían lo que sucedería si Aika Fuwa se enfadaba.
Vine buscando a mi Zampakuto, pensé que habría encontrado algo entretenido que hacer... Y debo admitir que el décimo primero escuadrón es uno peculiar, supuse que estaría aquí. Pero quizás esté equivocada, aun así, no puede culparme que el paisaje me haya raptado. —No tenía a qué temer, porque cuando era momento de hablar las cosas, habían incontables posibilidades y ella era un ser absolutamente honesto, eran raras pues las ocasiones en las que una mentira habían escapado de sus labios. Sus ojos de un violáceo color bajó hasta el bolde de agua que llevaba en las manos, supuso que estaba caliente pues podía notar el vaho escaparse del mismo.— Pero usted es aun más sospechoso con eso. —Y sin miramiento señaló con su barbilla a lo que se refería.— ¿Planea cocinar? —Inquirió y aun así se movió, dejando el paso libre.— Le aconsejo que se de prisa antes de que se enfríe. —No iba a dar ordenes, por ello solo consejos, principalmente porque sabía los reproches que se llevaría en caso de hacerlo, después de todo, era un capitán y ella, una teniente. Por un escaso momento se preguntó si su escuadrón no estuviera causando ningún problema, pero, confiaba en ellos y ellos sabían lo que sucedería si Aika Fuwa se enfadaba.
Aika Fuwa- Shinigami
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Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Unfolding Time — Priv.
Llevé mi mano derecha a mi cintura encorvando levemente mi cuerpo sin desviar mi mirada de la teniente, teniente del quinto escuadrón, justo lo que buscaba un emisario de el escuadrón referente a el kido y pensar que la general me había dicho que sería imposible, aunque realmente todavía no había hablado nada, por lo tanto no podía comenzar a festejar. Las palabras de la semi rubia eran un tanto atractivas, dijo que estaría a mi disposición siempre y cuando lo que yo pida sea coherente, no estaba totalmente de acuerdo, por el echo de que cualquier cosa que yo le pida tendría que tomarlo como una orden por el echo de ser un pedido de un rango superior, sin embargo ella afirmaba que no, lo que me hacía dudar de la importancia que esta chica le daba a su puesto. También nombró a el echo de que su Zampakuto se había perdido como si se tratara de un niño pequeño, yo no podía ni imaginar que mi Kagayaku hane hiciera algo así, me moriría de verguenza y me vería obligado a cortarle las alas. Su comentario con respecto a el agua me fue un tanto indiferente, no tenía por que explicar lo que iba a hacer mas aún teniendo en cuenta que no pasaría nadie mas con un balde por ahora, ya que el resto estaba encargado de otra cosa. La verdad que el echo de que su Zampakuto desee comportarse de manera inadecuada no me parece una excusa pertinente a que osea entrar en un terreno en el cual no debería entrar así como así, sin embargo su cabello largo me cae simpático por lo que no pondré ninguna queja en su contra, sin embargo si me llego encontrar algún tipo de espectro extraño por aquí tendré que utilizar la fuerza, puesto que no puedo estar seguro de si se trate de una zampakuto o un enemigo no cree? y no es que considere que pueda aniquilar todo lo que tenga a mi paso, pero confío bastante en mi domino de la espada, por lo que si yo fuera usted me apuraría en encontrar a su herramienta de trabajo, ya que podría pasarle algo malo. Hice una pausa de un momento, puesto que mi anterior pensamiento volvió a mi mente. A y teniente Fuwa, hace unos días estuve hablando con la capitán general sobre el que me gustaría organizar un entrenamiento especial entre el onceavo y el quinto para que nosotros podamos aprender un poco sobre como combatir a las artes espirituales semejantes a la magia demoníaca, le gustaría ayudarnos ?. Me quedé esperando en mi posición a su respuesta, por mas de que ella se hubiera alejado unos metros no busqué el volver a acercarme.
Re: Unfolding Time — Priv.
Se encogió de hombros, despreocupada. ¿Inadecuado? Ella quería a su Zampakuto como si fuera un fiel compañero, alguien que, a diferencia de los demás, jamás la traicionaría.— No es una escusa, preguntó el por qué y yo le respondí con lujo de detalles. —Tampoco era como si ella no tuviera en consideración el rango contrario, simplemente, bajo sus ojos todo ser era igual a ella, ser con emociones, sin importar si más escondidas o no, si más fuerte que ella o más débiles, eran iguales y si bien no nacidos de la misma madre, si compartían el mismo ambiente, el mismo aire. Se cruzó de brazos,— Me alegra que mi cabello le sea simpático, a mi también. —La sonrisa danzó en sus labios, sin amenazar por desaparecer, eso, era algo que continuaría por la eternidad, al menos, así lo pesó.— Pero ¿acaso no quiere que esté aquí? ¿Quizás esté escondiendo algo?. —Inquirió sin malicia alguna, con voz suave y cortés.— Usted será bienvenido al cuartel del quinto escuadrón, podríamos tomar té. —¿Por qué debería de amenazarlo por pisar tierra que tampoco era suya? Aun así, aquél comentario sobre su Zampakuto le desagradó en parte y, no trató de esconderlo, sino todo lo contrario. En sus labios se formó una mueca, pequeña, casi imperceptible pero, su sonrisa no era más que una sombra, un recuerdo pasado de lo que fue.— Le advierto: un ataque de espada no funcionará, es capaz de desaparecer así que, estaría atacando el aire. —Y era verdad, no mentía, Muramasa era capaz de materializarse y materializar a las demás Zampakuto, pero, también era capaz de volver a decisión propria a su mundo interior.— Su nombre es Muramasa, no es una herramienta, tiene personalidad y sentimientos. —Su forma de pensar era una y, la del otro totalmente diferente. Desvió su mirada a la Zampakuto del otro.— ¿Lo mismo piensa de su Zampakuto? ¿Aun cuando fue capaz de ver su espíritu en su mundo interior? ¿Lo vio y aun así sigue afirmando que es una herramienta? —Bajo su percepción no tenía sentido, ella no podía pensar así.
Miró a su alrededor, con calma y despreocupación, observó la instalación, el jardín y el balde de agua que llevaba en las manos. Cuando escuchó aquella propuesta lo miró, expectante. ¿Esperaba que le ayudara? ¿Después de haberle hablado de aquella forma? ¿Después de haberla, casi, amenazado? ¡Estaba en un grave error! Pero Aika era amable y a todos les ofrecía ayuda si la necesitaban, sobretodo si era para un fin en común.— ¿Por qué propone eso? Si la sociedad de almas esta dividida en escuadrones y cada uno tiene su propria especialidad ¿No será para que trabajen juntos, como un equipo?. —Sino... Habría sido un grupo especialista en todo. Si estaba dividido de aquella forma, había un motivo y, estaba dispuesta a respetarlo, hasta que lo considerara injusto.— Podría pensarlo y comentarlo, pero, no puedo darle una respuesta aun, si bien soy actualmente la figura que lidera al quinto escuadrón en falta de un capitán, respeto sus decisiones tanto como las suyas. —Bajo sus ojos no habían diferencia, porque ella los había visto, aquellos que sufrían en las zonas más bajas, el lujo de los nobles y su maldad, pero, también había visto la bondad y eso le había abierto los ojos.— Pero, estaría bien que ante un enemigo que utilice tales artes, supieran defenderse y atacar. —Su mirada se suavizó relativamente. Quizás estuviera engañada, quizás fuera solo un presentimiento, pero, intuía que lo que les empujaba era la codicia de ser más poderosos que los demás, de poder saberlo todo y valer para cada uno de ellos y aun así, estaban terriblemente engañados.— ¿Qué dijo la comandante? También depende de si a ella le parezca bien o no su idea. —Añadió poco después. ¿Dónde estaría Muramasa? Aun no lo había encontrado por su desgracia, aunque, tampoco estaba preocupada por él.
Miró a su alrededor, con calma y despreocupación, observó la instalación, el jardín y el balde de agua que llevaba en las manos. Cuando escuchó aquella propuesta lo miró, expectante. ¿Esperaba que le ayudara? ¿Después de haberle hablado de aquella forma? ¿Después de haberla, casi, amenazado? ¡Estaba en un grave error! Pero Aika era amable y a todos les ofrecía ayuda si la necesitaban, sobretodo si era para un fin en común.— ¿Por qué propone eso? Si la sociedad de almas esta dividida en escuadrones y cada uno tiene su propria especialidad ¿No será para que trabajen juntos, como un equipo?. —Sino... Habría sido un grupo especialista en todo. Si estaba dividido de aquella forma, había un motivo y, estaba dispuesta a respetarlo, hasta que lo considerara injusto.— Podría pensarlo y comentarlo, pero, no puedo darle una respuesta aun, si bien soy actualmente la figura que lidera al quinto escuadrón en falta de un capitán, respeto sus decisiones tanto como las suyas. —Bajo sus ojos no habían diferencia, porque ella los había visto, aquellos que sufrían en las zonas más bajas, el lujo de los nobles y su maldad, pero, también había visto la bondad y eso le había abierto los ojos.— Pero, estaría bien que ante un enemigo que utilice tales artes, supieran defenderse y atacar. —Su mirada se suavizó relativamente. Quizás estuviera engañada, quizás fuera solo un presentimiento, pero, intuía que lo que les empujaba era la codicia de ser más poderosos que los demás, de poder saberlo todo y valer para cada uno de ellos y aun así, estaban terriblemente engañados.— ¿Qué dijo la comandante? También depende de si a ella le parezca bien o no su idea. —Añadió poco después. ¿Dónde estaría Muramasa? Aun no lo había encontrado por su desgracia, aunque, tampoco estaba preocupada por él.
Aika Fuwa- Shinigami
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Unfolding Time — Priv.
Escuchaba atentamente las palabras de la teniente Fuwa, por alguna razón la charla se me había tornado entretenida, posiblemente por que me agradaba su frontal forma de ser, además de que por alguna razón se me hacía un tanto inocente al igual que yo, parecía una persona noble, pero eso la volvería fuerte o débil ?, eso dependería pura y exclusivamente de si pueda o no cumplir con sus ideales. Gracias por nombrar el echo de que yo sea bienvenido a su escuadrón realmente eso me hace muy feliz. Di una pequeña reverencia al igual que ella había echo anteriormente sin que el agua de mi cubeta se cayera, era en señal de agradecimiento. Nadie es bienvenido a nuestro escuadrón y aunque si esconda muchas cosas, no es puntualmente por eso que las almas no son bienvenidas aquí. Negué con mi cabeza y volví a sonreirle inclinando mi rostro al escuchar la advertencia sobre su zampakutoh. Una zampakuto que tiene la habilidad de materializarse en nuestro mundo es algo realmente interesante, me encantaría encontrarla y probar si puedo alcanzarla, tenga en cuenta que soy el mejor espadachín de todo el mundo espiritual, mi habilidad con la katana sobrepasa por mucho incluso a la de la capitana general. Luego toqué el mango de mi espada, podía sentir como Kagayaku estaba tranquilo, no sabía realmente si el estaba de acuerdo conmigo, pero tenía bien claro lo que para mi significaban las zampakutohs. Si las zampakutoh son herramientas, todo lo que pueda ser manipulado resulta ser una herramienta al igual que cualquier alma, mas aún esta zampakuto que es realmente muy inútil, nunca comprendí como fue que alguien como yo nació predestinado a tener una espada como esta. Dejé el mango de mi zampakutoh y volví a dirigir mi mirada a la suya, podía notar como comenzaba a incomodarse o por lo menos molestarse con las cosas que yo decía, ahí comenzaba a surgir la inosencia que me había parecido notar.
La capitana comandante no se mostró en desacuerdo, pero puso en duda el que usted quiera ayudarnos, sin embargo yo estaba casi seguro que en el quinto había buenos shinigamis que nos darían una mano por ser nuestros compañeros. No creía realmente que nos puediera ayudar de mucho aprender sobre kido, pero a lo mejor en alguna situación puntual podríamos usar las experiencias que aprendieramos en tal entrenamiento, además de que los seres de hueco mundo muy rara ves basaban sus ataques en cuestiones físicas.
La capitana comandante no se mostró en desacuerdo, pero puso en duda el que usted quiera ayudarnos, sin embargo yo estaba casi seguro que en el quinto había buenos shinigamis que nos darían una mano por ser nuestros compañeros. No creía realmente que nos puediera ayudar de mucho aprender sobre kido, pero a lo mejor en alguna situación puntual podríamos usar las experiencias que aprendieramos en tal entrenamiento, además de que los seres de hueco mundo muy rara ves basaban sus ataques en cuestiones físicas.
Re: Unfolding Time — Priv.
La sonrisa fue apareciendo en los labios de la teniente en cuanto aquél capitán comenzaba a tratarla más cortesmente. Ella trataba a los demás como ellos la trataban a ella, o al menos, la mayor parte de las veces. Nadie iba a negar que Aika poseía una extraña forma de ver las cosas, era capaz de ser víctima y asesina al mismo tiempo.— Sería un honor. —Añadió poco después y, hasta cierto punto era cierto. Aquello que poseían el quinto escuadrón como secreto, era bien guardado, tanto que no permitiría a nadie que lo descubriera ¿qué era la verdad? Quizás estuviera tan bien guardado que siquiera ella lo supiera, o quizás, no quería admitir que sabía algo al respecto. El caso es que había algo, algo que pocos conocían.— Entonces me veo necesitada a pedir disculpas, la próxima vez me aseguraré de pedir permiso antes de entrar. —Podían creerla, podían no hacerlo y solo en de ella dependía de si seguiría o no haciendo lo mismo y sacando siempre una escusa más de entre su colección.— ¿Y como es que las visitas no son bienvenidas?. —Tampoco había necesidad de decir que no se callaba cuando algo le llamaba la atención, sin preocuparse de si es o no correcto hacerlo.
Las palabras del capitán la sorprendieron, más que nada porque siempre le había fascinado la forma de luchar con la espada, siempre y que cumplieran con esos gustos suyos tan curiosos.— En efecto es capaz de materializarse, pero... —Pasó la mano por la funda de su Zampakuto con suavidad. Era un capitán y antes o después descubriría la verdad. Pero, tampoco podía negar sentir cierto gusto en sorprender a las personas, dejarlas con la sorpresa encima al ver como sus Zampakuto, de la nada, tomaban forma en la realidad. Al mismo tiempo resultaba peligroso, pues si por un error despertaba una de aquellas Zampakuto y si, sobretodo era oscura, causaría desastres en la sociedad de las almas. — ... Su poder es bastante complejo y hasta cierto punto peligroso. —Bajó la mano. Era peculiar ¿no? Dos personas que pensaban totalmente lo opuesto de las espadas estaban la una frente a la otra. Aika ladeó a un costado su rostro y escuchó al capitán hablar.— Eso depende de la forma de percepción de cada uno. —Habían verdades cuantas personas en el mundo, era imposible que alguien fuera exactamente igual al otro.— ¿Entonces usted y su Zampakuto no se llevan bien?. —Y por muy extraño que sonara, ella lo entendía, quizás hasta demasiado bien.— Nuestras Zampakuto nacen junto a nosotros, sus almas reflejan la nuestra. Quizás haya un motivo por el cual tenga la suya. —Solo había que admitirlo y verlo. Aika no hacía eso.— Al parecer tenemos formas de ver las cosas distintas. Pero si fueran iguales sería aburrido ¿No?.
Tomó aire e inclinó a un costado su cuerpo.— Está bien, preguntaré en el quinto quién desea ayudar. Yo, puedo hacerlo cuando no tenga trabajo. —Añadió poco después. Al fin y al cabo, era mejor que los escuadrones estén preparados para cualquier emergencia que se pudiera formar, pues en aquellos momentos no había tiempo para las competiciones. Esos, no eran simples juegos que jugar, sino una lucha real, algo que se debía de ganar por el bien mayor. Volteó de golpe hacia uno de los techos del onceavo escuadrón, no porque lo hubiera sentido, solo porque la mirada fija en su espalda le hizo reaccionar. Cuando se dio cuenta de quién había sido sonrió para si. Muramasa estaba de pie sobre uno de los techos de madera, observando hacia ellos con su rostro que denotaba neutralidad total, su castaño cabello y su blanca vestimenta. ¿Cuándo se se había aparecido? No lo supo, pero, tampoco se sorprendió demasiado, pues en el fondo conocía aquella actitud tan extravagante de su Zampakuto y, con el tiempo había ido aprendiendo a tratar con él, al menos en parte.
Las palabras del capitán la sorprendieron, más que nada porque siempre le había fascinado la forma de luchar con la espada, siempre y que cumplieran con esos gustos suyos tan curiosos.— En efecto es capaz de materializarse, pero... —Pasó la mano por la funda de su Zampakuto con suavidad. Era un capitán y antes o después descubriría la verdad. Pero, tampoco podía negar sentir cierto gusto en sorprender a las personas, dejarlas con la sorpresa encima al ver como sus Zampakuto, de la nada, tomaban forma en la realidad. Al mismo tiempo resultaba peligroso, pues si por un error despertaba una de aquellas Zampakuto y si, sobretodo era oscura, causaría desastres en la sociedad de las almas. — ... Su poder es bastante complejo y hasta cierto punto peligroso. —Bajó la mano. Era peculiar ¿no? Dos personas que pensaban totalmente lo opuesto de las espadas estaban la una frente a la otra. Aika ladeó a un costado su rostro y escuchó al capitán hablar.— Eso depende de la forma de percepción de cada uno. —Habían verdades cuantas personas en el mundo, era imposible que alguien fuera exactamente igual al otro.— ¿Entonces usted y su Zampakuto no se llevan bien?. —Y por muy extraño que sonara, ella lo entendía, quizás hasta demasiado bien.— Nuestras Zampakuto nacen junto a nosotros, sus almas reflejan la nuestra. Quizás haya un motivo por el cual tenga la suya. —Solo había que admitirlo y verlo. Aika no hacía eso.— Al parecer tenemos formas de ver las cosas distintas. Pero si fueran iguales sería aburrido ¿No?.
Tomó aire e inclinó a un costado su cuerpo.— Está bien, preguntaré en el quinto quién desea ayudar. Yo, puedo hacerlo cuando no tenga trabajo. —Añadió poco después. Al fin y al cabo, era mejor que los escuadrones estén preparados para cualquier emergencia que se pudiera formar, pues en aquellos momentos no había tiempo para las competiciones. Esos, no eran simples juegos que jugar, sino una lucha real, algo que se debía de ganar por el bien mayor. Volteó de golpe hacia uno de los techos del onceavo escuadrón, no porque lo hubiera sentido, solo porque la mirada fija en su espalda le hizo reaccionar. Cuando se dio cuenta de quién había sido sonrió para si. Muramasa estaba de pie sobre uno de los techos de madera, observando hacia ellos con su rostro que denotaba neutralidad total, su castaño cabello y su blanca vestimenta. ¿Cuándo se se había aparecido? No lo supo, pero, tampoco se sorprendió demasiado, pues en el fondo conocía aquella actitud tan extravagante de su Zampakuto y, con el tiempo había ido aprendiendo a tratar con él, al menos en parte.
Aika Fuwa- Shinigami
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
Re: Unfolding Time — Priv.
Me encogí de hombros ante la primer pregunta de la teniente, seguramente era su primera ves en el onceavo escuadrón, ya que no tenía para nada idea de como era que se manejaban las cosas por aquí, no me inquietaba para nada, sin embargo y aunque mi rostro no lo reflejara no me gustaba en absoluto que se mostrara tan cómoda aquí, pero después de todo nuevamente debía destacar que eso era una virtud, el ponerse a la altura de los demás hacía resaltar un espíritu fuerte. Asentí con la cabeza ante su pedido de disculpas, no eran absolutamente necesarias puesto que yo era de las personas que descreían de ellas, por lo general las disculpas no eran sinceras, una verdadera disculpa sería que no vuelva a recaer en lo mismo. Sus disculpas son aceptadas teniente, espero que esto no vuelva a repetirse, sin embargo usted le aporta un aire de frescura a nuestro jardín, como un bello helecho lo que creo que agrada a los shinigamis de este lugar o por lo menos a mi me agrada. Reafirmé mi sonrisa, solía mentir seguido por una cuestión de querer divertirme a costa de los demás, pero esta ves hablaba con sinceridad, las mujeres tenían ese toque delicado del cual todo este escuadrón carecía. Por lo general las personas no son bienvenidas aquí por una cuestión de protocolo, nosotros vivimos peleando, hace poco la capitana general dijo que eramos similares a " una manada de lobos quienes luchaban para ver quien mordía mas fuerte ", no estoy completamente de a cuerdo con dicha frase, ya que ese no es nuestro objetivo, ya que no buscamos el probar quien es el mas fuerte de nosotros, pero es verdad que vivimos peleando, por lo que los extraños a nosotros podrían no comprender esto o simplemente salir dañados sin que nosotros deseemos eso.
Negué con la cabeza al escuchar que esta volvía a hablar sobre su zampakuto, cada detalle que daba la volvería mas interesante para mi y me darían mas ganas de cazarla. Por favor teniente fuwa, no nombre mas a su Zampakuto, creame está haciendo que gane mi interés y las ganas de combatir contra ella me dominarán. Mi zampakuto y yo, creo que nos llevamos bien, ambos conocemos nuestros lugares, el es mi corcel, mi arma de batalla y nada mas que eso, no se asemeja a un amigo o un compañero, es parte de mi, como mis brazos, la uso para batallar y nada mas. Me quedé callado un minuto mientras escuchaba lo que decía sobre que las zampakutos reflejaban nuestras almas, realmente me interesaba mucho el comprenderme y conocerme a mi mismo, así que tal ves pueda ayudarme con eso. Parece que usted sabe mucho sobre las zampakutos, por lo que me gustaría que nos analice a mí y a el, ya que yo no logro encontrar similitudes entre nosotros, el es un ser de mucha luz, tanto que muchas veces se ve igual que el sol, pero en cambio yo solo veo oscuridad en mi. Ante su comentario afirmativo de que su escuadrón podría ayudarnos asentí con la cabeza agradeciendo, pero ya ese tema no me importaba, ahora quería las respuestas a las preguntas anteriormente formuladas.
Negué con la cabeza al escuchar que esta volvía a hablar sobre su zampakuto, cada detalle que daba la volvería mas interesante para mi y me darían mas ganas de cazarla. Por favor teniente fuwa, no nombre mas a su Zampakuto, creame está haciendo que gane mi interés y las ganas de combatir contra ella me dominarán. Mi zampakuto y yo, creo que nos llevamos bien, ambos conocemos nuestros lugares, el es mi corcel, mi arma de batalla y nada mas que eso, no se asemeja a un amigo o un compañero, es parte de mi, como mis brazos, la uso para batallar y nada mas. Me quedé callado un minuto mientras escuchaba lo que decía sobre que las zampakutos reflejaban nuestras almas, realmente me interesaba mucho el comprenderme y conocerme a mi mismo, así que tal ves pueda ayudarme con eso. Parece que usted sabe mucho sobre las zampakutos, por lo que me gustaría que nos analice a mí y a el, ya que yo no logro encontrar similitudes entre nosotros, el es un ser de mucha luz, tanto que muchas veces se ve igual que el sol, pero en cambio yo solo veo oscuridad en mi. Ante su comentario afirmativo de que su escuadrón podría ayudarnos asentí con la cabeza agradeciendo, pero ya ese tema no me importaba, ahora quería las respuestas a las preguntas anteriormente formuladas.
Re: Unfolding Time — Priv.
Es un hermoso halago, Capitán. —Pronunció con suavidad. Siempre eran bienvenidas las hermosas palabras, si bien se podía considerar modesta, seguía resultando agradables aquellas palabras, simplemente porque así era la naturaleza de las almas, porque alguna vez fueron humanas y aprendieron de ellos. Las siguientes palabras del Capitán causó que ensanchara suavemente más su sonrisa.— El onceavo escuadrón está basado en ello... Pero ya que la Capitana los asemejó a una manada de lobos, necesitarían un encantador. —Pronunció con cierto tono de diversión en sus palabras. No lo decía por malicia ni nada parecido, solo pensó que los lobos en libertad resultaban ser peligrosos, cuando encontraban un encantador que los tranquilice, se volvían amistosos, aunque siguieran manteniendo aquella singularidad y violencia propria de los animales. Pero no iba a negar que aquél hombre tenía su razón, ella era el claro ejemplo, no veía sentido al entrenar tanto con la espada y basarse únicamente en ella, pero, seguramente el otro pensaría lo mismo de ella ¿no?. Todo dependía del punto de vista de cada uno y de aquello que estaban acostumbrados a considerar verdad absoluta. Algo pero, los mantenía a todos iguales: Eran Shinigamis, dispuestos a proteger su mundo, como muchos otros hacían, ellos, no eran diferentes en ese aspecto.— Comprendo, la responsabilidad es mucha.
Déjeme preguntarle ¿Cree que su Zampaku y usted están tan bien legados?. —¿Cuánto se podían entender esos dos? Quizás, poseían mentalidades tan distantes como el cielo y el infierno, quizás, el uno completaba al otro... Pero ¿y si ahora su Zampakuto fuera libre de los lazos con él? ¿Se quedaría a su lado o se pondría en su contra? Eso era lo que más le causaba intriga. Parpadeó con curiosidad ante aquella petición y por un momento olvidó que su Zampakuto, que hasta el momento había estado buscando, se encontraba solo a escasos metros de ella. Cerró sus ojos de un violáceo color y ladeó su cabeza suavemente, causando que su cabello de un claro color castaño se balanceara con ella.— Veamos... —¿Cómo podría definir sin siquiera conocerlos? Aun así, lo intentaría.— Quizás su Zampakuto sea el reflejo de su alma cuando era un niño. Puede que en el fondo de su corazón exista una luz que ignoró tanto que es incapaz de ver. ¿Escuchó que las más poderosas luces forman también las más oscuras sombras? Aquél que persigue la luz se encontrará con la sombra sin poder evitarlo. —El bien y el mal, el blanco y el negro, el ser y el no ser.— La luz no puede existir sin la oscuridad, pero la oscuridad tampoco existiría sin la luz. —Su sonrisa tomó un brillo de misterio. Aika se inclinó ligeramente hacia atrás, juntando las manos detrás de su espalda.— No conozco a su Zampakuto, tampoco le conozco tanto a usted, pero, creo que les une un bonito lazo. —Y mientras fijaba sus ojos en los contrarios algo sucedió.
Una luz violácea se fue formando detrás de ella, al principio como una sombra, después, fue tomando forma. Era fácil para un espíritu ir de un lugar a otro por antojo, Muramasa lo había echo, pero, quizás por haber escuchado aquellas palabras, quizás porque su lazo con Aika era poderoso, pero, se materializó detrás de ella, posicionado de lado y, mientras desviaba su mirada hacia el Capitán del onceavo escuadrón esbozó una pequeña y complicada sonrisa, entre maliciosa y divertida.— "Zanpakuto... Su habilidad y forma refleja directamente el alma de su Shinigami. Los Shinigamis las usan en batalla, como reflejo de su corazón y sus almas. Liberadas, pueden demostrar un poder asombroso. Son una con el Shinigami. Comparten la convicción del Shinigami. Esto es una Zanpakuto." —Una vez su propria Zampakuto se lo había dicho y eso se le había quedado marcado en la memoria.— La habilidad de Muramasa es más que materializarse en este mundo. Su habilidad consiste en romper los nexos de unión entre Zanpakuto y su dueño, si su unión no es suficientemente fuerte, serán alentados a moverse por libre albedrío y hacer lo que se les antoje, sin restricciones. —Y muchos Shinigamis habían muerto ya por eso y ella, los había visto.
Déjeme preguntarle ¿Cree que su Zampaku y usted están tan bien legados?. —¿Cuánto se podían entender esos dos? Quizás, poseían mentalidades tan distantes como el cielo y el infierno, quizás, el uno completaba al otro... Pero ¿y si ahora su Zampakuto fuera libre de los lazos con él? ¿Se quedaría a su lado o se pondría en su contra? Eso era lo que más le causaba intriga. Parpadeó con curiosidad ante aquella petición y por un momento olvidó que su Zampakuto, que hasta el momento había estado buscando, se encontraba solo a escasos metros de ella. Cerró sus ojos de un violáceo color y ladeó su cabeza suavemente, causando que su cabello de un claro color castaño se balanceara con ella.— Veamos... —¿Cómo podría definir sin siquiera conocerlos? Aun así, lo intentaría.— Quizás su Zampakuto sea el reflejo de su alma cuando era un niño. Puede que en el fondo de su corazón exista una luz que ignoró tanto que es incapaz de ver. ¿Escuchó que las más poderosas luces forman también las más oscuras sombras? Aquél que persigue la luz se encontrará con la sombra sin poder evitarlo. —El bien y el mal, el blanco y el negro, el ser y el no ser.— La luz no puede existir sin la oscuridad, pero la oscuridad tampoco existiría sin la luz. —Su sonrisa tomó un brillo de misterio. Aika se inclinó ligeramente hacia atrás, juntando las manos detrás de su espalda.— No conozco a su Zampakuto, tampoco le conozco tanto a usted, pero, creo que les une un bonito lazo. —Y mientras fijaba sus ojos en los contrarios algo sucedió.
Una luz violácea se fue formando detrás de ella, al principio como una sombra, después, fue tomando forma. Era fácil para un espíritu ir de un lugar a otro por antojo, Muramasa lo había echo, pero, quizás por haber escuchado aquellas palabras, quizás porque su lazo con Aika era poderoso, pero, se materializó detrás de ella, posicionado de lado y, mientras desviaba su mirada hacia el Capitán del onceavo escuadrón esbozó una pequeña y complicada sonrisa, entre maliciosa y divertida.— "Zanpakuto... Su habilidad y forma refleja directamente el alma de su Shinigami. Los Shinigamis las usan en batalla, como reflejo de su corazón y sus almas. Liberadas, pueden demostrar un poder asombroso. Son una con el Shinigami. Comparten la convicción del Shinigami. Esto es una Zanpakuto." —Una vez su propria Zampakuto se lo había dicho y eso se le había quedado marcado en la memoria.— La habilidad de Muramasa es más que materializarse en este mundo. Su habilidad consiste en romper los nexos de unión entre Zanpakuto y su dueño, si su unión no es suficientemente fuerte, serán alentados a moverse por libre albedrío y hacer lo que se les antoje, sin restricciones. —Y muchos Shinigamis habían muerto ya por eso y ella, los había visto.
Aika Fuwa- Shinigami
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Fecha de inscripción : 30/12/2014
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